☾︎☀︎︎|luca|☀︎︎☽︎
— ¿No sentiste que estaba todo tensó entre Justi y Luna?. —le pregunto a Maite una vez que estábamos solos.
La merienda había salido con éxito, Luna era una vieja amiga de la infancia que en su momento se fue a vivir a Brasil y ahora que volvió me contacto. No es todo como cuando éramos chicos pero la amistad seguía estando.
— Jus anda medio paranoica. —se acerca a darme un beso mi novia.—, Pero es cuestión de que se conozcan más.
— ¿Paranoica por qué?. —me reí pasando mis manos por su cintura.—, Si Luna es buena onda.
— piensa que Luna quiere con vos. —me contesta obvia y yo quedó sin entender.
Que risa, no se puede saber.
— ay amor. —tire mi cabeza hacia atrás riendo.—, A Luna la conozco desde los cinco gorda, ni ahí pasa algo.
— yo no estoy diciendo que va a pasar algo, ella me cae bien. —ríe dándome besitos.—, Pero ahora que lo pienso, es dudable.
— no es para tener dudas amor, te aseguro que Luna conmigo cero, y yo con ella tampoco, desde mocosos nos conocemos, no paso cuándo eramos adolescentes, menos ahora que estamos más grande. —le digo con seguridad, con la verdad.
Maite me abraza nuevamente y yo correspondo, no quiero que se empiece a hacer las cosas por boludeces, la verdad es esa, entré Luna y yo no pasó, ni va a pasar nada, somos amigos.
Seguimos ordenando mientras escuchábamos un poco de música, ni idea lo que íbamos a hacer hoy a la noche pero era viernes, y un poco manija estaba.
— Justina me invitó a tomar algo en su casa, las dos. —me mira mientras doblaba la ropa limpia.—, Obviamente no voy a tomar.
— ¿Y si te pregunta por qué no tomas?. —arqueo una ceja guardando la ropa que me iba pasando.
Era así, ella doblaba la ropa y yo la guardaba éramos un trabajo en equipo. La convivencia dentro de todo estaba saliendo bien, mejor de lo que imaginé.
— le digo que estoy con antibióticos. —me guiña el ojo.—, Yo tengo todo calculado Langoni.
— bueno amor, igual tené cuidado. —la miró.
— ¿Vos tenés pensando juntarte con los chicos o algo?. —pregunta sentandose en la cama.
— por ahora nada amor, veo si pinta algo con Vicente o los pibes del barrio. —digo acostandome.
Maite se recuesta con cuidado a mi lado, visualizo su rostro, es que es tan hermosa, estoy tan enamorado, me vuelven loco sus ojitos celestes, sus labios carnosos.
— ¿Podés no mirarme como un psicópata?. —me saca de mis pensamientos.
Ella ahora me estaba mirando confundida, seguro la quedé mirando como si fuera un pelotudo, pero que me importa.
— estoy viendo a la mujer más hermosa del mundo. —la abrace fuerte.
— a vos los síntomas si te pegaron, estás más cursi. —me dice separándose un poco.—, Me estás apretando fuerte amor.