Llamas Cruzadas

Capítulo 10

-Ayúdame con esto.- pronuncié y la vi asentir para mi. -Muero por hacértelo sin prisas- besé sus labios y me cerní sobre ella en la cama.

-La puerta no está asegurada.- pronunció pero aún así se encargaba de desnudarme. Bajaba mi pantalón y levantaba mi camiseta haciéndome desear tomarla justo ahí.

-Así es más rico.

-Exhibicionista.

...

-Pasemos el día juntos.- me miró con una ceja alzada. -Vamos, aún estoy de mal humor por lo qué pasó.

-Pensé que lo habías desquitado todo sobre mi catre- reí, quería hacerlo lento pero no pude, no pude contenerme una vez estuve dentro de ella.

-Vamos a desayunar, al cine, a pasear y luego nos acurrucaremos en mi departamento.

-¿Cual de todas?

-Todas, en ese orden.- no dejé que respondiera y la arrastré a mi camioneta.

El turno me había parecido eterno y ahora solo quería despejarme un rato en su compañía.

Los chicos se mostraron empáticos conmigo hablando con Min sobre compartir todos la sanción, este se negó y los echó amenazando que no rebajaría la mía pero que les daría una a ellos por cuestionar. Aún así se que solo es justo.

-¿Que vas a pedir?- quiso saber.

-Huevos, queso, tocino, pan y café.- asintió.

-Quiero eso mismo pero jugo de naranja

-Sin café entonces- afirmó la mesera y esta negó.

-Todo lo que pidió pero al mío le agregas jugo de naranja- anotó la orden y salió en su búsqueda. -Ahora si me dirás que te hizo reaccionar así, tú no eres agresivo Hobi.

-No lo se, creo que tengo mucho en la cabeza- tomé su mano por sobre la mesa. -He estado muy solo estos días.

-¿Tienes mucho soltero?- afirmé -Siempre quise preguntar.. ¿esta decisión la tomaste porque alguien te rompió el corazón?

-¿Como así?- no entendía.

-Es decir, el cambiar tus gustos. Cambiar de recibir a dar de un día para el otro- habia tomado agua de mi vaso y prácticamente me atraganto con ella.

-¡Pero que dices! ¿Crees que soy pasivo?- asintió con convicción. -¿Estas loca?

Nuestros platos fueron dejados sobre la mesa y esta comenzó a comer como si nada.

Como si no me acabase de decir que tengo cara de que me gusta que me den. Maldita sea que no pude continuar con la conversación al sentarse una pareja a nuestro lado.

-Pareces molesto.- lo estaba.

Habíamos llegado al cine y elegimos cualquier cosa, no tenía cabeza para nada más que no sea el hecho de que esta me veo como pasivo.

Negué y esta llevó su vista a la película nuevamente.

No se si por la hora o porque en efecto, eran las 10 de la mañana pero la sala estaba vacía totalmente, solo nosotros estábamos aquí.

Llevé mi vista a sus muslos, se hacían aún más grandes al estar sentada y se me antojó estar en medio de ellos.

Tenía las palomitas en sus piernas y el refresco a un lado.
Tomé uno de los chocolates que había comprado y lo llevé a su boca. Sentí su lengua rozar mi dedo deliciosamente y maldito infierno que me encendió.

Su vista continuaba en la pantalla, parecía ajena al hecho de que me había provocado una erección con solo rozar su lengua contra mi dedo.

Miré a los lados y continuábamos solos. Mi mano fue hasta su pantalón y deshice el botón.

-¿Que haces?

-Mira la pantalla.- adentré mi mano y esta abrió las piernas dejándome acoger su intimidad en mi mano.

-Hobi

-Shh, no seas nenita.

Mi dedo medio delineó su intimidad con delicadezas, la vi morder su labios y la humedad llegó.

-Ábrete más- pedí -Justo así- se había reclinado contra el asiento dándome total acceso a ella. -No traes sostén ¿verdad?- negué para mí mismo aspirando su olor. -¿Que haré contigo? ¿Debo coserlo sobre esas hermosas tetas?- negó -Levántate la blusa, déjame verte.

Esta se colocó la blusa sobre sus pechos y los dejó libre, sus duros pezones me llamaron al instante. Mi lengua fue a ellos y los humedecí mientras esta se restregaba en mi mano.

-¿Te la vas a follar?- asintió -Móntala, vamos. Hazlo duro como te gusta y te cogeré como puta cuando lleguemos.

-Ahh marika- sus manos fueron a sus propios pechos mientras se restregaba contra mi mano. Mis dedos fueron a su interior y acaricié con delicadezas su interior mientras que esta gemía para mi. -Hobiiii

-¿Que? ¿Te quieres venir?- asintió -¿Quieres empaparme los dedos justo aquí?

-¡Si! Eso quiero

-¿Y si mejor te sientas en mi cara?- la rozaba solamente y esta se estremecía con ganas, se restregaba pero no le permitía obtener mucha fricción. -¿No quieres? ¿No quieres ir al baño, desnudarte para mi y follar mi cara con tantas ganas que me empapes completo? Quiero esas deliciosas piernas montarme, apretar mi rostro y asfixiarme con ganas cuando tú coño se libere. ¿No quieres?

-Ahhh hijueputaaaahh- reí, lo había conseguido.

-¿Estas bien?- Estaba sudorosa, roja y agitada. -Pareces que tuviste un orgasmo, pero eso no es posible ¿o si?- mordía su labio con ganas. -¿Eres multi-orgásmica primor?

-No lo se- pronunció al fin, trataba de recomponerse y era obvio que el orgasmo la había golpeado con ganas.

-Verás que si

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