Caminábamos hasta mi camioneta y no podía dejar de pensar en lo agradable que la pasamos.Esos ojos almendrados tan hermosos y esa sonrisa deslumbrante. Esta vez no subió atrás -Así no estás tan solo aquí.
-Entonces voy a estar solo yo- su hermano me hacía reír.
-¿No que no me soportabas?- aquello se lo dijo porque esta parecía encontrar gusto en mofarse de el y su aparente gusto por su amiga la de las conversaciones de plantas.
-De todos modos no podemos ser novios. En unos meses debo irme.
-¿Se mudan?- quise saber.
-Víctor cumplirá su mayoría de edad. Es un genio también así que irá a Estados Unidos a estudiar. Yo solo soy su cuidadora por estos meses.
-Irás con él entonces- negó
-Regresaré a Francia. Korea es... rara.- se acomodó el cabello y concentró en responder unos mensajes en su teléfono, yo por mi parte conduje hasta la dirección que ya conocía.
-¿Quieres pasar? Nos pagaste el almuerzo y trajiste a casa. Lo que menos podemos hacer es invitarte un café o algo. ¿Si tomas café?- asentí pero no tomaba. -No tomas. Bueno, jugo. Agua o una alargada conversación.
-Claro- ambos bajamos del auto, su hermano ya lo había hecho, el interior la casa estaba decorado de la manera tradicional coreana.
-Es horrible, lo se. Mis padres la heredaron de mis abuelos y así la dejaron. Victor planea hacer lo mismo.
-¿Y tu?
-Ohh, no es mi herencia.- me invitó a sentarme. Se perdió por la cocina para buscar algo y regresó con jugo, galletas y queso. -¿Cómo es ser bombero?
-Es malo, cuando las personas mueren es malo- asintió dándome la razón -Es bueno, cuando salvamos a alguien a tiempo o cuando vemos un milagro suceder.
-Que bonito
-¿Y el tuyo?
-Mmm, paga las facturas así que es bueno. Me gusta bailar también, así que...- se encogió de hombros. El teléfono en mi bolsillo volvió a vibrar. Sabía quien era.
-Lo lamento, pero debo irme.
-Por supuesto. Ya te retuve lo suficiente. Te acompaño- caminamos ambos, ella delante y vi lo que me obligaba a no ver.
Señor, por favor.
-Gracias por la compañía.
-Nada de eso, es un placer- dijo de manera suave. -Adiós Señor Bombero.
-Hasta el domingo- me despedí y caminé hasta mi vehículo, no fue una vez encendido que le avisé a mi madre que iría a verla. Debía ser rápido, de esa manera me prepararía para el trabajo.
-Madre- saludé con un beso sobre su cabeza.
-Te hice de comer pero como no respondías invité a algunas personas.- cuando llegué al comedor estaba Sana, sus padres.
-SeokJin, no te vimos en la iglesia hoy- la mujer fue la primera en hablar, los saludé como era debido y tomé asiento.
-Lo siento mucho. Me quedé dormido- la cara de asombro de los tres fue mucha. -Hace mucho que...
-Que debiste haber dejado ese trabajo. Tu padre también era igual de terco.- mi madre regresó con mi plato, ya había comido pero no podía hacerle el desplante.
-Si aquel trabajo te absorbe tanta energía y sueño. Deberías dejarlo. Dios proveerá. Ya tienes más de 30 es tiempo de pensar como hombre de familia. Toma de ejemplo a tu padre- habló la madre de Sana.
-Mi padre fue bombero toda su vida y aún así siempre tuvo tiempo para mí y mi hermana.- el estruendo de cubiertos caer contra un plato se escuchó. Reaccioné tarde por lo que había dicho.
-Sana saldrá a pasear esta noche con Park BoGum, ambos jovenes han estado llevándose bastante bien. Creemos que es el hombre que el señor tiene para ella.
-¡Mamá!
-Me habría encantado que tu y SeokJin llevarán el compromiso a cabo.- interrumpió mi madre.
-No estábamos comprometidos- agregué
-Esa cercanía con el joven Park no es prudente aún ¿hace cuanto terminó su relación con la hija de los Kim? Unos meses.
-Si, pero esa muchachita era algo...- me levanté de la mesa interrumpiendo a la mujer.
-Debería irme a preparar, hoy debo recibir turno. Dios los bendiga.- me despedí con una inclinación.
Caminé hasta la puerta pero cuando planeaba irme noté a la mas joven seguirme. -Quisiera hablar contigo SeokJin.
-Por supuesto- yo también quería, así dejábamos claro todo de una vez y por todas.
-Le acepté la salida solo porque irán más personas.- ok -Pero si me dices que te molesta puedo...
-Sana, está mal esto. Que en verdad creas que yo... nosotros no tenemos nada. Eres una mujer maravillosa pero yo no...
-¡Me besaste!
-No, no lo hice. Estaba pasándola mal el día en que murió papá. Te colaste en mí cuarto y me besaste en un descuido. Eso fue lo que pasó.
-Eres tan duro conmigo. Yo solo quiero mostrarte que puedo ser la mujer que mereces.
-No soy duro
-Dame una oportunidad. Dame una oportunidad para probarte que puedo hacer que te enamores de mí. ¿Porqué te comportas así conmigo? Serena ya no...
-Preferiría que aquel tema no sea tocado. Tampoco el beso que tomaste. Es algo que a quien perjudica es a ti después de todo.- dicho esto caminé hasta mi camioneta esperando al fin algo de paz en el trabajo.
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Llamas Cruzadas
FanfictionNo hay algo más ardiente que un grupo de bomberos sexys.... Si lo hay de hecho, Un grupo de bomberos sexys y cachondos.