♡; Desesperación ⋆

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Capítulo 40

Myrtle la llorona no recibía muchas visitas emocionantes

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Myrtle la llorona no recibía muchas visitas emocionantes. Los alumnos siempre se asustaban con su presencia, o les resultaba molesta. Nadie quería pasar tiempo con la pobre Myrtle, lo cuál ella pensaba que era más que injusto y al mismo tiempo disfrutaba de tener el baño sólo para ella, después de todo, necesitaba llorar y no se molestaba o humillada en el proceso. Así que por ese motivo, aprendió que cuando se acercaba un estudiante ella simplemente lloraría muy fuerte y si eso no los alejaba simplemente se metería al inodoro y provocaría una inundación necesaria.

Nadie que las molestara, y ella podía revolcarse en su miseria en paz.

Excepto por esta vez. Myrtle estaba callada, soltaba pequeños sollozos que sonaban fuerte para sus oídos debido al eco y la soledad que había. Estaba encerrada en un cubículo del baño cuando escucho los pasos apresurados que cortaron rápidamente la escena dramática de Myrtle. Ella estaba confundida, los alumnos de Hogwarts todavía no debían de ingresar, faltaban semanas hasta que empiecen por lo que su orientación del tiempo creía.

Estos pasos eran enojados, y la fantasma no se atrevió a moverse. El sonido de la persona cayéndose la sorprendió y aun mas cuando esta empezó a gritar.

—¡Me odio! ¿¡Ves lo que haces Harry!? ¡Sólo arruinas todo! ¡Por eso tus padres no te quieren! —La voz sonaba enojada, pero también estaba ese tono, roto, quebrado, Myrtle no había escuchado a alguien llorar así en una década. Por lo general, los llantos eran principalmente de niñas, después de todo era el baño de niñas, y todos los llantos eran por chicos que habían roto su corazón o de los compañeros que las humillaban. Como fue el caso de la misma Myrtle. Es por eso que la voz quebrada, tan llena de odio pero no a los demás sino a si mismo, sorprendió e hizo estremecer a Myrtle, tanto así que se olvido que tenia que echar a la persona que puso un pie en su baño. —¡Eres una basura! ¡Debiste morir tú en lugar de Blaise! 

Myrtle no pudo evitar jadear cuando se escucho un grito y después el sonido de vidrios rotos cayendo al suelo. Uno que otro pedacito había volado en su dirección, debajo del cubículo de donde estaba. El llanto no cesaba, se hacia fuerte y doloroso entonces cuando abruptamente se detuvo se escucho un suave murmullo.

—Deberías haber muerto tú...

Myrtle cedió a su curiosidad finalmente y atravesó la puerta para encontrarse con una escena dolorosa pero no la primera que Myrtle presenciaba. El chico se veía pequeño, acurrucado en el suelo con los vidrios rotos, sus pestañas mojadas, la punta de su nariz roja y su cabello desordenado. De su muñeca la sangre fluía sin parar, y su respiración tartamudeaba. Asusto a Myrtle y salio disparada mientras gimoteaba en busca de ayuda.

• • •

Severus Snape estaba agotado. 

Solitario, Harry | drarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora