☾︎☀︎︎|ｍａｉｔｅ|☀︎︎☽︎
— ¿Estás seguro? —lo mire dudando, me daba miedito.
— yo no tengo que estar seguro, vos tenés que estar segura mi amor. —habla Luca acariciando mi panza.—, Es tu hermano.
— no es mi hermano Luca, mi hermano es Paulo. —dije con cara de orto.—, Yo solo tengo a Paulo cómo hermano.
— bueno amor, perdón. —se acerca a darme un beso.—, Es cómo vos quieras mi reina, vos decidís amor.
Ahora estoy dudando en si ir o no, pasa que en parte siento que le estoy cómo fallando a Paulo yendo a hablar con Valentino, él no sé si hubiera aceptado eso.
— tenés que darle una oportunidad amor, tenés que ver que le dijo ese viejo de ustedes.
— ¿Y si Agus se enoja? —lo mire haciendo puchero.—, Yo no quiero que mi hermana se enoje conmigo.
— Agus no se va a enojar Mai, ella de alguna manera lo va a entender. —me sonríe.—, ¿Vamos?
Asiento no muy convencida, agarramos a Max y subimos al auto, me daba miedo conocerlo de alguna manera, nunca en mi vida lo había visto, literalmente era un desconocido para mí.
Quedamos en encontrarnos en un café, Luca me iba a acompañar pero no se iba a quedar, iba a ir a pasear con Max y después iba a volver cuándo yo le avisé, me gusta que me esté acompañando en todo esto.
Llegamos al lugar acordado y miré a mi pareja con miedito, él soltó una risita y se acercó a darme un beso, miré hacía la ventana y estaba Valentino afuera del bar esperándome. Me baje nerviosa.
— vení. —le agarré la mano a Luca quién tenía a nuestro hijo perruno en brazos.
Me empecé a acercar a Valentino quién me miraba con una sonrisa, y yo apreté con fuerza la mano de Langoni, los nervios me ganan disculpen, mi novio sólo me miró haciendo una mueca de dolor.
Llegué a su lado y suspiré nerviosa, me sorprendía el parecido que tenía con mi progenitor, y eso significa que se parecía a Paulo también, quiero llorar.
— Mai. —sonríe acercándose.—, Al fin nos conocemos en persona, hola. —me abraza y yo correspondo.
— ¿Cómo estás? —le sonreí separandome.—, Él es Luca, mi novio. —lo presentó.
— un gustó. —le extiende la mano Luca.
— Valentino, mucho gustó. —sonríe aceptando la mano de mi novio.—, ¿Entramos?
— cualquier cosa avísame. —me mira Luca dándome un beso.—, Te amo.
— te amo, nos vemos. —le susurré sonriendo.
Con Valentino entramos al café y por suerte habían unos sillones vacíos, era más cómodo que las sillas. Nos fuimos a sentar ahí, era todo raro, muy raro.
— ¿Es un poco raro no? —sonríe mirándome.—, Dude mucho en si hablarte o no.
— ¿Eso por qué? —pregunté yo acomodando mi campera.
