El protagonista rompecorazones solo quiere monopolizarme

Capítulo 72: El despertar (13)

Estar junto a "Ke", casarse en el extranjero, libro de registro...

Aunque las palabras de la abuela Ji fueron breves, la cantidad de información fue enorme.

Este chico de apellido Ke, ¿podría ser el exnovio del propietario original?

Hasta ahora, Ji Mingxia no sabía quién era el exnovio del propietario original, cuál era su nombre ni cómo se veía.

Pero a través de las reacciones de Pei Yuan y la abuela Ji, el propietario original era digno del título de "mentor amoroso". Su pasado se llenó con la sombra de aquel exnovio.

El amor era obviamente una cosa muy importante en su vida.

Desafortunadamente, ya sea Pei Yuan o la abuela Ji, no aprobaron el amor del propietario original.

Ji Mingxia no se atrevía a hablar con la abuela Ji sobre el pasado del propietario original, pero una simple aclaración de un malentendido estaba bien.

Al ver que la abuela Ji todavía parecía disgustada, Ji Mingxia negó: 

—No quería tomar el libro de registro, ni tenía la intención de casarme en el extranjero. Subí las escaleras... simplemente para limpiar, no me malinterpretes.

La abuela Ji se estaba preparando para una tormenta eléctrica y una pelea en el momento en que abrió la boca. Ella enderezó la espalda y estaba lista para burlarse de él, solo para quedar atónita con la explicación de Ji Mingxia.

Ji Mingxia la miraba con franqueza y la abuela Ji se congeló por un momento. Rápidamente volvió en sí, todavía incapaz de creerle.

La abuela Ji dijo: 

—Si no conspiraste junto con ese chico de apellido Ke, ¿por qué serías tan bueno hoy y te sentarías aquí obedientemente a comer conmigo?

Ji Mingxia se sorprendió. ¿Entonces venir a casa a sentarse a comer no era normal? ¿El propietario original no comía con su abuela?

La abuela Ji luego miró a su alrededor.

Su casa no estaba desordenada, excepto que ella era vieja y era inevitable que algunos lugares no se pudieran limpiar.

Ji Mingxia regresó y la arregló adecuadamente, y aunque no hubo tantos cambios, toda la casa de repente se veía mucho más brillante y ordenada.

Se conmovió, pero cuando pensó en lo que Ji Mingxia había hecho por el niño de apellido Ke, no pudo evitar sentir una ira indescriptible en su corazón.

—¿Harías esto si no hubieras hecho algo indescriptible? —la abuela Ji dijo—. Tu teléfono estuvo apagado durante varios días. ¿Por qué lo apagarías si no fuera por miedo a que descubran que estabas en el extranjero?

Ji Mingxia estaba muy confundido al enfrentarse a las repetidas preguntas de la abuela Ji.

La abuela Ji de su mundo era gentil y de mente abierta. Incluso cuando era joven y estaba en la edad más traviesa, nunca hundió la cara ni lo cuestionó tan seriamente.

Cuando él crecía y de vez en cuando hacía algo mal, ella solo lo regañaba con unas pocas frases, pero nunca lo reprendía una vez que terminaba.

Por lo general, hablaba lentamente, como si nunca tuviera prisa, incluso si el cielo se estuviera cayendo.

Pero la abuela Ji enfrente de él y la que estaba en la memoria de Ji Mingxia eran completamente diferentes.

Ya tenía una conciencia culpable después de hacerse cargo de este cuerpo, y ahora se sentía más perdido frente a tal abuela Ji.