Capítulo 2

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Pov May

Este país es silencioso, preocupante mente silencio.

Caminé a prisa para alcanzar el camión que me llevaría a mi trabajo. Había dejado ambos y conseguido uno en una cafetería en las mañanas, es un café bastante fino y exclusivo, la paga es buena y no es en horario de la universidad.

Había tomado el consejo de mi hermana y luego de que Seona prácticamente me llevara a rastras a dar un recorrido, me inscribí. Quiero especializarme en Gourmet y espero que cuando comiencen las clases mi idioma se haya perfeccionado.

Hoy debíamos mudarnos y a pesar de que había dejado casi todo lo mio empacado, cual no era mucho, quería llegar a tiempo para ayudar a Clau.

Al llegar nos pusimos a preparar las mesas y dejar todo listo para abrir el café, una de mis compañeras había mencionado con anterioridad que solían venir famosos tipo actores o idols, pero yo nunca he visto alguno.

Aunque la mayor parte del tiempo estoy tras la zona de preparación. Algunos casos, de clientes no deseados como dice mi compañera, esta me pide atenderlos a mí, por lo general son antiguos compañeros de universidad o alguna amienemiga suya.

Tenía varios meses viviendo aquí, desde que mi hermana me mandó a traer de México y subirme a un avión nuevamente y saber que no me llevaría a mi tierra me hizo entristecer. Luego recuerdo que al fin podemos estar juntas, que al fin tenemos esta pequeña familia que nos queda en un solo lugar y un sentimiento de alegría viene a mi.

Me helé, cuando me dijo que se mudaría con su novio, me sentí sola nuevamente. No esperé que me habrían incluido o que la idea haya sido de él. Es decir, es agradable conmigo y eso, pero no creí que tener a la hermana de su pareja bajo el mismo techo era algo que propondría él.

Así que ahora, tengo a mi hermana, a su novio con quien comparto gustos en películas y a una hermana de otra madre. Amigos en el trabajo y espero que también en la universidad.

-Nos vemos mañana- me despedí de esta.

-Igual- la dueña se encontraba para el cambio de turno, es una joven algo gestosa, uno de los amigos de mi hermana había conseguido este sitio para mí.

Me dirigí a la parada de autobús nuevamente mientras comía unas galletas de mi bolsa, llevaba postres para quienes nos ayudarían a mover las cosas.

Cuando llegué al lugar quedé con la boca abierta, estaba todo prácticamente vacío, solo los muebles que mi hermana aseguró eran de la casera.

-Vaya, terminaron rápido.

-Claro, tengo 7 hombres fuertes a mi servicio.- sonreí ante lo dicho

-Creo que no hay suficiente pastel- negó

-Descuida, los demás ya se fueron. Solo están los menores y Hoseok, los veremos allá- asentí me dirigí al refrigerador, había dejado una arepa que quería calentar para almorzar, no la veía.

-¿Te la comiste?

-Se iba a dañar

-Usted si es mucha verga- mi ceño se frunció -La dejé ahí antes de ir al trabajo.

-¿Quien te manda a hacer tan pocas? Haz mas la próxima vez.- la vi sonreír.

-Por eso tienes ese enorme trasero, roba comida.

-Lo dices como si tu no lo tuvieras pequeña. Vamos a nuestro nidito de amor.

-Dirás tú nidito de amor.

-Nuestro, porque te amo.

-Ahh- chillé y esta se burló. Salimos del lugar y luego de subir a su camioneta nos dirigimos al lugar. -Vaya.- el edificio era gigantesco, fino, y solo era desde fuera.

-Lo único malo es que la parada de autobús está demasiado lejos. ¿Segura no quieres que te deje mi auto?- negué

-¿Estás loca? No se, ni quiero aprender a conducir. Temo matar a alguien.- subimos esta tomando mi mano, me conoce, sabe que estoy nerviosa.

La vi marcar el piso 7 y comenzó a subir el ascensor, esta abrió una de las primeras puertas del pasillo y un amplio departamento nos recibió.

Al interior se escuchaban las voces de varios hombres, la risa de mas de uno también.

-Pasa linda, ¡papito, llegamos!- ahh, es una pegajosa.

Por el pasillo hicieron presencia los amigos de mi hermana, primero su novio quien venia zafándose del agarre de uno algo mas alto que él, seguido de el tatuado, no llevaba camiseta y su abdomen era... tenía cuadritos donde creía que no alcanzaba, tras el la pálida piel al descubierto de Park Jimin, recordaba su nombre. No lo había olvidado desde que lo vi por primera y última vez.

Su torso no era tan marcado como el del tatuado, pero aún así continuaba mostrando músculos, tenía un tatuaje de el costado y sus labios gruesos invitaban a faltarles el respeto.

A mi mente vinieron las palabras de mi hermana.

"No preguntes por el"

"¿Porque?, ¿es casado?"

"Peor, es un puto"

Había llamado mi atención desde que lo ví y mi hermana lo notó en aquel entonces, pero verlo sin camisa, sudado y con ese pantalón tan bajo que dejaba ver el inicio de lo que se me había prohibido, no hacía más que tentarme a ir contra mi buen juicio.

-Hola hermana de Clau- escuché hablar al castaño.

-May, se llama May Taehyung

-May ellos son Jungkook, Taehyung y Jimin, no se si los recuerdas- claro que lo hago.

-Hola- el más pálido sonrió y fue a la cocina para tomar su camiseta y tenía una secuencia de lunas tatuada en su espalda.

Era una red flags andante y a mi me encantan de esos.




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Llamas CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora