Capítulo 33

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>3< Actualización >3<

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Esto estaba un poco mal. Tsukishima, que estaba tratando de acurrucarse entre las sábanas porque comenzaba a tener frío, tuvo el presentimiento de que un rayo acababa de caer sobre él, de que se rompería, de que estaba a segundos de resquebrajarse y desaparecer. Dolía todo, todo estaba rígido y ciertas partes muy específicas se sentían hinchadas y ardientes, partes que no tenía ganas de nombrar porque le daba vergüenza siquiera pensarlo, pero de las que era extremadamente consciente, en cada palpitación.

— Con Kuroo...— se mordió los labios y se sintió algo histérico e irreal, sin embargo aún lo reflexionó por un momento.

¿Había pasado eso? Eso pasó ¿No? Aunque dolía, el recuerdo estaba ahí. Realmente. El rubio se hizo un ovillo y se mordió los labios. Esa cosa tan importante sucedió ¿Eh? Con Kuroo, si alguien venía para preguntarle si estaba arrepentido, la respuesta sería que no por supuesto, prácticamente lo había llevado a su dormitorio, así que no podría ser tan irracional como para hacerse el loco ahora, aunque le gustaría mi mucho porque no sabía cómo iba a mirarlo a la cara ahora. Se rió. Era una locura, los Omega no deberían ser así ¿Verdad? ¿Cómo debería actuar después de esto? ¿Las cosas iban a cambiar? ¿Para bien? ¿Para mal? ¿Cómo se suponía que debería enfrentarlo? ¿Qué debería hacer a partir de ahora?

Estaba un poquito asustado, no lo había pensado mucho antes de entregarse así, Kuroo era, era una persona especial, muy especial. Tal vez lo amaba, quizá se enamoró de él desde hace más tiempo de lo que pensaba, porque esto era mucho más que gustar, más que atracción física, se sentía feliz cuando lo miraba, muy feliz y estaba feliz de haber podido sentirlo en la piel, de entregarse a él, así que debió haber perdido en algún punto, pero ¿Y él? ¿Qué debería hacer si a él ya no le gustaba después de esto? ¿Si perdía el interés? ¿Si pensaba en él como alguien fácil y ya no le gustaba? Le daba un poco de miedo.

— No está...— el lado de la cama, que estaba un poco desordenado, estaba vacío.

Tsukishima había imaginado que lo encontraría durmiendo a su lado, que quizá despertaría en sus brazos y que sería un despertar muy vergonzoso y extraño, pero no estaba aquí. No estaba ¿Se fue? ¿Lo dejó solo porque ya no le interesaba después de que lo tomó? ¿Ya no lo quería?

— No — se mordió el labio y tocó con cuidado, todavía estaba tibio, un poquito ¿Acababa de salir? ¿Dónde estaba?

Miró alrededor de la habitación vacía sin obtener nada. Había mucho silencio también, solo un aroma, el aroma de los dos tan íntimamente mezclado como la prueba de su unión, sin Kuroo ¿Dónde estaba? Era en momentos como este donde una persona no podía evitar sentirse insegura y abandonada, aunque Tsukishima estaba un poco más enojado que eso, así que si resultaba que esto terminaba en un frío abandono y un juego como esos de los que escuchó una vez, este chico iba tener que prepararse para...

— ¡Ah! ¿Te despertaste ya?

— ¿Kur...? — agitó la cabeza y quiso levantarse, pero dolió y jadeó.

— Cuidado, voy...yo voy — Kuroo se precipitó desde la puerta abierta con algo entre sus brazos y se arrodilló al pie de la cama — Estaba pensando en cómo debería despertarte antes, quería dejarte descansar, pero no haz comido nada y...

— ¿Estabas fuera?

— Oh, sí, solo unos minutos...hablé con él servicio a la habitación para pedir un poco de comida para nosotros y fui rápido a mi habitación a buscar ropa — vaciló un poco, sin embargo Kuroo se atrevió a tocar y apretar la mano que se aferraban a la sábanas — Lo lamento, bebé, quería que descansaras un poco más y no te desperté ¿Te preocupaste?

Be Mine, Dear  [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora