Capítulo 19

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-Ya despertó- May había sido la única a la que permitieron verla pues aún estaba débil, la policía también había pasado alegando que era mejor iniciar el proceso desde ese mismo día -Le dijo a los policías que cuando despertó lo hizo en la parte de atrás de una camioneta y luego fue traída aquí. Que ni siquiera logró ver los rostros de quienes la trajeron por estar débil, pero les dió la descripción de los dos que la secuestraron.

-May, ¿puedes quedarte sola con ella o deseas?- negó para si mismo -Jimin, quédate con ellas- el mencionado asintió. -Los demás debemos ir a la estación. Falta poco para el cambio de turno.

-Min- el otro negó

-Ella está estable y despierta. Todos iremos a trabajar. Hoseok y Seona también, informaré que no recibiremos casos médicos pero deben estar en la estación.

-Me quedaré con ella- dijo el antes mencionado, y quien hablaba hasta hace un segundo negó.

-Eres líder de equipo y debes...

-¡Debo estar con mi mujer!

-Yo voy al trabajo y a él que se quede.

-No, lo hará Hoseok. Él está como loco justo ahora y eso va a alterar a Claudia, debe quedarse alguien que pueda cuidar de ambas- señaló a la más baja. -Así que vas a ir al trabajo, dormirás un rato y mañana cuando estes más calmado vienes a verla.

-Hyung dame las llaves- Jungkook se había acercado a su mayor y tomado las llaves de su auto. -Lo llevaré- ambos salieron del lugar siendo seguidos por Taehyung.

-Vamos.

-Min, Seona puede ir a casa- negó

-No, irá a la estación con nosotros. Mírala, está a punto de tener un ataque de pánico. ¿Crees que es buena idea dejarla sola?- no esperó a que respondiera -Jimin, me llamas cualquier cosa. Llamé al capitán de la policía y hay un par de ellos en recepción, ahí estarán hasta mañana.

Este condujo con calma luego de eso, yo me mantenía en mi asiento apretando la mano que me brindaba buscando con ello algo de tranquilidad.

Habíamos pasado a su casa por lo que cuando llegamos el turno diurno ya se había ido. -Ve a dormir- señaló el sillón de su oficina. Este era amplio pero lo que menos quería ahora era dormir.

Pareció entender aquello pues volvió a mi y tomó asiento en el suelo a mi lado. -¿Recuerdas hace algunos meses que llegué tarde a tus entrenamientos?- asentí -No me quedé dormido como dije. Sargento se había escapado. Los busqué por horas y cuando decidí llamar a PA para que me ayudaran si alguien lo llevaba allá lo ví por la ventana de la cocina. Jugaba en el patio de lo vecinos.- sonrió -Ellos tienen una piscina, pero también tiene un jardín trasero, suelen cosechar zanahorias- negaba con la cabeza mientras reía -Sargento las había sacado todas, luego se lanzó en la piscina y luego volvió a la tierra creando así barro, repitió aquello unas tres veces antes de ser visto. Me pasaron el video incluso. Tuve que pagar la limpieza de la piscina, a un jardinero para que arreglara el desastre y una suma para que no llamaran a PA pues decían que un perro así no podía estar sin correa.- para este punto reía enternecida por la historia que me contaba. -Si no quisiera tanto a ese cachorro malcriado lo hubiera dejado en otra estación de bomberos.- sonrió -Fin de la historia, a dormir.- cerró mis ojos con sus manos.

-Gracias

-No hables, duérmete.

Cerré los ojos y me dejé ir por el cansancio del día.

...

Cuando desperté noté la hora en su reloj, eran pasadas las 5, el turno casi acababa y mi cuerpo estaba dolorido y tieso.

Desperecé y miré a mi alrededor, me encontré sola en la oficina. Quería darme un baño, cambiarme de ropa. Las nauseas producto de los nervios habían tomado mi estómago y decidí dirigirme a las regaderas lo antes posible antes de hacer algún desastre ahí mismo.

Me dejé arropar por la fina capa de agua mientras deseaba que mis preocupaciones abandonaran mi cuerpo como el sudor, pero aquello era imposible.

Mi cuerpo se estremeció entero cuando sentí las manos de mi novio tomar mi cintura, lo había visto llegar y adentrarse a las duchas aun con las ropa puesta empapándola en el proceso. -¿Como estás?

-Eso debería preguntarlo yo- dijo y su voz era fría y dura. -Mi amor

-Estoy bien. Estoy bien ahora que estás conmigo- me abracé a el y no me preocupé por su ropa húmeda, no si lo tenía conmigo. -¿Fuiste a verla?

-Si, hablé con Jimin, mañana por la noche podrá comer.

-No pareces tú. Se que estás nervioso por ella pero...

-Me preocupas tú- dijo por lo bajo. -Olvidemos esto Seo, vámonos de esta maldita cuidad, del país si quieres y...

-Namjoon, mi... nuestra amiga está mal herida, fue secuestrada hace apenas unas horas y ..

-Por lo mismo, se respira peligro en este lugar. No puedo esperar a que algo así te pase a ti, enloquecería si alguien te daña.

-No me pasará nada, siempre estoy acompañada ¿lo olvidas?- aquello lo hizo reír con sorna

-Más bien siempre estás con Min- escupió con molestia, con rabia. Aquello me hizo alejarme para buscar la toalla.

Habíamos tenido diferencias antes pues a este no le gustaba que pasara mi tiempo con el Señor Min, pero el era mi amigo, no dejaría de tratarlo como lo hago solo porque él así lo desee.

-Es mi amigo. Me ayuda.

-¿Con qué Seona? ¿Con que puede un hombre ayudar tanto a una mujer ya tomada?

-¿Tomada? ¿Crees que estamos en el siglo XV?

-Sabes a lo que me refiero

-No, de hecho no lo sé Namjoon, deberías ser mas claro.

-¡A ti metida en su casa todo el día como si fueras una...

-¿Una que Kim Namjoon?





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Llamas CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora