Be Mine, Dear [Omegaverse]

Capítulo 50

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— Bebé, sé que antes dijiste que estabas cansado, pero ya es muy tarde para que sigas en cama...ni siquiera has comido — suave, muy gentil, la voz de su madre, acompañada de la caricia de su pequeña mano sobre su espalda lo llamaron con ternura — ¿Qué tal sí pruebas al menos un poquito de leche tibia? La traje para ti ¿Si? Un par de sorbos harán feliz a mamá...inténtalo un poquito, bebé.

— No creo que mi estómago...— apretó los labios, tal vez no tenía ganas. Ni siquiera había dormido tanto, no, no durmió en absoluto — ¿Qué hora es?

— Muy tarde, la última vez que vine era medio día ¿Qué tal si bajas conmigo esta vez? Podemos quedarnos frente a la chimenea y hablar un poco sobre la boda, tal vez eso te animará...mamá tiene muchas ideas, consiguió muchas revistas para que podamos ver juntos ¿Vamos?

Se agitó y un vaso lleno con leche tibia apareció frente a él. No tuvo más remedio que beber un poco, pero era muy extraña y no estaba seguro de que a su estómago le gustara demasiado.

— Mi boda, sobre eso...— apretó el vaso entre sus manos, le volvió a doler el estómago. Esa cosa. Que ridículo, se burló de sí mismo, de la persona patética en la que se convirtió ¿Cómo pudo volverse tan tonto? ¿Que estaba pensando? ¿Qué estaba haciendo ahora?

¿No tenía ganas de nada? ¿Perdió toda la energía? ¿Por qué? ¿Por un chico? ¿Que se suponía que significaba eso? En su vida la única persona importante siempre fue él mismo, si decidió que ya no estaba dispuesto a querer a Kuroo, entonces ya no lo quería más. El mundo seguía ahí afuera y él todavía tenía cosas de las que ocuparse ¿Por qué tenía que darle tanta importancia a esto? No le importaba.

¿Quién necesitaba un estúpido hombre de todos modos?

— ¿Cariño?

— Ah — apretó los labios, se avergonzó de sí mismo, de lo que no sabía que trataba de probar quedándose en cama como un idiota — Hace frío...es porqué ha estado haciendo frío y no puedo pensar en nada más que quedarme en cama, pero debería levantarme y...— debería comer, no quería que su madre se preocupara, nada importante estaba sucediendo de todos modos, pero esta bebida en sus manos...

— ¿Qué pasa? Bebé ¿La leche está muy caliente?

— Oh, no la temperatura es perfecta...solo pensaba que...creo que es demasiado dulce.

— ¿Si? — ella tomó el vaso y bebió un pequeño sorbo — Es lo mismo de siempre, cariño...lo endulcé yo misma, estoy segura ¿Tu estómago todavía se está sintiendo incómodo?

— Oh, no, estoy mejor — era muy dulce esta vez, quizá su madre se distrajo y lo endulzó dos veces. No importaba de todos modos, tenía algo más importante en mente ahora — ¿Estabas hablando sobre mi...la boda? — se levantó y buscó el abrigo de lana que colgaba sobre el borde de la cama — ¿Tenemos que discutir eso hoy? Me comprometí hace dos días.

— Quieren casarse en primavera ¿No es así? A penas tenemos tiempo suficiente para terminar con todo; tu ropa, los invitados, las invitaciones, la decoración, las flores, los aperitivos, la cena, el pastel, el vino que vamos a servir, las copas y la vajilla que vamos a usar, la disposición de las mesas, la seguridad, la música...— ella suspiró, no sabía si con angustia o con anhelo, tal vez una mezcla de ambos — El salón, bebé...lo único seguro es la reserva que decidimos mantener todo este tiempo, regularmente se requiere de un año de anticipación, pero tú padre...