♡; El problema de Aiden ⋆

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Capítulo 31

Severus Snape estaba lívido

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Severus Snape estaba lívido.

Acababa de llegar de la reunión cuando escuchó lo más parecido a golpes en el pasillo.

Frunciendo el ceño ante el ruido, se acercó con pasos ligeros y sigilosos se acercó al ruido y lo que vió lo hizo casi enrojecer de la ira. Potter, el niño de oro, y Weasley estaban golpeando a un alumno. Frunció el ceño furioso y el recuerdo de él mismo débil frente a James Potter hizo acto de aparición. Lo empujó con oclusión y se acercó con pasos rápidos estaba a punto de gritarles cuando por fin pudo ver a quién estaban golpeando.

Harry Potter.

Su cuerpo automáticamente se movió para ayudar.

—¡POTTER, WEASLEY! —Rugió.

Les dio una mirada mortal indicando que no obviamente no se iban a salir con la suya. Se acercó a su Slytherin, cancelando el hechizo para que no esté petrificado y tomó su pulso. Suspiró de alivio cuando lo encontró y levitó a Harry llevándolo a la enfermería.

—¡Potter, Weasley! ¡Siganme!

Los niños, los suficientemente cobardes como para desobedecer al profesor más temido, caminaron detrás de Snape con piernas y manos temblorosas.

—¡Poppy! —Llamó Severus una vez que entró a la enfermería. Colocó a Harry con suavidad y canceló el hechizo.

—¿Severus? ¿Qué le pasó al señor Potter? —Casi exclamó viendo el cuerpo magullado de Harry y poniéndose a trabajar de manera inmediata. Severus señaló a los dos Gryffindors que estaban encogidos en la puerta de la enfermería.

—¡Potter y Weasley lo golpearon! ¡Lo petrificaron y lo golpearon! —Gruñó Severus mientras buscaba pociones para sanar algunas heridas en las costillas y ungüento para moretones. Poppy miró hacía la puerta y frunció el ceño para volver a trabajar en el Slytherin inconsciente. —¿Puedes continuar sola?

—Si, ya está bien. Lanzaré algunos vendajes alrededor del tobillo, se lo pisaron

Severus asintió tratando de lucir tranquilo pero quería desesperadamente perder el control porque golpearon a un Slytherin y sobretodo a Harry.

¡Ustedes dos! —Los Gryffindors saltaron. —¡100 puntos de Gryffindor por golpear a un estudiante! ¡Y 50 puntos de Gryffindor Señor Potter por qué golpeó a su propio hermano! —Gruñó. —¡Un mes entero de detenciones con Filch! —Cuando vio que estaban por protestar interrumpió. —¡Y a la oficina del director, AHORA! —Dijo haciéndolos saltar y caminar con rapidez afuera de la enfermería.

Severus llegó a la gárgola y murmuró con furia el dulce que tenía de contraseña. Una vez en la oficina Dumbledore miró con curiosidad a Ronald y Aiden, para luego mirar a Severus sonriendo.

Solitario, Harry | drarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora