Be Mine, Dear [Omegaverse]

Capítulo 42

>3< Actualización >3<

.

.

***************

La mañana era fragante y tranquila, brillaba en el exterior, la luz se filtraba a raudales a través de las ventanas y caía sobre la joven pareja que se mantenía ignorante del tiempo en los brazos del otro. Uno frente al otro, ojos que se mantenían fijos y una sonrisa alegre que acompañaba a otra, que se volvía más y más tímida a medida que el dulce silencio se prolongaba en medio de esa agradable calma.

— ¿Tienes que quedarte mirándome así? No es como si no me hubieras visto antes.

— Es que creo que hoy estás más bonito — Kuroo alzó la mano que abrazaba la cintura de Tsukishima y apartó algunos mechones de la frente de este, acariciándolo lentamente, con tal ternura que lo hizo sonrojarse — ¿Pasaste una buena noche? Sé que debe ser raro dormir en un lugar desconocido.

— Así que ¿Por eso viniste y te quedaste? Eres sorprendentemente bueno encontrando excusas que te convienen.

Kuroo se rió entre dientes y volvió a abrazar al rubio, le besó la nariz. Recordaba que cierta persona se había aferrado a él anoche, incluso gruñiría y se quejaría con fuerza si trataba de apartarse y dejarlo solo. Pensaba que Kei estaba tratando de ser pegajoso con él, tal vez porque le daba miedo quedarse solo, pero era demasiado tímido para admitirlo directamente, sin embargo su carita dormida era la misma.

Cada vez más tierna y Kuroo ya no fue capaz de dejarlo.

— ¿Qué?

— Nada, solo estaba siendo travieso, estoy seguro de que nadie lo notará — lo besó — Todavía es temprano, tengo que bajar a saludar...antes de que se den cuenta de que me colé aquí, pero tú puedes quedarte un poco más...les diré que estabas un poco abrumado ayer y que necesitas tiempo para relajarte.

— No soy de cristal, si empiezas a decir cosas extrañas, entonces van a pensar cosas extrañas.

— ¿Qué clase de cosas extrañas podrían decir?

¿Qué? ¿Ni siquiera lo podía imaginar? Que hubieran pasado la noche juntos ya se prestaba a todos los malentendidos posibles, aunque ya no eran inocentes de todos modos. Aun así Tsukishima no tenían ninguna intención de ir por ahí anunciándolo a todo el mundo. Hasta él sabía que no era apropiado, su madre ya lo había regañado mucho después de todo. Ella siempre decía que cuidar su reputación era importante.

— No pasa nada, toma tu tiempo para relajarte, voy a venir a buscarte antes del desayuno ¿Está bien? — lo besó — Voy a bajar para despistar a todos.

Apretó a Tsukishima entre sus brazos y, entre renuencia, pena y un poquito de tentación, no tuvo más remedio que desprenderse de ese calor y salir a hurtadillas de la habitación. Afortunadamente no había muchos empleados en la casa, por lo que no había nadie por la zona todavía. Padre debía estar en su estudio como cada mañana y su otro padre debía estar abajo supervisando el desayuno. Kenma no sería un problema ya que regularmente se quedaba en su habitación hasta que alguien le recordaba que había vida afuera, así que fue muy simple.

Pero no lo fue.

— Veo que estás de vuelta finalmente...parece que pasaste una noche agradable.

— Ah...— Tetsurō, que sonreía alegremente hasta hace un segundo, ladeó la cabeza con la expresión más indefensa que jamás nadie haya visto — Si, en casa...— tragó, miró al rededor, sin saber dónde detenerse e hizo lo posible por sonreír sin parecer culpable — Dormí en casa después de un tiempo, es obvio que voy a estar feliz y tranquilo, y...eh...estaba....fui a comprobar que todo estuviera en orden con Kei; está lejos de su familia y me preocupaba pudieran sentirse incómodo o abrumado por la soledad, sus padres siempre lo han cuidado mucho y...