Be Mine, Dear [Omegaverse]

Capítulo 58

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No había visto a Kuroo muy a menudo últimamente. La tienda parecía estar cada vez más llena de clientes, lo sabía porque había bajado antes a echar un vistazo y fue testigo del flujo constante. Incluso Akaashi lo había mencionado unas cuantas veces con entusiasmo. Era bueno y también era natural que todos estuvieran ocupados, incluso había escuchado que contrataron a dos personas más para atender el tercer piso, sin embargo, a pesar de lo ocupado que todo era, también se había enterado de que el moreno estaba saliendo a menudo.

¿A dónde iba? Terminó todo el vestuario para esa tonta película y tenía entendido que la filmación estaba a un par de semanas de terminar. También sabía que su asistente estaba haciendo un gran trabajo como apoyo, por lo que no estaba seguro de que era exactamente lo que lo mantenía fuera tanto tiempo.

¿Qué era lo que se suponía que estaba haciendo? Pensaba que se lo diría, no era como que no se vieran al menos para la cena, pero últimamente él moreno, su actitud, era más distante de lo que recordaba, incluso si siempre se ocupaba de sus necesidades y bienestar. Cómo lo miraba o como ya no lo hacía era inquietante, de una manera que no sabía si quería o no entender.

— ¿No te sientes bien?

— ¿Yo? — Tsukishima, que miraba persistentemente su reflejo sobre líquido café oscuro entre sus manos, contrajo los labios — No, he tenido...— negó — Me distraje un momento.

— ¿Seguro? No quiero ser entrometido, pero creo que tu estado de ánimo es un poco bajo hoy ¿Hay algún problema?

— No, no en realidad...— el rubio alzó la cabeza, el aroma del jugo de manzana en sus manos lo molestó por lo que lo apartó con una mueca desagradable — He estado pensando mucho últimamente y me distraigo más a menudo, es algo normal...creo.

— Eh, sí, supongo que...— el moreno dudó, apretó los labios y jugó con la cinta métrica que aún no había guardado. Se humedeció los labios con la punta de la lengua, sus ojos curiosos se entrecerraron en una sonrisa agradable — No he conocida muchas personas comprometidas y nunca he trabajado con un traje de bodas, pero me daba la impresión de que estarías más...tu madre hizo muchas peticiones antes y parecía muy preocupada por qué todo fuera perfecto.

— Lamento si te causó problemas.

— Oh, no trataba de quejarme por eso, a lo que me refería es que no te ves tan entusiasmado como lo había imaginado y ¿Algo sucedió entre tú y Kuroo? Tal vez sean solo nervios prenupciales, sé que debes tener mucho que hacer, pero...

— No es...— se mordió el interior de la mejilla — Hay mucho en mi cabeza, lo lamento.

— No, no hay razón por la que debas disculparte conmigo por eso...no estoy tratando de entrometerme en sus asuntos, pero creo que estás más delgado que la última vez que tome tus medidas y me preocupaba que descuidaras tu salud.

— No, eso...— se apoyó una mano sobre el vientre. Náuseas, ya no estaba vomitando, pero el olor de la comida le revolvía el estómago a menudo. Su apetito no era muy grande de todos modos, pero últimamente se había vuelto aún más difícil desde que estaba incómodo, desde que todo se había vuelto así.— Oh, por cierto...

La ropa ¿Debería preocuparse por eso ahora?

— ¿Si?

¿Llegaría el momento en el que tendría que usarlo? Honestamente ni siquiera sabía que estaban haciendo ahora, pero el que este bebé necesitaba a Kuroo para nacer con seguridad era una verdad que tampoco podía negar, así que tal vez no lo podía evitar aunque quisiera quejarse o tuviera un plan diferente. Tal vez el moreno también era consciente de eso y estaba tratando de aceptar que no podría tener a quien amaba de verdad, evitando verlo, ignorándolo, haciéndolo a un lado.