Llamas Cruzadas

Capítulo 21

-May- dije apenas abrí los ojos, tomaba mi mano con delicadeza. Las luces del hospital me mareaban un poco, la luz blanca me aturdían, mi boca estaba seca y sentía mis labios duros y secos. -Calabacita.- no respondió.

Cerré y abrí los ojos varias veces hasta notar que no era ella quien acariciaba mi mano, era mamá. -¿Quieres agua amor?- asentí como pude.

Tenía una venda que tomaba mi hombro y clavícula, mi pecho estaba al descubierto dejando ver la venda en mi abdomen. -Mamá, ¿como está May? ¿Donde está?

-A la chica no le pasó nada, ¿bien? Llamaré al médico para que te revise.

Apenas mi madre salió de la habitación divisé el cuarto, no veía mi teléfono ningún lado, el médico se adentró a la habitación y comenzó con sus chequeos rutinarios, dio las indicaciones necesarias y avisó que me revisaría al día siguiente.

Aún estaba algo aturdido pero tenía claro todo lo que pasó, -Mamá, necesito mi teléfono.

-Creo que lo tiene la policía- me miró con algo de incomodidad -Hijo, la policía esta fuera, quieren tu declaración. Pero si quieres les digo que regresen otro día.- negué.

-Mejor ahora ¿le puedes llamar a Hoseok apenas se vayan?- asintió a esto y los policías entraron poco después.

El hombre había muerto, y eso no me generó inconformidad, más bien alivio. Comenzaron a hacerme preguntas sobre los hechos y los veía compararlos con algo que tenían en las manos ya anotados.

Dijeron continuarían con la investigación y me acusarían si necesitan que asista a la comisaría, que no debo salir del país y algunas cosas mas que no me eran de importancia en realidad, solo quería verla.

-¿Mamá?- hablé preguntando por lo que le pedí.

-Dijo que vendría más tarde- pronunció con lentitud. -Debo ir al spa, tu padre vendrá en unos minutos y se quedará contigo. ¿Bien?

-Claro. Mamá

-¿Si?

-¿Por qué estás de este modo?

-No lo se, mi único hijo estuvo a punto de morir hace dos días- ¿ya dos días? -Quizás esté un poco sensible- su tono era molesto.

-Estoy bien

-Nos vemos más tarde, no hagas algo imprudente por favor. Otra cosa imprudente- recalcó y salió luego de besar mi frente.

Aproveché el botón para llamar a la enfermera -¿Podría acercarme el teléfono?

El único número que me sabía de memoria era el de Taehyung, marqué y luego de tres tonos respondió.

-¿Si?

-Hola imbecil

-¡Jimin-ah!- prácticamente lloró -Despertaste.

-Es obvio ¿no?- reí pero la herida de mi abdomen me hizo quejar de dolor. -¿Podrías darme su número? No tengo mi teléfono y..

-Jimin acabas de despertar, iré a verte. Ya me puse los zapatos y avisaré a los demás. ¿Si?

-Tráela contigo, quiero verla.

-Nos vemos más tarde. Me alegra que estés bien Jimin-ah

Cortó la llamada a la vez que la enfermera regresaba -Debo ayudarlo a ponerse de pie.

-Claro- mientras más rápido haga esto antes podré salir de aquí.

La enfermera comenzó a ayudarme a tomar asiento, dolía solo un poco, como una incomodidad leve, mi hombro incomodaba mucho más cuando tensaba mi cuerpo.

Algunos minutos después ya había logrado ponerme sobre mis pies con su ayuda y trataba de dar pasos cortos. Papá llegó y tomó asiento en silencio mientras trabajábamos con mis pasos.

-Hola papá- sonreí al verlo acercarse para acomodar mi almohada, había tomado asiento nuevamente, y me encontraba semi recostado.

-No vuelvas a darnos esos sustos. Casi mueres- negué

-El médico dijo que no perforó ningún órgano

-Pero perdiste mucha sangre.

-Nada que no se recupere con una buena dieta. Mi brazo tampoco sufrió daños.

-Aún así, no debiste hacer aquello.

-No iba a dejar que la lastimaran.

-Se que te gusta y ahora me arrepiento un poco de haber contribuido a que se acercaran, pero debiste llamar a la policía apenas viste la puerta de tu departamento abierta.

-No lo pensé, solo corrí en su auxilio.- asintió -¿Como sabías que me gusta?

-Soy tu padre, lo ví en tu cara cuando viste aquella hoja de vida, luego me pediste que la contratara, era obvio.- sonreí

-Ya veo.- la puerta fue tocada antes de poder agregar algo más y por esta entraron los chicos, estaban casi todos.
La enfermera los regañaba porque no podían entrar todos juntos pero Taehyung logró convencerla con un par de sonrisas. Les dio 15 minutos nada más.

-No vuelvas a darme esos sustos- Taehyung se acercó a mi como si fuera un niño, Namjoon tuvo que apartarlo para que no me lastimara.

Seona me miraba compasiva mientras dejaba un apretón en mi mano.

-Si querías alargar tus vacaciones solo debías decirlo- bromeó Min, todos reímos en la sala, yo por lo bajo para no lastimarme.

-¿Porqué no vinieron Clau y May?- las caras de todos se contrajeron cuando pregunté -Hoseok- quise saber. Mamá dijo que ella estaba bien, pero no estaba aquí, debía estar aquí, ella... -¡Hablen ya maldición!

-Cálmate hijo.- mi vista no se despegaba de Hoseok quien no hablaba.

-¿Le pasó algo?- negó mientras apretaba los labios.

-Se fueron- ¡que mierda!

-¡¿Cómo?!- ella dijo que no quería dejarme, lo dijo.

-Así como irse en medio de la madrugada mientras estaba en mi turno y dejar una nota diciendo que me amaba y que debía protegernos. Algo así más o menos.

-¿Por qué se la llevó? Él murió, no era necesario.

-Era el primero que enviaban por ella, iban a seguir viniendo a por ella hasta que lograran matarla.- sus palabras eran duras. -Pero sí, debió apoyarse en las personas que dice amar en lugar de largarse como delincuente.

-Hoseok- regañó SeokJin

-Deben dejar al paciente descansar- la enfermera entró a la habitación nuevamente.

-Regresaré mañana- comenzaron todos a despedirse.

-Hyung ¿te quedas un momento por favor?- asintió y lo hizo. -Déjennos solos- pedí

Cuando las puertas fueron cerradas sus ojos se mantuvieron en los míos. -Hyung- lágrimas se deslizaron por mis mejillas. -Por favor ayúdame.

-Jimin, eso es algo muy grande. De otro país.

-Por favor, sabes que no pediría algo así, si no fuera de vida o muerte. Ella debe volver a mí, por favor. La amo- lo ví apretar los labios en una fina línea.

-Bien, llamaré.- asentí mientras lo veía marcar su teléfono. -No me llames jefe- dijo con cansancio. -Quiero que investigues el nombre del cartel colombiano al que pertenecía el hombre asesinado aquí en Seúl esta semana.- guardó silencio -Sí.- escuchó un momento -Todos- lo ví apretar los labios -No, lo veré en las noticias. Gracias por tu ayuda.- se despidió

-Gracias Hyung- asintió

-Ni una palabra de esto.

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