Be Mine, Dear [Omegaverse]

Capítulo 62

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Era más cálido ¿No? Tsukishima, que se había parado frente al espejo de cuerpo entero en la habitación contempló como la brisa agitaba las cortinas de la ventana y suspiró. Había terminado el invierno y la primavera se volvía cada vez más colorida a medida que los días pasaban y la temperatura se volvía más estable. El cielo incluso era más azul, parecía más brillante y lleno de vida.

Fue un día detrás de otro, como si pasara en cámara lenta, a veces como si no avanzara y se hubiera estancado, sin embargo el sol seguía muriendo y volviendo al día siguiente, los días se llenaban de luz, de ruido, de movimiento y, como si fuera mentira, ese momento casi había llegado...ya casi estaba aquí.

— Me voy a casar — murmuró, sus manos se agitaron y tiraron de las mangas del pijama en su cuerpo, un nudo en su estómago.

Una semana, no, menos que eso, si contaba bien. Se mordió los labios. Tan poco tiempo, el traje estaba listo y había sido reservado en casa ya que se suponía que Kuroo no debía verlo completo. Las invitaciones fueron enviadas y había estado recibiendo cartas de felicitación con pequeños regalos desde hace unos días. Su madre estaba cada vez más nerviosa, Akiteru lo visitaba cada vez más a menudo, su padre lo llamaba cada vez con más frecuencia, su futura familia política también pasaba mucho por aquí y Kuroo...no sabía que decir o que pensar de ese chico en realidad.

— Bebé, hizo más ropa para nosotros...— contrajo los labios y se acarició el vientre, se enojó cuando se enteró de que estaba dando vueltas arriba aún en contra de sus órdenes, aunque no podía llamar a esos pequeños enfrentamientos una discusión real y había sido difícil de explicar desde entonces.

Siempre se sentía como si algo faltara, no estaba seguro. Pensaba que Kuroo estaría más ansioso y por lo tanto más molesto con él porque lo estaba privando de estar con quién de verdad amaba, pero seguía tan paranoico por su salud y el bebé como todos los días...y sus ojos eran...

Quizá se resignó, pero ¿Un hombre resignado se tomaría tantas molestias por hacer ropa también para él? Entendía si se trataba del bebé, era su propia descendencia después de todo y un Alfa querría protegerlo por instinto, pero lo hacía sentir intranquilo y confundido. Lo que percibía era distinto a lo que se suponía que debería ¿Qué le pasaba? ¿Qué estaba tratando de hacer?

— Te puede gustar si quieres porque es tu padre, pero yo...

Se acarició el vientre y contrajo los labios. Había estado tratando de comprobarlo todos los días últimamente, pero no veía nada diferente y lo molestaba, estaba molesto todos los días por su culpa. Y el embarazo...

— ¿Cuándo...?

Tiró un poco de su ropa y se colocó hacia un lado, presionaba con cuidado sobre su cintura. A veces parecía que podía ver una pequeña curva sobre su abdomen, pero no estaba seguro ¿El bebé estaba creciendo bien? ¿Tendría espacio suficiente para crecer? ¿Qué debería hacer si se sentía incómodo más tarde? ¿Cuándo se notaría? Quería que empezara a notarse para que todos lo felicitaran e hicieran preguntas, tenía ganas de ser el centro de atención esta vez, aunque siempre lo hubiera odiado.

Era una idea que, de alguna manera, lo llenaba de una ilusión que no conocía, la más nueva en toda su vida, la más tierna felicidad...así que había conseguido soportar todo este tiempo aferrándose a eso.

No odiaba a su bebé después de todo y estaba seguro de que lo amaría mucho y de qué al menos no estaría solo ¿Verdad?

— La primera ecografía será después de la boda, así que pronto tú y yo vamos a...