𝟷𝟾

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☾︎☀︎︎|maite|☀︎︎☽︎

Llegó viendo doble pero llegó. Subo las escaleras, al entrar a mi habitación me encuentro con Luca durmiendo... Con nuestro hijo perruno al lado.

Me senté en la cama, para sacarme los zapatos, voy hasta el baño para sacarme el maquillaje también.

— ¿Maite?. —pregunta desde la habitación Luca, dormido.

— estoy en el baño. —le respondí mientras me hacía un rodete.

A los minutos lo tenía en la puerta, le sonreí.

— ¿Cuánto tomaste?. —se acerca riendo.

— poquito mi amor. —le agarre la nuca para darle un beso.

— si poquito, vamos a tomar agua, vení. —me agarra la mano.

Vamos hasta la cocina, me quedo sentada en la mesa mientras Luca me servía agua. Aunque yo estaba bien, no había necesidad de darme agua, no cuando hace minutos atrás estaba tomando cerveza.

Tome con la mirada de mi novio sobre mí, le extendí el vaso y lo dejó sobre la mesada donde lavamos los platos.

— vení, dame un abrazo. —abrí mis brazos, mirándolo.

Luca ríe y se termina acercando a mí, el abrazo se convirtió en un beso mágicamente.

— te amo. —le susurré, mordiendo un poquito su labio.

— te amo mucho más mi reina. —se separa un poquito sonriendo.

Le volví agarrar la cara para besarlo, sus manos viajaron hacia mi cintura rápidamente.  Saco su remera soltando una risita, Luca me mira negando.

Se acomoda bien entre mis piernas y ahora nos besamos con mucha más intensidad, apretó mis muslos con fuerza, me besaba con tanta desesperación. Me baja la pollera junto a la tanga, ni se molestó en desvestirme completamente.

— date vuelta, mi amor. —me ordena, mientras apretaba con fuerza mi nuca.

Le di un beso riendo, me baje de la mesa y hice lo que me pidió. Mis manos quedaron a los costados, de a poco fui sintiendo como Luca fue entrando en mí, me sostenía el pelo mientras daba cada movimiento.

De mi boca salían gemidos, apretaba con fuerza el mantel de la mesa. Yo solamente rogaba que a mí vieja no se le ocurra venir y encontrarse con esta situación, me muero.

Luca me hizo dar la vuelta un poco bruscamente, me estaba cogiendo enojado, con bronca... Me gustaba, me gustaba bastante que lo hiciera de esta manera.

Se acomodo entre mis piernas, pidió permiso y empezó a entrar en mí, haciendo que arqueé mi espalda y me sostenga de la mesa, mientras ambos dábamos embastiadas. En el aire había calor, había placer.

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𝐴𝑙 𝑜𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑖̄𝑎..

— despertate. —me llena de besos, hasta el perro estaba encima mío.

— quiero dormir, estoy cansada. —me di vuelta, ignorando todo.

vos | ˡᵘᶜᵃ ˡᵃⁿᵍᵒⁿⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora