Capítulo 19

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Pov Victoria

Mi cuerpo se sentía como si un camión me había pasado por erriba, hacia años no me sentía así, menos por sexo.

Entreno duro para tener la condición física que mi trabajo amerita, lo que para muchos puede ser sexo duro y desenfrenado, para mi es solo vainilla. Aunque, nunca había estado con un bombero, menos con un hombre tan grande y de tantos músculos.

Tenía media hora escuchando el agua correr, estaba en la ducha, era obvio que no quería salir, y puedo imaginarme el porque.

Quizás se arrepiente de haberlo hecho, después de todo, al apenas terminar, dentro de mi por cierto, volvió a besarme no teniendo solo con eso, y contrario a todo lo que había visto en un hombre, comenzó a moverse aún dentro de mi y volvió a ponerse duro, entonces volvimos a hacerlo.

Ahora estaba sobre la cama, llena de semen, esperando entrar al baño para limpiarme, pero el no parece querer salir a enfrentar lo que pasó.

Yo tampoco podía esperar más.

Me levanté y busqué entre los cajones, agradeciendo el encontrar paños húmedos desechables, los usé limpiando mis piernas y demás y comencé a vestirme.

Salí lo más rápido que pude hasta el ascensor cuando escuché su voz llamarme, y logré irme a tiempo, pero eso no evitó que lo viera salir con la toalla en la cintura y las gotas de agua empapando el suelo del pasillo.

Ese hombre es peligroso, incluso para mí.

El auto había quedado en mi trabajo, así que tomé un taxi a casa, faltaba 1 hora para que Victor salga a la escuela, debía llegar a tiempo, porque de no ser así, me sometería a un interrogatorio.

Cuando llegué encontré aquella camioneta frente a mí casa, parecía haber superado los límites de velocidad, pero no era así, más bien el señor del taxi que había tomado era lo suficientemente mayor como para creer que el paso caracol seguía de moda. Así que si, el bombero estaba frente a mi casa, conversando con mi hermano, mientras miraba en dirección al taxi del que no planeaba bajarme.

Pero lo hice, pagué y caminé hasta el jardín, -Buenos días hermano

-Buenos días, Llegas 3 horas tarde y sin auto.

-Se averió

-Mmm, me voy a la escuela, arreglalo para que llegues a tiempo mañana.- y con eso se marchó dejándome con aquel hombre intimidante.

-¿Quieres un café?- traté de aliviar la tensión, no fue así, cuando asintió me vi sin energía para respirar, aquel bombero era demasiado para los mortales.

Entramos, en silencio, preparé las cosas -¿Negro?- asintió, negro como mi alma.

Mi alma es un poco más negra por corromper a un siervo del Señor, otra vez.

El café estuvo listo, ambos comenzamos a beberlo, pero el no hablaba. Ni siquiera me miraba. Mmm

-¿No te gustó?- preguntó el, estuve a punto de hacer una broma sobre que el café lo preparé yo, luego entendí que en efecto, se refería a lo que pasó en la madrugada, en su cuarto de hotel. -Se que no tengo mucha experiencia pero...

-¡¿Estás loco?! ¡Fue el mejor sexo de mi vida!- bueno, quizás mi expresión fue algo espontánea, pero no fue exagerada, era la verdad. -Me refiero a que si, si me gustó.- a quien no pareció gustarle del todo fue a otro.

-Te fuiste, por eso creí que...

-Tenias media hora en el baño, claro que debía irme, es la señal para los polvos de una noche.- abrió la boca con indignación pero no dijo algo.

-Perdí la noción del tiempo, lo lamento, sobrepienso las cosas - dijo después de unos largos minutos. -Yo nunca hice algo como eso de manera tan... osea, con alguien que...

-Que no sea tu novia- asintió -Entiendo, no tienes porque atormentar te, pide perdón a Dios y sigue con tu vida- tomé ambas tazas y las llevé a lavar, lo que sea para que no noté como mis traicioneros ojos se aguaron con solo la idea de que se aleje del todo de mí.

-Quizás deba disculparme- siguió

-¿Porqué?- no lo digas.

-Debí quedarme en la cama, y abrazarte o...- reí liberando tensión de mis hombros.

-No era necesario, no soy ninguna virgen y no tenemos una relación sentimental como para esperar algo como eso, fue solo sexo, casual.- y no se porque pero esas palabras me dolieron.

-Quizás no lo necesites, pero yo...

-Ya pasó- suspiré -Debo darme un baño y ...

-Te espero- mmm -Ve a darte un baño, yo voy a esperarte.

-No entiendes, voy a darme un baño y a dormir porque...

-Lo sé, sé que vas a...- oh

Mis ojos se posaron sobre el, estaba nervioso como un crío cuando está a punto de declararse, solo asentí y caminé hasta mi cuarto.

Me desvestí y dejé mis cosas para meterme bajo la ducha a cuerpo completo dejando que el agua me acogiera y que el olor del shampoo me envolverá.

Cuando salí del baño, luego de tomarme mi tiempo, logré oler algo más que mi shampoo. En la cocina, el estaba ahí, había cocinado el desayuno, seguía tenso como hace rato, así que tomé asiento mientras llevaba solo unos pantalones cortos y camiseta, comenzamos a comer.

Así sin mirarnos, sin hablar, solo acabando lo que había en los platos.

El estaba nervioso y yo también, desde que era adolescente y aquello que pasó conmigo y mi familia pasó, no había tenido a alguien dispuesto a acercarse así a mi, que no fuera solo sexo.

O no lo sé, quizás mi necesidad porque algo más pase me hace ver cosas donde no las hay.

Me recosté sobre la cama, bajo las sábanas, y el, el se despojó de su pantalón, y su camisa, y así, en bóxer se metió a la cama conmigo y me abrazó desde atrás.

Al Dios al que tanto le ora que me ayude.






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Llamas CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora