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La noche sobrevino de manera inmediata, gracias al Kekkei Genkai de Juuri, habían logrado sellar a Paku, pues, arriesgándose a ser quemada y montada en el lobo de pintura, ella había logrado hacer una barrera de sus espejos alrededor de la mujer y con un excedente de chakra que ni ella supo de donde sacó, la había contenido el tiempo suficiente para atravesarla con su espada y darle tiempo a Maki de sellarla, llegar a ese resultado había costado la vida de veinte shinobis.

En un momento, Kakashi marcó la retirada, pues el número de heridos, superaba al de efectivos, inclusive, él y Juuri tenían heridas en su cuerpo, no tan graves, pero sí bastante significativas.

Para la medianoche, Juuri organizaba los relevos de descanso y atención médica, mientras tenía su habilidad sensorial al máximo y los cubría con una barrera de hielo en lo que terminaban la otra.

—Parece que quien los controla también necesita descansar —comentó ella llegando al lado de Kakashi con un kit médico—. Muestrame tus heridas y no empieces, no sabemos cuántos días estaremos aquí hasta que... —no pudo completar su oración, ya que se mareo un poco, a tal punto que sus espejos compartieron un brillo curioso.

—Estás excediéndote —la recriminó Kakashi, ella negó mientras sacaba una píldora del soldado y se la comía, sus espejos adquirieron su forma original de nueva cuenta.

—No me importa... Bien, parecer que mi iryoninjutsu fue cosa de un instante, aún no lo he recuperado, pero me alegra ver que mi Kekkei Genkai está bien... Ahora, dejame ver tus heridas —repitió.

Sin ganas ni energía para llevarle la contraria, Kakashi se dejó revisar, Juuri rápidamente desinfectó todas sus heridas y lo curó de manera tradicional, pues los médicos ya habían partido al campamento donde atendían a los más graves.

—Quisiera que mis jutsus de teletransportación estuvieran bien... Podría moverlos a todos los que necesitan atención médica.

—Salvaste a muchos deshaciéndote de Paku, nos faltan siete enemigos, seis espadachines y un portador del Kekkei Genkai explosivo.

—He pensado que podemos bloquearlo con barreras de tierra, una tras otra y después, con un jutsu terrestre, atacarlo por la espalda —opinó ella.

—Juuri, mañana en la mañana, cuando reanudemos la batalla, quiero que tú dirijas a un equipo, en cuanto Guy termine el censo, toma una parte y dirigelos, si no acabamos con más de la mitad mañana, está situación nos superará.

—Lo sé... Bueno, voy a...

—Dejame ver tus heridas —le pidió ahora él, ella se alejó un poco y negó—, Juuri...

—De verdad estoy bien, Sakura me revisó antes de irse —mintió, Kakashi la miró mal.

—Sakura se fue cuando tú estabas sellando a Paku, dejame ver —insistió con voz demandante mientras tomaba su mano, ella cerró los ojos un poco dolorida, Kakashi tomó la manga de su traje y la subió, descubriendo una quemadura bastante seria—. Juuri...

—Fue con Paku, apenas la encerré, iba a escapar, así que le clave mi espada en el pecho y dejé que el hielo fluyera en su interior, ella me sujeto el brazo y me hirió para que la soltara —le explicó.

Kakashi suspiró y comenzó a curarla, en cuanto estuvieron atendidos, fueron con el resto y les explicaron el plan para el día siguiente mientras se comunicaban con otras divisiones y el centro de control.



Apenas amaneció, Juuri tomó parte de su ejército y empezó a desarrollar su plan, el cual era, prácticamente, dividir y vencer, con los ninjas que podían manipular la tierra, empezó a separar a los espadachines y también a dispersar sus fuerzas, los distraía con sus espejos, haciéndoles pensar que los atacaría por un lado y en el preciso momento, atacando por otro flanco, aunque era buena, sus esfuerzos se vieron mermados, pues tal parecía que el enemigo sabía por dónde atacarla, específicamente, atacando la unidad de Kakashi, en más de una ocasión, ambas se habían cruzado y ella había visto cómo los espadachines aprovechaban para inflingir un mayor daño.

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora