☾︎☀︎︎|luca|☀︎︎☽︎
— ¡mi amor! —abracé a Maite saliendo del consultorio.
— para mí amor. —se ríe abrazándome también.—, Esperemos llegar a casa para festejar.
No podía más de la emoción, no me cabía en el cuerpo la verdad, estaba muy contento por la noticia.
— por mi que todos se enteren que voy a ser papá de un varoncito hermoso. —sonreí emocionado abrazando a mi mujer por los hombros.
— te amo tonto. —me agarra los cachetes y me da un beso.—, ¿qué podemos comer para festejar?
— lo que vos quieras mi amor, puedo cocinar lo que quieras. —digo abriendo la puerta del auto.
Maite sube y yo ahí rodeó todo el vehículo para subirme a manejar, apenas entré Maite vuelve a agarrar mis cachetes y me da un beso, me tomo por sorpresa la verdad pero se lo seguí de todas maneras.
— te quiero comer a vos. —susurra en mis labios.—, ¿se puede?
— vos siempre vas a poder. —le di un besito.
— bueno, igual primero tengo ganas de comer fideos con mucho queso, pero mucho queso. —me señala mirándome seria.
— cómo usted diga. —me río para comenzar a manejar.
Pasamos por un chino a comprar comida, aunque Maite sólo quería fideos con queso, pero también compramos algunas cosas dulces. Ya que por la tarde Lionel nos había pedido ir a merendar a casa.
Llegamos a casa y Maite fue a desatar a Max, quien empezó a correr por todos lados contento. Yo lo alce riéndome y le di besos, estaba cada día más hermoso mi hijo perruno, lo amo.
— ¿tenés hambre hijo? Tu mamá se olvido de darte comido seguro. —rode mis ojos dejándolo en el piso.
— si le di comida, pero tu hijo come si no hubiera un mañana. —me contesta Maite poniendo el agua para los fideos.
Serví comida para el perro y me fui hasta donde estaba Maite, tenía un jogging y una remera corta, cosa que tenía su pancita al aire y no pude evitar sonreír al verla de esa manera.
Me acercó a abrazarla por detrás, dejando mis manos justo en su panza, en la panza dónde estaba nuestro hijo. Me da mucha felicidad estar viviendo esto junto a ella, la amo demasiado.
— ¿ya te había dicho que te amaba? —le pregunto susurrando a su oído.—, Bueno, los amo. —corrigo.
— la verdad no recuerdo que me hayas dicho eso. —da una vuelta para quedar mirando.—, ¿mucho nos amas?
— con locura. —respondo dejando caricias en su panza.—, Me haces muy feliz Mai. —la mire a los ojos.
Amaba mirarla, amaba encontrarme siempre con esos ojitos azules que me miraban con amor, con tanto me miraban, cómo yo los miraba también.
nunca imaginé terminar así con la persona que conocí porque se tropezó y casi la pise.
No pude evitar reírme al recordar eso, de lejos había visto como se había caído alguien y alcance a pegar el frenazo. Para después bajarme y verla ahí puteando en el piso, que lindo momento.