☾︎☀︎︎|maite|☀︎︎☽︎
Con lágrimas en los ojos, y los brazos de Langoni rodeando mi cuerpo salimos del cementerio. Fue duró, fue duró ver a mi hermano ahí, verlo de esa manera, verlo por última vez.
Mi mirada va hacia mamá, quién estaba llorando en el pecho de David, mientras mi tía trataba de consolarla también. Agustina estaba con el chango, todos estamos de la misma manera, destrozados.
— mi amor. —se acerca Jus a abrazarme.—, Todo va a estar bien mi princesa, te lo prometo. —me susurra mientras me sobaba la espalda.
— solamente quiero a mi hermano de vuelta Jus, no voy a soportarlo. —digo entré llanto.
Aunque tratara de calmarme y dejar de llorar, no podía, millones de recuerdos invadían mi mente, parecía que venían a mil por hora, pero siempre estaban.
— vamos a casa. —me susurra Luca.—, Vamos con tu mamá y David.
— si vos tenés otras cosas que hacer anda tranquilo. —lo mire secandome las lágrimas.
— yo quiero estar con vos ahora, vamos dale. —agarra mi mano.
Fuimos hasta el auto caminando así, Agus y yo íbamos abrazando a mamá, quien no paraba de llorar y preguntarse ¿Por qué?. Es una verdadera mierda lo que está pasando.
Yo fui con Luca en su auto, mamá se fue con David, y Agus con el chango, quiénes se iban a su casa con sus hijos, a Lionel lo tenían dormido en el auto, que fue otro griterío de llanto cuando le explicaron la situación y del porque no iba a ver nunca más a su tío.
En el camino sólo se podían escuchar mis sollozos, mientras Luca me hacía mimos en la pierna y agarraba mi mano para dejar besos en esta.
— vamos a pasar a comprar algo para comer, no desayunaste nada. —dice doblando en una esquina.
— no me siento bien Luca, no quiero comer, quiero llegar y acostarme. —dije sin mirarlo.—, Pasemos a comprar algo para vos, pero yo no quiero nada.
— para la noche entonces mi amor, pero tenés que comer algo. —me hace mimos en la mano.
Yo sé que tengo que comer, pero no tengo hambre, no puedo pensar en eso ahora, estoy mal, me arrancaron una parte de mí, horrible me siento.
Llegamos a casa, al entrar estaba todo en silencioso, supuse que mi mamá ya había llegado y se fue directamente a acostarse.
Voy hacía la cocina dónde ahí estaba el prometido de mi mamá, Luca vino detrás mío, y ahora los tres nos quedamos mirando.
— se acostó... Dijo que no quería hablar con nadie. —habla David, y nosotros asentimos.—, Igual voy a hacer unas pechugas al horno para cenar, ninguna de los dos ha comido en todo el día.
— está bien... Mucho hambre no hay igual. —le contesto sacándome los zapatos.
— es duró Mai, creeme que lo sé, pero a él no les gustaría verlos de está manera. —me mira apenado.—, Voy con tu mamá por si necesita algo.
David me dedica una última mirada y se va hacia arriba. Me doy media vuelta para encontrarme con Luca recostado en la pared, él también estaba mal, en el último tiempo fueron más cercanos con Paulo, y me encantaría saber el porque.