☾︎☀︎︎|maite|☀︎︎☽︎
Ayer estaba en España, hoy estoy en Inglaterra, visitando a mi hermana. Va, en realidad estamos acá por el nacimiento de mis sobrinas, las mellis. Hasta mi vieja vino, dejo a Max con Justina.
Saludo a mi cuñado apenas entra a la casa, quien me abraza fuerte. Raro de él, pero seguro es por todo lo que está pasando, menos disimulado es.
— ¿Cómo estás? ¿Bien?. —me pregunta, mirándome.
— estoy bien, si. —le sonreí, pero le estaba mintiendo.
— ¡Tia... ¿Por qué no vino mi tío Luca con vos? ¿Por qué?. —cuestiona Lionel, cruzandose de brazos.
Porque es probable que tu tío Luca no nos quiera ni ver en figuritas.
— porque está con el torneo amor, pero igual te mando muchos abrazos. —lo alce, llenandolo de besos.— Cada día más grande estás vos.
— y más facha, mira esta carita. —se agranda, a lo Zeballos.
— bueno, bueno, tampoco te agrandes. —rode los ojos.
Zeballos puso el agua para los mates, Agus estaba arriba durmiendo a las bebés. Hace una semana habían nacido, recién antes de ayer le habían dado el alta, pero eran hermosas.
Me senté al lado de Paulo, apoyándome en su hombro, mamá estaba haciendo una tarta de manzana creo, no se, cosas raras que se pone a hacer cuando está aburrida.
— PAPI, ESTÁ JUGANDO BOQUITA. —grita Lionel, de la nada.— MIRA, ESTÁ MI TÍO.
Miramos todo la tele, para si, encontrarnos con el partido de boca. Estaba jugando Langoni, que al parecer no estaba teniendo un buen partido que digamos, se lo veía distraído y en desacuerdo con sus compañeros, no estaba con la cabeza ahí.
Siento algo raro al verlo de esa manera, es raro... Porque en parte sabía muy bien el motivo por el que estaba así, pero también quería hacerme la tonta, la boluda.
No duró mucho igual, porque termino marcando un gol, que yo supongo que por costumbre iba a tirar un beso, cómo solía hacerlo cuando me dedicaba los goles a mí... Pero termino abrazando a sus compañeros solamente, dejándome vacía.
— ¿Y el beso?. —pregunta mi sobrino, confundido.
— hijo... Mejor toma tu leche, vení. —lo llama el changuito, para hacerlo callar de alguna manera.
— ¿Querés ayudarme a hacer esto hija?. —me pregunta mi mamá, y yo desvío mi mirada de la tele.
— si ayúdala mejor. —susurra mi hermano, dejando caricias en mi hombro.
Voy hasta donde estaba mi mamá, qye la ayudo pisando la manzana, mientras trataba de no pensar más, pero era algo casi imposible, Luca seguía en mis pensamientos, parecía que se había adueñado de absolutamente todo.
De reojo veo la tele, se ve que el partido habia terminado, y justo lo estaba entrevistando, escuchar su voz... Lo peor de todo es que no tenía su camiseta puesta, ¿A quién se la habrá dado? O bueno, capaz la intercambio con alguien.