♡; Eso es la guerra ⋆

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Capítulo 56

Las Tres Escobas estaba en silencio, Rosmerta no había abierto debido al ataque en Hogsmeade

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Las Tres Escobas estaba en silencio, Rosmerta no había abierto debido al ataque en Hogsmeade. Severus todavía yacía incociente aunque vivo, y Harry estaba sentado en la barra tomando un cerveza de mantequilla que había hecho Rosmerta para todos.

Sirius todavía parecía ansioso, pero en definitiva estaba más relajado que antes. Sus heridas habían sanado, y ahora charlaba con Remus en voz baja.

Harry, por otro lado, permanecía de pie con su mente corriendo con miles de pensamientos. Todavía no podía creer que habían salido vivos, sin embargo sabía que la guerra apenas estaba en su auge y eso lo aterraba demasiado.

El director Dumbledore había sido informado e iba a aparecer en breve. Había oído que habían muerto algunos magos de Hogsmeade, no había visto nombres porque no quería deprimirse. Al menos, no tan pronto.

Harry sabe que las guerras son sangrientas, y sabe que en algún momento el estallido ocurriría. Vivirlo en carne propia era diferente que leerlo, uno estando fuera no sabe lo que realmente es. Los niños resultan heridos, la sangre gotea en todos lados, la gente asustada no sale de sus casas o huyen. Las noticias viajaban, algunas verdaderas, otras falsas, el ministerio lo encubre todo, no hace nada por miedo o poder.

Se siente tan enojado que el sentimiento lo asusta, siente mucho enojo por Voldemort y la gente que lo apoya. Siente enojo porque la gente inocente es la que más sufre de sus acciones.

—Estás aquí. —Fue toda la advertencia que recibió antes de que unos brazos fuertes lo rodeen. No había oído la red flu, tendría que salir un poco de sus pensamientos, hoy más que nunca Harry tiene que estar alerta.

—Aiden. Me estas quitando el aliento. —Rápidamente se separó, con una mirada avergonzada en sus ojos.

—Lo siento. Estaba... estaba preocupado.

—Se nota — dije agitado. Aiden se encogió luciendo extrañamente tímido y Harry no pudo evitar compadecerse. —Agradezco que te hayas preocupado por mí, Aiden.

Su hermano estaba por responder pero un cuerpo desesperado se aferró a él con más fuerza que el anterior abrazo que había recibido de Aiden.

—¡Estás bien! ¡Merlín, estaba tan aterrada! —Harry se despegó del abrazo con un poco de brusquedad.

—Lily. —Dijo. —No me toques.

La mirada herida de su madre no causó nada en él. Ya no lo hacía. Ahora tenía otras cosas de las que preocuparse. Lily parecía lista parecía decir algo pero justo en ese momento Dumbledore había entrado con toda su presencia con algunos miembros de la Orden detrás de él.

Todos se sentaron en la taberna de Madame Rosmerta, la razón por la que se quedaron allí es porque había pocas posibilidades de Voldemort volviera a atacar Hogsmeade y era un lugar seguro.

Solitario, Harry | drarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora