Ámbar
—No pasó nada.
Una sonrisa cínica ronda por sus labios cuando esas palabras salen de mi boca. Niega con la cabeza, acercándose. Frunzo el ceño ante eso.
—No te engañes.
Entrecierro los ojos en su dirección. Sabía que me diría algo así después de esa desagradable escena. ¿Por qué insiste en ponerme todo tan difícil?
—Hazme un favorcito y déjate de joder, ¿quieres? —hablo tras unos instantes de silencio.
Me incorporo en la cama mientras echo el pelo que me cae por cara tras mis orejas. Noto sus ojos encima de mí, así que levanto la mirada. Me mira serio y yo le correspondo de la misma forma.
—¿Por qué me pides que lo olvide, prima? —masculla —¿Te aterra lo que provoco en ti?
Me quedo en silencio, mirándolo.
Me encojo de hombros, tratando de ignorar sus palabras. Indiferente, eso es lo que quiero ser.
—Muy bien, si quieres la verdad, allá tú —suelto sin más remedio. Camina hasta donde estoy, se planta frente mí. Ahora estamos uno delante del otro, aunque yo sigo sentada en la cama. Tengo que alzar la cabeza para seguir mirándolo y demostrar que no me intimida —. Mi cabeza estaba en otra.
—¿Y...?
—Pensaba en alguien y no sabía como olvidarlo. Así que...
—Muy bien, puedes callarte —me corta sin expresión.
Sonrío falsamente y me encojo de hombros.
—Lo siento por ti.
—No lo sientas —me suelta con amargura.
Ya, pero bien que quería hablarlo.
—Genial, entonces si los dos salimos ganando, pasado pisado —me estiro en la cama y cierro los ojos—. Cierra la puerta cuando salgas.
—Si lo hago es solo para ayudar a una pobre inválida temporal —suelta malhumorado.
—Muy gracioso.
—La graciosa eres tú con la bromita de besarme.
—¿Te recuerdo quien empezó? —cuestioné, mirándolo con desafío.
—No es necesario, el último es el que cuenta —me corresponde con la misma mirada —¿Sabes lo que es ganarle una apuesta a cinco personas?
—No, ni lo sé, ni quiero saberlo —suelto con indiferencia —. ¿Con quién participaste?
—Con mis amigos —dice con orgullo —. Ah, están viniendo, por si quieres salir a saludar.
—Sí, bueno, ya me pasaré —le resté importancia a sus palabras —. Ah, y no le cuentes a nadie más esto. Más vale que te asegures que tus amigos mantengan la boquita cerrada. Mi madre me matará como se entere de que me he metido contigo.
—Se supone que a ti te vale mierda la opinión de los demás.
—No si mi vida está en juego.
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𝐓𝐞 𝐨𝐝𝐢𝐨 ‖ Trueno (REESCRIBIENDO)
FanfictionÁmbar, que siempre ha mantenido una vida normal, recibe la noticia de que el hijo del hermanastro de su madre, es decir, su primo Mateo, va a vivir con ella por asuntos familiares. REESCRIBIENDO (probablemente muchas cosas no tengan sentido, ya que...