-Estás muy callada- en efecto, solo pienso en aquello que me dijo Clau-Amor- llamé y desvió su vista del desayuno un momento. Luego me dió algo de pena aquello, básicamente le diría que me sentía algo presionada cuando lo tenía encima mío. -¿Puedo dormir contigo?- decidí no hablarlo ahora, quizás no lo haga abiertamente. Pero lo extrañaba mucho. Esta situación del sexo nos tiene algo distanciados, por mi culpa.
Porque me siento muy culpable al detenerlo cuando ya estamos prácticamente desnudos.
-Claro- respondió a mi pregunta y luego de terminar de comer fuimos a dormir, nos habíamos duchado y nos encontrábamos abrazados mientras esperábamos que el sueño tome partido.
-Nunca me has hablado de tus padres- dije de pronto, y es cierto. El tema nunca ha salido a la luz, nunca han venido aquí por lo que creo que o viven lejos o ya no están, como los míos.
-Mamá murió y no tengo papá- aquello lo dijo con severidad. -Quiero tomar el turno diurno. Ofrecerme.
-¿Porqué?
-Porque es una buena oportunidad, además de que...- no continuó hablando -Puedo ir yo antes, luego de unos meses o cuando se necesite a alguien en el cuerpo médico puedo llevarte conmigo.
-Namjoon yo...
-Es la misma estación, nada cambiará.
-Los chicos están en el nocturno, Clau. Luego no podré verlos como ahora. Ni a ti si te vas, se que no he sido la mejor novia pero...
-¿De donde sacas eso?
-Es que... cuando. Sabes que yo... tu y yo.
-Seo- me llamó, tomó asiento llevándome con el y decidió hablarme frente a frente. -Te amo, eres mi novia. Pasaste por algo muy traumático. Así que entiendo, lo hago. Deja de presionarte para aquello.
-Eso no evita que me sienta...
-Para ya- se alejó de mí hasta quedar de pie al lado de la cama. -Es muy jodido para mi también Seo, le recuerdo un trauma a mi novia. ¿Crees que es bonito? No lo es. Aún así entiendo que quien sufre eres tú, no minimizo lo que sientes pero tampoco quiero que tu lo hagas. Si para que mejores debo mudarme, o debemos darnos un tiempo creo que puedo hacerlo.
-¿Quieres terminar conmigo?
-No dije eso. Podemos aprovechar la lejanía por mi nuevo trabajo, con ese tiempo puedes solo concentrarte en las terapias, mejorar. Hablaríamos todos los días por mensaje o teléfono. Y en nuestros días libres podríamos vernos un rato.
-¿Un rato?
-Seona, es como si cada cosa que digo la tomas por el lado malo, deja de hacerlo. Es lo mejor para ambos.- asentí ante aquello. -¿A dónde vas?
-Dormiré en mi cuarto.
-¡No te atrevas a moverte de aquí hasta que terminemos de hablar!- nunca lo había visto así.
Parecía a punto de romper algo, las venas de su cuello se marcaban, su cuerpo estaba tenso y amenazante. Se había acercado a mí a tan solo dos pasos y aquello fue demasiado para mí. Me lancé sobre su boca anclando mis piernas a su cadera para sentirlo mejor. -Detente- alejó su boca de la mía pero su mano se había colado entre mi ropa interior y frotaba sus dedos por mi mojada hendidura.
-Llévame a la cama. Déjame arriba.- pedí entre el beso. No se como me excitó tanto el verlo molesto.
Este tomó asiento en la cama mientras apretaba mi trasero contra el. Me alejé y desnudé completamente en instantes, luego esperé a que hiciera lo mismo. Tomé asiento sobre sus piernas y negué cuando intentó tomar el control -Déjame a mí por favor- pedí aún sin aproximarme demasiado, se que sería duro para él, el hecho de cederme el control, pero siento que puede funcionar.
Hizo sus manos hacía atrás y suspiró mientras cerraba los ojos un momento. Cuando estos volvieron a abrirse estaba lo suficientemente duro como para sentarme sobre él, y ni siquiera lo había tocado. Me alcé lo suficiente como para permitir que su punta me tocara y me dejé caer con lentitud sobre este. Jadeé deseosa por lo bien que se sentía al fin aquello. Mis manos estaban en sus hombros mientras sentía cada parte de este llenarme.
Apenas me dejé ir por completo suspiré entrecortadamente dejando salir el aire que no sabía que retenía. Me dediqué a observarlo, apretaba su mandíbula , parecía contenerse. -Yo...
-Continua, hazlo- picó mis labios levemente alentándome a montarlo. Inicié con movimientos leves que me generaban una magnífica sensación. Sentía lo duro de su cuerpo bajo mis piernas, lo duro en mi interior. Su rostro contraído y su cuerpo sudado.
Mis movimientos tomaron fuerza en algún momento y dejé que mi boca se expresara gimiendo y jadeando por lo bien que se sentía esto. Era demasiado tiempo deseándolo y no podía permitirme esto. Ahora que lo tengo parece algo irreal.
Cuando mi orgasmo comenzó a crecer en mi abdomen bajo perdí totalmente la fuerza en mi cuerpo. -Te ayudo- comenzó a moverme sobre el de la misma forma que yo lo hacía mientras que sacaba su lengua para darle algo de atención a mí pezón, aquello fue el detonante para hacerme acabar tan duro sobre él como si fuera mi primer orgasmo en años.
Mi respiración era errática mientras esperaba que mi cuerpo se recuperara de los temblores. -No terminaste- afirmé en cuanto pude formular una oración. -¿No te gustó?
-Me gustó, mucho. ¿Te puedo recostar?- asentí. Cuando lo hizo salió de mí, aún estaba duro, pensé que entraría en mí nuevamente pero ahora el arriba, mi cuerpo se tensó apenas lo intentó.
Volvió a alejarse y comenzó a masturbarse frente a mí mientras miraba mi cuerpo. Así fue hasta que aquel líquido caliente se dejó caer sobre mi cuerpo desnudo.
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Llamas Cruzadas
FanfictionNo hay algo más ardiente que un grupo de bomberos sexys.... Si lo hay de hecho, Un grupo de bomberos sexys y cachondos.