Capítulo 13

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>3< Actualización >3<

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La casa era muy ruidosa y agitada desde la mañana, Kei, que tendía a tener un oído muy fino, apenas había podido dormir desde que un auto entró al patio trasero y la voz de su madre, dando instrucciones resonaba por aquí y por allá. Había pasos por doquier, movimiento, sonidos y la imagen de personas moviéndose como hormigas obreras se estaba volviendo un poco aburrida después de haberla contemplado por una hora.

También le estaba dando hambre y no había manera de tratar con eso más que bajando al comedor. Era lo que normalmente hacía en un día cualquiera, pero este fin de semana su familia estaba celebrando su cumpleaños y, aunque a su madre le encantaba, él no encontraba muy divertido formar parte de los preparativos para una fiesta...o cualquier evento que requiera que un puñado de personas se reuniera.

Cómo fuera, no había más remedio que ir ya que estaba llegando al medio día y alguien vendría a buscarlo de todos modos. A su madre no le gustaba que se saltara el desayuno y, por supuesto tampoco quería que ella pensara que no estaba interesado en esto, porque si le gustaba la idea de tener los regalos de la lista que hizo con tanto cuidado.

— Creo que tal vez el Marfil es el más adecuado ¿Tu qué piensas? Perla también es bonito, pero...no sé ¿Cuál es tu favorito hasta ahora?

— Todos son blancos, madre...no veo ninguna diferencia.

— ¿Cómo es posible que no puedas verlo? — ella jadeó y el rubio menor se detuvo bajo la escalera. Su hermano estaba ahí y se frotaba la nuca con vergüenza mientras que su madre lo miraba como si no pudiera creer sus palabras — Marfil, perla, crema, algodón, hueso...cariño, todos son diferentes y la textura de la tela, el material, la manera en la que captan y reflejan la luz, su caída; no puedes decir que todos son iguales, las diferencias son tantas que podría tomarme un tiempo explicártelo con detalles. Has un poco de tiempo en tu agenda, te lo enseñaré más lentamente.

— ¿Es...así? Claro, yo...no, no, está bien, lo entiendo, yo sé — murmuró — Tal vez no estaba prestando mucha atención...déjame pensarlo con más detenimiento ¿Está bien?

Kei ladeó la cabeza ¿Todavía tenían tiempo para esto? La fiesta iniciaba en la tarde ¿No? Su madre no cometería este tipo de error, no podría, pero ese libro con trozos de tela estaba sobre su regazo y ella lo miraba tan intensamente que ni siquiera había notado su presencia en la sala.

— ¿Cuál es el tema de este año? ¿Nieve?

— Oh ¿Kei? — la rubia se agitó y se volteó para mirarlo — Estás aquí, iba a hacer que alguien subiera a buscarte si no bajabas en media hora...se está haciendo tarde y no has empezado a prepararte todavía.

— ¿Estamos demasiado retrasados? Los manteles... — ladeó la cabeza, estaba casi seguro de que vio como estaban sacando las mesas de un auto, no iba a ordenar todavía los manteles ¿Verdad? Esto nunca sucedió — ¿No estaban las mesas ya listas? ¿Hubo algún problema?

— No, todo está en orden, no te preocupes por eso, bebé...el tema de este año es Luna azul, te encantará — ella se levantó y entrego el libro a Akiteru — El traje que ordené ya llegó, lo dejé en mi habitación porque pensé que querrías dormir un poco más ¿Quieres que vayamos a verlo primero?

¿Luna azul? Pero ¿Manteles blancos? Negó con la cabeza no era una mala combinación, pero no sabía porque todavía estaban eligiendo los manteles ¿Era un evento diferente? ¿Su aniversario de bodas? Era cinco meses temprano, sin embargo era importante para ella, por lo que lo dejó pasar, aunque lo hiciera sentir extraño y sospechoso por todos lados.

Be Mine, Dear  [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora