>3< Actualización >3<
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No había una doble intención en la invitación de Tsukishima, no podía ¿Verdad? Era muy difícil de creer y la verdad era que esa idea tampoco tenía mucho sentido, porque Kuroo se conocía y sabía también que Tsukishima era una persona muy inocente y pura, sin embargo tenía una sensación, un sentimiento o un presentimiento. O quizá era solo que su imaginación era demasiado salvaje. Lo invitó a subir a su habitación y el moreno nunca podría haber sabido que podría llegar a estar tan entusiasmado por la idea de celebrar su cumpleaños, que una persona podría haberle hecho sentir que era el día más feliz de todos, así que su mente ya había decidido volar muy lejos de la tierra, tener demasiadas expectativas, estar tan ansioso.
A lo que podría ser...lo que podría suceder, porque esto era increíble.
Honestamente no pensaba que Tsukishima pudiera llegar a sugerirlo, incluso había tenido algunas ideas solo para pasar con él lo que restaba de la noche lejos del ruido de la fiesta a la que irían, como escaparse los dos juntos dónde pudieran estar solos, porque solo quería estar a su lado, así que esto era increíble y no pudo evitar que su imaginación volara desenfrenadamente por un largo rato ¿Iba a pasar algo? No importaba si no sucedía realmente, no importaba en absoluto aunque admitía que tenía algunas ideas locas y estaba algo acalorado. No sabía que esperar, pero, la verdad, era que solo quería verlo y guardar su sonrisa como el regalo más precioso.
Era todo lo que quería, su compañía y su afecto.
— Ustedes lo van a hacer muy feliz ¿Verdad? — arregló por última vez el pesado ramo de girasoles en sus brazos y suspiró — Hagan que sonría mucho y me dé un beso ¿Si? Entonces las voy a poner en un gran jarrón con un poco de azúcar.
Le iban a gustar mucho a él ¿Verdad? No había nada pasado de moda con las flores ¿No?
Lo primero que pensó cuando los vio fue en Tsukishima, tan altos, tan orgullosos, tan brillantes y siempre haciéndolo sentir alegre y feliz. Era adecuado, incluso había agregado muchas rosas y pequeñas flores blancas porque sintió que así sería más romántico. Buscó el papel más bonito, lo ató con una cinta y trató de darle la forma de un corazón, estaba satisfecho, pero nervioso y su corazón se volvió loco cuando fue capaz de escuchar el sonido de la puerta abrirse.
— ¡Oh! ¿Flores?
— ¡Hola! — Kuroo, que era bloqueado por ese enorme ramo de flores movió la cabeza hacia un lado y le sonrió a Tsukishima — Son para ti.
— ¿Para...? Oh, pero...— el rubio jadeó, sus manos vacilantes sobre el ramo que Kuroo le ofreció — Es tu cumpleaños, no deberías haber...
— ¿No te gustan?
— No, me...si...— las tomó entre sus brazos y se apartó de la puerta, su mirada, suave, feliz, tierna, tímida y terriblemente bonita sobre el ramo entre sus brazos — Me gusta, gracias...yo...— lo guió al interior del departamento — Acaban de entregar la comida que pedí y estaba...
Se giró, se detuvo, Kuroo no se estaba moviendo de su sitio y el rubio sintió curiosidad.
— ¿Pasa algo?
— ¿Pasa...? — se acercó muy rápidamente, tomó el ramo de las manos del rubio y lo dejó sobre el sofá.
Pensaba que era mentira, porque tenía que ser demasiado bueno para ser verdad; hombros cubiertos por una tela fina y muy delgada, se ajustaba perfectamente el cuello, donde una joya dorada pendía cada vez que se movía. Destacaba sus clavículas, su piel que ya era increíblemente blanca y preciosa, y fluía con delicadeza sobre su cuerpo ¿No la había comprado antes para él? No podía estar imaginándolo ¿Verdad? Era la ropa que había elegido, la que le regaló antes, la estaba usando.

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Be Mine, Dear [Omegaverse]
RomansEsta es la historia de dos personas que trataron de pelear contra el destino y perdieron...y aun así decidieron que querían ganar.