Be Mine, Dear [Omegaverse]

Capítulo 48

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Sucedió más rápido de lo que pensaba, no sabía si el tiempo había sido demasiado largo o demasiado corto, sin embargo las emociones que se arremolinaban en su estómago eran un enjambre impetuoso, siempre agitándose con locura, tal locura que no sabía qué hacer y era raro. Tsukishima en realidad siempre fue dueño de sí mismo, entendía lo que le gustaba y lo que no y había aprendido a apagarse a sí mismo e ignorar todo gracias a sus muy sociables padres.

No debería importar, no debería afectarle, pero estaba lleno en este momento.

— Es la primera vez que noto tan claramente que estás nervioso por algo.

— ¿Yo?

La rubia y bonita mujer frente a él le sonrió con ternura, una mano le acariciaba la mejilla y la otra le sujetó la mano con gentileza — Eres más bonito y brillante esta noche...— le acomodó el cabello cuidadosamente peinado hacia atrás — También te ves precioso...habría una multitud tratando de perseguirte en el salón si nadie supiera ya que te estás comprometiendo — se rió.

— Se supone que tengo que destacar ¿No? ¿Crees que es demasiado?

— Por supuesto que no, estás perfecto — ella le sujetó ambas manos y se apartó un paso para contemplarlo con una mirada llena de emociones brillantes — Te sienta muy bien, eres hermoso y mamá te ama con todo su corazón ¿Si? Te estará apoyando en el salón, aunque tal vez no me necesites si tú compañero apenas es capaz de dejarte solo.

El rubio trató de reír — Si, lo sé y debería venir pronto por mí, él...

Parecía que ya estaba llamando a la puerta, su madre se agitó y revoloteó por la habitación nerviosamente, casi como si fuera ella quien estaba anunciando su compromiso esta noche y soltó varias recomendaciones apresuradas antes de decirle que le daría un poco de tiempo para arreglarse y salir rápidamente.

¿Se tenía que arreglar más? Se miró al espejo dónde había estado esperando por un rato. Estaba todo en orden ¿No? Su cabello estaba peinado, sus labios eran rosa y jugosos, las joyas estaban en su lugar y su traje era muy hermoso. Negro, blanco y detalles en champagne y rojo que destacaban su figura, su cintura especialmente, haciéndola parecer muy delgada y fina. Parecía un corsé, pero no lo era, Akaashi había hecho un trabajo increíble y estaba muy cómodo, no se sentía sofocado o atrapado, tampoco que estaba vistiendo una piel que no era suya.

Fue muy poco tiempo, sin embargo no habría podido ser capaz de pedir nada mejor que esto.

— ¿Está todo en orden?

— Lo está — se alisó el estómago, acomodó la joya en su garganta y fue hacia la puerta. Suspiró, tiró lentamente de la puerta — Mi madre dice que un retraso es descortés, pero que hacer esperar a un hombre es un deber...no sé qué es tan interesante de los momentos de suspenso, siempre he pensado que ser prácticos es...

Calló ¿Qué? ¿Por qué los ojos de este chico estaban tan abiertos? Tsukishima se avergonzó y se sintió muy tímido. No necesitaba mirarlo así, que vergüenza.

— ¿Bien? ¿Me veo....?

— ¡Si! ¡Por supuesto! ¡Tu...! — Kuroo contuvo el aliento y suspiró. Carraspeó. No debería estar gritando ahora, pero su corazón, le daba miedo que estallara ¿Qué debería hacer? Se sentía como si estuviera cayendo profundamente — Eres más brillante que nadie y más hermoso de lo que puedo siquiera empezar a describir.