Capítulo 14

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-Hola- dije luego de haber tocado, mi hermano estaba frente a el, ambos en la oficina del mayor. -¿Saben porqué no vino Clau? No me responde las llamadas y estoy preocupada.

-Le duele la cabeza. Dijo que tomaría algo e iría a la cama.- respondió aún sin levantar la mirada.

-Bueno- aquello me pareció extraño, había venido a trabajar anteriormente con dolor de cabeza o estómago. Salí de la oficina dejando en mi cerebro una nota mental sobre ir a su casa al día siguiente.

Decidí ir a la sala de descanso encontrando a Jungkook recostado en el suelo, hace días lo noto pensativo, incluso algo distanciado de Taehyung, no parecen peleados en sí, pero por lo general siempre están juntos. Tomé asiento y este giró su rostro, luego volvió su vista a la ventana. -Seo, ¿te puedo preguntar algo?

-Claro

-No tengo amigas mujeres, solo tú y Clau, pero creo que ella no sabe de estás cosas.

-Puedes contarme, pero estoy segura que ella también podría ayudarte.

-Conozco a una chica- asentí -Ella está pasando por un mal momento, uno muy duro. Quiero ayudarla, de verdad lo intento, pero ella. Es como... - suspiró con cansancio -Nos conocimos de niños, unos 15 años. Estudiábamos juntos y ¡mierda!, cometí la estupidez de ir a su casa y nos encontraron... ya sabes. Sus padres son muy religiosos, solo se que luego de eso se mudaron.

-¿A los 15?- mi sorpresa era notoria

-No me juzgues- pidió con dolor

-No lo hago, lo juro. Es solo que... ¡perdiste tu virginidad a los 15!, yo lo hice a los 22- me miró como si tuviera un tercer ojo. -No me juzgues, continúa.

-Hace unos meses la volví a ver. Y estaba mal. Está embarazada y el ¡maldito malnacido! ¡Puta mierda!

-Calma.

-El idiota no la ayuda la mandó a abortar. Sus padres la echaron de casa y no tiene a donde ir.

-Lamento oír eso. ¿Quieres saber cómo ayudarla?

-Se cómo, ella no quiere.- volvió a suspirar -Tengo un departamento, no vivo en el porque prefiero estar con Taehyung pero lo tengo, entonces la llevé allá. Entonces me molesto porque cuando voy a llevarle cosas la encuentro limpiando el departamento, o no está porque fue a buscar trabajo. Le digo que guarde reposo pero no hace caso, es testaruda y...

-Entiendo, estás preocupado. ¿Cuántos meses tiene?

-6, aún no sabe el sexo.

-¿Porqué no te sientas. Hablas con ella, le dices que debe guardar reposo y que tu solo quieres ayudarla?, como su amigo.

-¿Y crees que no lo hice? No me escucha.

-Hazlo de nuevo, y si no escucha razones puedes pedirle al médico que hable con ella. ¿Quién la trata?

-Va al hospital del centro

-Conozco una ginecóloga muy buena, era mi maestra cuando estudiaba. Está en clínica privada pero...

-No me preocupa eso, en este momento el dinero es lo que menos me preocupa, de verdad.

-Jungkook, ¿estás seguro de que solo quieres ayudarla? Es decir, ¿puede que ella te guste todavía?- la sirena resonar se escuchó por toda la estación y este se perdió con rumbo al camión mientras me dejaba en mi lugar.

...

Como lo tenía planeado cuando fue mi hora de salida le pedí a mi hermano que me acercara al departamento de Clau, necesitaba hablar con ella.

Por alguna razón no me creía aquello del "dolor de cabeza" apenas subí a su piso lo noté.

La puerta estaba abierta dejando ver como dos enormes maletas adornaban el salón, esta revisaba algo en su teléfono cuando me vió llegar.

-Clau

-Más tarde ¿si? Necesito no llorar justo ahora.

-Claro, ¿en que te ayudo?

-¿Me acompañas al hotel?- asentí tomando una de las maletas mientras esta tomaba la otra y salimos del lugar.

El trayecto en auto fue silencioso y lento, esta parecía no haber dormido nada en toda la noche. También tenía sobre ella cierto olor a alcohol.

-¿Quieres que conduzca?- pregunté aquello a sabiendas de que quizás no estaba en condiciones.

-Descuida, ya casi llegamos.- el hotel en el que aparcó era algo retirado, más se tomaba camino recto para llegar a la estación, por lo que no le tomaría mucho el tránsito. Luego de bajar del auto esta se dirigió a recepción y de esta regresó con una llave, luego subimos al quinto piso nuevamente en silencio.

Apenas llegamos se volvió a tomar una de las botellas del mini-bar y bebió parte del contenido de esta. -¿Quieres un trago?

-¿No es muy temprano?

-Ninguna a dormido, así que- se encogió de hombros -En realidad es tarde.

Tomé de la botella que me ofrecía y acabé sentada a su lado. -Ya no va a regresar.- dijo entre lloros.

-Clau, el te ama- negó

-Hubieras visto su cara. El... cuándo el y yo...- volvió a llorar -Él fue a casa- dijo aún llorando.

-Y discutieron- traté de ayudarla pues lloraba mucho, asintió.

-Luego... me besó y nos besamos y follamos.- parecía dolida por aquel hecho -Y luego se fue, se fue sin decirme nada.

-Clau, preciosa. Eso no significa que hayan teminado, puedes que...

-No viste su cara, tenía una cara de arrepentimiento, de asco cuando se fue- negó para si misma. -No puedo, no puedo solo volver allá y verlo odiarme de esa manera. Lo perdí Seo, ya no me ama.

-No digas eso- conforté -Solo deben darse un tiempo para pensar las cosas- volvió a negar.

-No haré eso, no ando arrastrándome como una loca. Nunca hice algo como esto, me la paso llorando por lo rincones mientras el maldito me ignora- volvió a beber. -Que se joda, que se puto joda el maldito. ¿Puedes entregar mi carta de renuncia?






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Llamas CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora