☾︎☀︎︎|maite|☀︎︎☽︎
Salí a tomar un poco de aire, la gente, la risa y los gritos ya me habían abombado un poco. Me senté en una de las hamacas que tenía mi hermana en el patio mientras acariciaba mi panza.
Mire al cielo, las estrellas, era una noche linda y acá es cuando pienso en Paulo, ¿Estará contentó con la noticia de que va a hacer tío? Que doloroso es, que mal me siento.
— Mai. —hablan a mis espaldas y yo me seco las lágrimas rápidamente.
— ¿Que pasó chango?. —lo mire tratando de sonreír, pero me queda mirando unos minutos.
— Agus te busca... Para la foto de hermanas que se sacan todos los años. —dice cómo puede, ya que en esa foto participaba Paulo también.
Inconscientemente hago un puchero y siento cómo mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas, en eventos así era dónde más se notaba la ausencia de Paulo y no saben cuánto me dolía.
— ey negrita. —me abraza por los hombros.—, Pegaron fuerte los síntomas del embarazo eh.
— no es solamente eso. —hablé un poco cansada.—, Es que lo extraño demasiado.
— todos lo extrañamos cuña, no hay día en que Lionel me pregunté dónde esta su tío. —acaricia mi brazo.—, Pero él siempre va a estar.
— necesito a Luca. —me escondí en su pecho.—, ¿Dónde está mi novio? Lo necesito.
— ahora voy a buscarlo. —me da un beso en la cabeza.—, ¿Lo esperas acá?.
Asentí secandome las lágrimas como podía, bajones así me agarraban muy raramente, con el tema del embarazo no tuve tanto tiempo para pensar en que ya no estaba. Pero no verlo, ver nuestra foto en mi fondo de pantalla, ignoraba mi propio dolor.
— amor. —viene Luca con cara de preocupación y yo lo abrazo fuerte.—, ¿Qué pasó mi reina? ¿está todo bien?.
— ¿Nos podemos ir a casa?. —le pedí abrazándolo fuerte, como una nena chiquita y él era mi lugar seguro.
— si obvio, vamos. —agarra mi cara con cuidado.—, Secate las lágrimas y vamos mi amor.
Luca se encarga de pasar sus dedos para secarme las lágrimas, trato de reponerme y volvimos a entrar. Cualquier cosa me empecé a sentir mal por el embarazo, que las hormonas en si, si me estaban haciendo pija.
Fui a agarrar mis cosas, y en eso siento que me estaban agarrando la pierna al mirar hacia abajo me encontré con Lionel.
— ¿Ya te vas tía?. —hace puchero.
— si Ramirito. —me agaché a su altura.—, La tía ya está cansada, necesita dormir.
— ¿Mañana podemos ir a tu casa con mis papis y las mellis? Así estoy con vos.
— obvio mi rey, los espero. —le di un beso en la mejilla sonriendo.
Me empecé a despedir de todos, con mi hermana nos abrazamos y entendió que quería irme porque mi estómago estaba revuelto, ella más que nadie entiende estás situaciones.