☾︎☀︎︎|ｍａｉｔｅ|☀︎︎☽︎
Estoy arrodilla en el inodoro, vomitando lo que había almorzado. Todo me caía mal, todo, comía poquito, vomitaba igual, comía mucho, vomitaba igual, YA NO ME GUSTA ESTAR EMBARAZADA.
Luca se asoma al baño y se arrodilla a mi lado para sostenerme el pelo, la estoy pasando muy mal.
— ¿Esto es normal?. —pregunta preocupado.
— estoy embarazada. —suspire apoyándome en la pared.—, Todo va a caerme mal, me revuelve el estómago todo.
— ¿Y va a hacer así los nueve meses?. —me arquea una ceja.
— esperó que no, porque no me pienso aguantar. —me levanto con cuidado para irme a lavar los dientes.—, Yo pienso que los hombres también tendrían que tener síntomas.
— obvio que los tengo. —rueda sus ojos cruzandose de brazos.—, ¿No viste qué tenía ansias de comer chocolate?.
— si Luca, si. —me reí mirándolo.
Después de lavarme los dientes me fui a acostar con mi novio y nuestro hijo perruno, Max estaba sobre lo pies, y yo estaba recostada en el pecho de Langoni.
— ¿Qué te dijeron?. —le pregunto, refiriéndome a su lesión.
— unas semanas más. —suspira dejando caricias en mi cintura.—, No quiero hablar del tema.
— ey. —agarre su carita.—, Paciencia mi amor.
— te amo. —me susurra sonriendo.
Me acercó más a él para dejar un beso en esos labios hermosos que tenía.
— te amo más. —le di un último piquito.—, Tenemos que prepararnos para ir a la ecografía.
— es verdad, hoy voy a conocer a mi hijo o hija. —habla emocionado bajando hacia mi panza.
— ¿Qué te gustaría que sea?. —pregunto haciendole mimos.
Luca le estaba dando besos a mi pieza, no les niego que al principio era raro pero al pasar de las semanas me gustaba. Ambos estábamos contentos con la noticia, aunque todavía no queremos decir nada.
— la verdad me gustaría una mini Maite, con tus ojitos claros. —sonríe mirándome.—, Pero también quiero a un mini yo, ¿Podemos tener dos?.
— mejor vamos de a uno. —me reí agarrando su carita.—, Yo quiero que tengan tu sonrisa, todo de vos menos el humor.
— ey. —me mira mal.—, Mi humor es mejor que el tuyo.
— sos re toxi Luca. —ruedo los ojos.
— nada que ver. —niega, y después de unos segundos se aleja.—, ¿Por qué el de la T y la M te da like?.
Me empecé a reír al escuchar esa pregunta, me terminó subiendo encima de él y llenarlo de besos, mientras Luca ni me tocaba.
— dale gil, dame amor. —le sacudí la cabeza.
— ay que bruta. —me vuelve a mirar mal.—, No te voy a dar nada, porque no me respondiste.
