Capítulo 3

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-Es extraño verte en tan tarde en estas reuniones.- en efecto, lo es.

-Quise quedarme un poco más- no era mentira, solo no tengo que decir el motivo. Ese es que la rizada pareció ganar el interés de cada hombre aquí, cosa que...

Señor

La conversación con Park BoGum surgió de manera tranquila, solo temas a azar para llenar espacios, sucesos entre ambos turnos, el retiro de su antiguo Sargento cual está bastante próximo y que ninguno de su equipo está lo suficientemente preparado como para asumir. Aún así mantenía la vista de manera disimulada en solo una persona en la sala, ella.

Pero tan pronto como me sentí agusto con la conversación fuimos rodeados por un grupo más grande, poco después era solo un grupo grande en la sala, todos sentados en el suelo y con intención de contar cosas sobre nosotros mismos para conocer al otro.

-Soy Sana- sonrió  -En una semana cumplo 30, soy profesora de primaria, no lo ejerzo más que para los estudios bíblicos de los niños, canto, toco instrumentos, soy fuel seguidora de Dios y creo en que lo que el tiene para cada uno de nosotros se nos será dado. Amén- era el turno de quién tenía al lado.

-Soy Song, Victor. Me gusta tocar el piano. Comer pizza los domingos al medio día, hora exacta.- no dijo más, tampoco nos miró.

-Es tu turno- la alentó quién se encontraba a su lado.

-Oh no, solo vine a...

-Puedes hablar. Aunque no seas bautizada .- ¡otra vez con eso!

Todos miraron en mi dirección, me quedé de piedra ante aquello. El silencio nos acogió hasta que la rizada volvió a hablar. -Soy Victoria, una pecadora- dijo con inocencia -Y ya me voy, nos vamos de hecho- me miró -SeokJin nos prometió acercarnos a casa.- acaba de salvarme.

Gracias señor.

-Si, buenas noches.

-SeokJin, pero si no cenaste. Hice todo con mucho amor para que...

-Tranquila. Los demás seguro van a disfrutarla, tengo que dormir y eso.

-¡Pero es temprano!

-Gracias por la invitación Sana, que dulce eres. Tu Dios te bendiga.- interrumpió la rizada.

-Es Dios de todos, el único Dios.

-Por supuesto. Hasta de los no bautizados. Buenas noches.

...

-¡Oye!- los alcancé prácticamente en la siguiente calle, me habían retenido con las despedidas cuando estos de marcharon. -Voy a llevarlos.

-Iremos en bus, dije eso porque parecías sufrir allá- creo que mi cara es un libro abierto. -Además ya casi llegamos a la parada.

-Y ya llegamos a mi camioneta- deshice la alarma, estábamos justo al lado.

-Eres Kim SeokJin, eres bombero. Tu papá también pero el se murió. Como el mío, pero el tuyo se quemó.

-¡Victor!

-Tranquila, se que no lo dice a mal.- espero -Conoces mucho de mí.

-Claro- subió el vehículo así que su hermana también, en la parte trasera, justo en mi retrovisor, podía observar ese hermoso rostro todo el camino. -Eres el novio de Sana pero no la quieres.

-No soy su novio- encendí mi camioneta, quería aclarar aquello y mañana planeaba hacerlo con Sana.

-En la oración la escuché ¿Dices que miente?

-Víctor, procura no ser impertinente, te lo he dicho. Lo siento.- negué

-No digo que miente, pero no es verdad que ella es mi novia.

-¿Entras al fuego? Dicen que los bomberos pueden levantar 4 veces su peso. ¿Cuanto pesas?- reí, es curioso. Avergonzaba a su hermana quien no podía ponerse más roja. -Dobla a la izquierda- lo hice.

-Si suelo entrar, soy bombero después de todo. Y si, entrenamos mucho para tener fuerza suficiente.

-¿Que tanta? Si nuestra casa se incendia y mi hermana y yo estamos dentro ¿debes sacarnos uno a uno o puedes con los dos?

-Con los dos- esos ojos.

Ayúdame Señor.

-¡Vaya!, a la derecha, la casa al final de la calle, tiene un jardín hermoso, yo riego las plantas cada día, a las 5, porque si es a otra hora no les aprovecha.

-Nadie riega las plantas a las 5 de la mañana.

-Yo si- respondió, aquello me sacó otra risa. -Si eres tan fuerte debiste salvar a tu papá entonces. Buenas noches, gracias por traernos. Vamos Victoria, no seas impertinente.

-¡Pero ese eres tu! Lo siento mucho, mi hermano. Le caes bien por eso...

-El también, gracias por salvarme allá por cierto.

-Mmm, supongo que estamos a mano. Nos vemos señor bombero.- bajó de mi camioneta y caminó hasta la casa, su cuer...

Ayuda Señor

Conduje a casa con la camioneta impregnada de ese perfume, huele delicioso. A paraíso.

Cuando bajé de esta lo hice con una sonrisa, mañana la vería nuevamente y ahora que tuvimos esta pequeña interacción al menos podré acercarme para saludarla.

El departamento estaba a oscura pero no me vi en la necesidad de encender las luces, me deshice de mi ropa y metí bajo las sábanas con aquella sonrisa hermosa en mi cabeza.

No es creyente, eso quedó claro, pero quizás se acerque a Dios ahora que visita la iglesia. Quizás sea ella quien he estado esperando, parece serlo.






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Llamas CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora