Ámbar
—Cierren la puerta y dejen dormir —gruñe Erick con los ojos cerrados. Sofía sonríe divertida ante la situación.
—Quítenmelo de aquí —bufo.
—Calla, sabes que me amas —me abraza, acercándome aún más a él.
—¿Duermen... juntos? —pregunta Mateo. La enfermera se muerde el labio para reprimir la risa, esto le parece divertido.
—Sofía, ayúdame —pido, mientras Erick hace lo posible por cerrarme la boca.
—Que duerman bien —cierra la puerta arrastrando consigo a Mateo, quien me miraba como si hubiera matado a su madre.
¿Y este qué?
Dejando todo de lado y sin más remedio, cierro los ojos intentando dormir, cosa que no puedo hacer por el abrazo de oso que me está dando Erick. Intento moverme, pero el espacio para hacerlo es inexistente.
Me rindo, dejando que me abrace. Clavo mi mirada en el techo, a veces resulta interesante y ayuda bastante a dormir.
—Le gustas —murmura de repente, rompiendo el silencio que tanto estuve esperando. Ladeo la cabeza para mirarlo, creo que la confusión en mi cara es más que evidente.
—¿Qué?
—Le gustas —repite con la voz ronca, estaba a punto de dormirse.
—¿A quién? —se queda en silencio, odio que deje a medias las conversaciones y él lo sabe perfectamente.
—Hazme mimos —cambia de tema, acariciándome el hombro. Niego con la cabeza, algo inútil porque él no me ve porque sigue estando boca abajo.
—No —me niego.
—Por fav...
—No.
Levanta la cabeza, mirándome insistentemente. Cierro los ojos, ignorándolo.
—Vamos... No seas mala, hermanita.
No le contesto.
~
Abro los ojos cuando la sequedad en mi garganta se hace más presente, es bastante molesto seguir durmiendo sin humedecerla.
Por suerte, Erick ya no me está abrazando como el loco que es, así que puedo ir a por agua. Me rasco los ojos, tratando de aclarar mi vista. Me incorporo en la cama cuando al fin lo consigo.
Agarro las muletas, las cuales yacían a un lado de mí cama. Me levanto, dejándole más espacio a mi hermano. Salgo de la habitación y bajo las escaleras.
Cuando llego al piso de abajo, voy a la cocina. Me preparo un vaso de agua. Me lo bebo entero, satisfaciendo a mi garganta. Dejo el vaso ahora vacío en el fregadero.
Aprecio el jardín de la casa a través de la puerta de la cocina que da a él, no estaría mal tomar un poco de aire. Abro la puerta de cristal.
Respiro hondo cuando el aire fresco de la noche choca contra mi cara. Salgo de la cocina, cerrando la puerta para que no se enfríe la vivienda. Me siento cuidadosamente en el césped verde, aunque a estas horas se ve más oscuro.
Dejo las muletas a mi lado, me dedico a observar la luna olvidando a todo mi alrededor. Brilla tanto que los ojos me duelen, sin embargo, no aparto la mirada de ella. Es hipnotizante.
—¿Qué haces aquí? —la voz de Mateo llega a mis oídos, haciendo que salga de mi ensimismamiento.
Arrastro mi mirada por todo el jardín, intentando localizar de dónde viene la voz. Lo veo sentado en una esquina
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𝐓𝐞 𝐨𝐝𝐢𝐨 ‖ Trueno (REESCRIBIENDO)
FanficÁmbar, que siempre ha mantenido una vida normal, recibe la noticia de que el hijo del hermanastro de su madre, es decir, su primo Mateo, va a vivir con ella por asuntos familiares. REESCRIBIENDO (probablemente muchas cosas no tengan sentido, ya que...