-Deja de reírte, no seas idiota. ¿Para eso me llamaste?- no paraba.Estuve minutos enteros en su presencia mientras le contaba lo pasado y solo reía.
-Es que.. ¿quien finge ser gay para tirarse a su crush.
-Yo- dije por lo bajo -Pero la culpa no fue solo mía, ella no me dejó explicarle- cuando estaba dispuesto a hacerlo.
-Debe estar muy molesta. También es creativa, un plan asi mo lo inventa cualqu...- su ceño se frunció. Tomó su teléfono frente a mi y marcó en este. -¿Tu lo sabias Pequeña maliciosa?- guardó silencio-El embarazo falso- escuché una carcajada y luego este la imitó. -Te veo mas tarde, pagaras por esto.
-Ahora buscas a Seo para burlarte de mis desgracias- suspiré. -El turno ya acabó, si me vas a regañar hazlo ya- negó.
-Ella se echó la culpa, al parecer así de bueno follas. Largo- hizo un movimiento con la mano. -Si lo haces otra vez haré que transfieran a uno de los dos al turno diurno.
Salí del lugar aun con mi uniforme, quería hablar con ella, disculparme, suplicarle si era necesario.
Necesito flores
Flores que digan perdóname. Lirios
Fui a la mejor floristería de la ciudad y compré un ramo para ella, quería llevarle el desayuno pero seguro me retrasaría así que mejor la invitaría luego de hablar.
Me dirigí a su edificio y mis manos sudaban al verme frente a la puerta. Toqué con nerviosismo y su hermana fue quien me abrió.
-Hola- saludé con cortesía
-Hola
-¿Puedo pasar?- negó -Está molesta ya veo- asintió -¿Y si le dices que estoy aquí?
-Lo sabe- esta vez fui yo quien asintió
-¿Crees que las reciba?- mostré las flores. -Quería disculparme pero...
-Lo hará- se las tendí. -Un consejo de mi parte, regresa en una hora con mas- dijo por lo bajo antes de cerrar la puerta.
Bien, si eso era necesario, eso haría.
Me dirigí a mi departamento, me di un baño, me cambié de ropa colocándome unos pantalones y camisa negros, me perfumé y regresé por mas flores al lugar que antes había ido.
Esta vez pedí 36 rosas rojas dentro de 24 blancas, había sido acomodado de manera hermosa. Pasé por el lugar donde tienen sus postres favoritos y los pedí empacados, acomodé todo en mi vehículo y luego de llegar nuevamente habían pasado unas dos horas.
Subí hasta su departamento y toqué el timbre dejando solo ver por la mirilla las flores y los dulces.
-Eso si entra, tu no.- esta salió envuelta en una pequeña pijama de una sola pieza. Podía ver sus pezones por sobre la tela, apreciar su cuerpo por la caída de la tela.
-¿Y si me quiero disculpar? Yo te amo, de verdad lo hago.- me cortó
-Puedes dejarlo sobre la mesa y si mañana estoy de humor podemos hablar.- asentí algo cohibido.
-Se que no es justificación pero estaba desesperado.
-No las quiero ahora- dejé todo en su mesa y la observé tras de mi, me observaba con detenimiento.
La vi pasear su vista por todo mi cuerpo antes de morder su labio. Dió dos pasos hacía mi y temí. Sus labios me acogieron en un beso deseoso e intenso.
Su lengua rozó con impaciencia mi labio, sus dientes mordieron con ganas, sus manos me apretaron a ella.
-Pensé que estabas molesta- pronuncié con la respiración entrecortada, apenas podía respirar.
-Finjamos- besó mi cuello -Finjamos que llevas un mes disculpándote,- mordió y chupó -Que tardé todo un mes recibiendo tu cortejo antes de perdonarte.- abrió mi pantalón y camisa con prisas.
Me guió hasta su cuarto y mis manos la tomaron y alzaron sobre mi para sentir mas de cerca esos maravillosos besos.
-Necesito hacerte el amor- me despojé de lo poco que quedaba de mi ropa y esta se abrió de piernas luego de alejar su pijama de su cuerpo.
Besé sus muslos, su abdomen, cadera, pechos, deslicé sus bragas ya húmedas y enterré mi cara en esa delicia húmeda y caliente que tanto me gusta.
-¿Porque estas tan rica? ¿Um?
-Es tu culpa ahhh- apretaba mi cara con sus muslos -¿Como es que estas tan bueno? ¿Como hueles tan rico?- dejé una amplia lamida cual repetí varias veces haciéndola estremecer, la sentí tomar mi pelo y halarme hacia ella. -Eres mío, no te atrevas a olvidarlo.- asentí sobre su boca para besarla con ganas.
Me adentré en ella con lentitud y se sintió aun más delicioso que cualquier otro día. Nuestras manos estaban unidas y entrelazadas sobre la cama. Nuestras miradas una sobre la otra y nuestros cuerpos tan unidos que parecíamos uno.
...
-Gracias.
-No me agradezcas aún, no logré mi venganza, así que tendré otra.- besé su frente, estaba sobre mi, ambos desnudos, acurrucados. -Tampoco me hice del rogar, no puedes ponerte ese perfume sí estoy molesta.
-¿Porque?
-Me da alergia y se me abren las piernas- reí contra su piel.
-Te amo, te amé desde que llegaste a la estación con toda esa energía que desborda, con toda esa fuerza femenina. Con toda esa sensualidad y rudeza. Eres tierna, consentida y haces todo por los demás, vengativa también- la sentí reír. -Eres mas de lo que merezco- se posicionó a horcajadas sobre mi.
-Te amo, te amo por lo hermoso de tu corazón, me ayudaste a traer a mi hermana, me animas, cuidas de mi. Fomentas mis locuras, eres sexy, hermoso, conoces casi todo de mi y aun así respetas cada parte, coges como los dioses y lo mejor de todo no mirarás a ninguna otra porque si lo haces que arrancaré las bolas.
-Nada como unas hermosas palabras de amor antes de dormir.- piqué sus labios.
-¿Quien dijo que dormirás?- la vi levantarse y buscar algo en sus cajones. -¿Sabes porqué dicen que los latinos tenemos la sangre caliente?- negué -Yo te diré amor bonito, después de todo soy tu maestra- regresó con unas esposas.
-Clau- negó
-No te haré algo que no quieras papacito.- volvió a su posición anterior y me esposó sobre la cama. -Hoy sabrás lo que es follar- pronunció mordiendo levemente mi oreja. -¿No se te ha quemado la polla de tanto coger?- negué, me había endurecido nuevamente. -Te mostraré como amor bonito.
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Llamas Cruzadas
FanfictionNo hay algo más ardiente que un grupo de bomberos sexys.... Si lo hay de hecho, Un grupo de bomberos sexys y cachondos.