𝟼𝟶

2.8K 290 112
                                    

☾︎☀︎︎|luca|☀︎︎☽︎

— pero cálmate hermano. —me habla Franco queriendo agarrar mi brazo.

— ¡No me dicen nada! —me suelto de su agarre.—, Quiero saber cómo está mi mujer, ¡Cómo está mi hijo!

Hace dos horas Maite estaba en sala de parto, más bien en cesárea cómo era riesgo no me dejaron pasar con ella. Estaban Vivi, mi hermano y mi mamá esperando acá conmigo, mamá y mi suegra se habían ido a tomar un café para calmarse.

— yo me muero si les pasa algo Franco. —le digo soltando lágrimas.—, No puedo imaginarme una vida sin Maite.

— todo va a salir bien Luca, las noticias malas llegan rápido. —se sienta al lado mío.—, Están tardando mucho, quiere decir que...

— ¡Quiere decir que puede pasar cualquier cosa! —lo interrumpí tapándome la cara por el llanto

— Maite es fuerte y mi sobrino también, anda a lavarte la cara, lávate la cara y anda a preguntar que onda.

Me levanté cómo pude y caminé hasta el baño mientras sentía como se caía mi mundo. Lavo mi cara y me quedo apoyado en el lavamanos un ratito pensando en todo, no puedo imaginar que les pase algo.

Voy saliendo del baño y me doy cuenta que estaban dos amigos del barrio, y una de sus hermanas. Me miraron tratando de darme ánimos.

— Luca. —viene la hermana de Seba a abrazarme.

— me voy a matar si les pasa algo. —dije llorando en su hombro.—, Maite es el amor de mi vida.

— va a salir todo bien hermanito. —dice Sebastián palmeando mi hombro.—, Tu mujer y tu hijo van a estar bien.

— pero no me dicen nada. —suspiré secandome las lágrimas.

— Luca. —viene mi suegra y yo me doy vuelta rápidamente.—, El doctor te está buscando.

Me seque las piernas rápidamente y empecé a caminar atrás de mi suegra. Cuando voy llegando hacía él médico veo cómo las enfermeras vienen con una camilla, estaba Maite dormida y en los brazos de la otra había un bebé todo tapado.

Se me llenaron los ojos de lágrimas al sentir el llanto del bebé, de mi hijo.

— hubo complicaciones pero nada que no se pudo resolver. —dice el médico sonriendome.—, Felicidades muchacho, ahora los asean y puede pasar a verlos.

— era mi hijo. —mire a mi suegra sonriendo.—, ¡Era mi hijo!

— felicidades lukita querido. —me abraza fuerte.—, Es una etapa hermosa y estoy orgullosa de que seas el papá de mi nieto.

Me da un beso en la cabeza y yo sonreí, caminé atrás de una enfermera para poder ver a los amores de mí vida. Me puse alcohol en gel en las manos y me indicaron dónde era la habitación, quedaba en la planta alta.

— la señorita Muñoz no tiene que hablar, por la cesárea. —me indica el médico.—, Lo menos posible.

Asentí, no me importaba las indicaciones yo quiero verlos. Entró a la habitación y veo cómo mi mujer le estaba dando el pecho a nuestro hijo, la sonrisa de Maite era única.

vos | ˡᵘᶜᵃ ˡᵃⁿᵍᵒⁿⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora