09 - Reescrito

326 13 0
                                    

—Como te gusta mirarme —Mateo me sonríe, intercalando su mirada entre mis ojos y la carretera por la cual está conduciendo.

—Oh, no sabes, me encanta —ruedo los ojos, clavándolos en la ventanilla.

Tenso la mandíbula disimuladamente, no quiero parecer una histérica, pero el maldito conduce con una lentitud que resulta ser una tortura para mi paciencia. No sé si lo hace a propósito o qué, pero qué ganas de romperle el volante en la cabeza. 

—Tú hermana se volverá loca como me vea llegar contigo —murmura creo que de forma inconsciente porque parece muy distraído en la conducción.

—¿Qué se supone que significa eso? —frunzo el ceño, mirándolo con cierta repulsión.

Él me mira rápido, y parece haberse arrepentido de lo que ha dicho.

—Ah, no, nada —niega rápidamente —. Debe ser molesto que le quiten el puesto a la prima favorita.

Prefiero no decir nada. No me creo ni una palabra de lo que dice, y la verdad es que me da igual. No me voy a meter en su vida, no quiero ser una versión femenina de él ni mucho menos.

Tardamos en llegar a casa, pero llegamos. Lo primero que veo en cuanto comienza a verse la vivienda es a mi hermana ahí parada como un perro guardián esperando a su amo.

—Genial, solo esto me faltaba —susurro para mí misma, aunque Mateo debió de escucharme por el silencio. Me froto las sienes, preparándome para el dolor de cabeza que regresa con la aparición de mi queridísima hermana.

Me bajo del auto y lo primero que hago es entrar a casa, ignorando totalmente a Adelia que me tira una mirada cargada de confusión. Huyo porque paso de presenciar su encuentro con mi primo, no quiero ni imaginarme lo que se traen esos dos.

Me voy a mi habitación, me tumbo en la cama y no tardo nada en dormirme.

~~~

—¡Ámbar! —escucho el chillido de mamá que me hace esconder la cabeza bajo la almohada para ensordecer temporalmente mis oídos —. ¡Mira qué hora es, dormiste toda la tarde!

—Diez minutos y voy —suelto con la voz ronca.

—Ya está lista la cena —me quita la sábana de encima —. ¡Dale, levántate!

Suelto un quejido con los ojos aun cerrados. Es tan molesto que me despierten contra mi voluntad.

—Levanta de ahí, parece que tenga un vagabundo en vez de una hija —me suelta encendiendo la luz, cegándome al instante.

Me tapo la cara con el antebrazo, sin ganas de hacer nada, y mucho menos de estar ahí metida entre esta familia de locos que tengo.

—En tres minutos te quiero abajo.

Sale de la habitación, dejándome sola con mi depresión post-sueño. Tras varios minutos, entiendo que no tengo remedio, así que me obligo a mí misma a levantarme, soltando un largo suspiro.

Me voy al baño, y precisamente me encuentro con las persona que menos quería encontrarme.

Mateo está ahí, colocando tranquilamente sus cosas de higiene.

—Rápido —me apoyo en el marco de la puerta, soltando un leve bostezo.

—Nadie te ha impedido que entres —suelta con una juguetona sonrisa.

Entro y lo empujo para que me haga espacio delante del lavabo. Me lavo la cara ante su mirada. Todo bien hasta que trato de coger la toalla, porque Mateo se me adelanta para molestarme.

—Qué gracioso estás hoy —comento con la cara aun mojada. Intento arrebatarle la toalla, pero obviamente lo evita.

—Un besito primero —señala su mejilla.

Tomándolo desprevenido, me seco la cara con su camiseta.

—Jódete —le escupo antes de intentar salir, lo consigo, pero él me sigue.

Me sigue hasta mi cuarto el psicópata.

—¿No se te va a ir nunca el complejo de acosador? —le pregunto antes de abrir la puerta de mi habitación.

—Solamente quería preguntarte una cosa.

—Adelante —me cruzo de brazo, esperando su pregunta.

—¿Por qué...?

—¡La cena ya está servida, bajen! —interrumpe mi madre.

—Uy, qué pena, en otra ocasión será —me encojo de hombros, sonriendo por primera vez desde que me desperté.






___________

Es un poco de locos estar escribiendo esta historia desde 2019 y seguir sin tener una versión terminada al 100% JAJAJAJA

Bueno, una personita que comentó me recordó que aún lo tenía pendiente, así que aquí estoy de vuelta. Espero que siga alguien vivo.

𝐓𝐞 𝐨𝐝𝐢𝐨  ‖ Trueno (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora