El protagonista rompecorazones solo quiere monopolizarme

Capítulo 139: Final (primera parte)

Nota: el capítulo 139 será dividido en 3 partes, al igual que en los raws.

En la parte trasera del condado de Funan había montañas interminables y bosques densos, y cuanto más se adentraba uno, peor se volvía la señal y, al final, no había ninguna.

No era la primera vez que Ji Mingxia y Yu Ning pasaban la noche en medio de la nada, por lo que estaban bastante acostumbrados.

Esta vez no había objetos misteriosos, ni monstruos ni fantasmas, ni seres humanos a los que estar atentos, así que era mucho mejor.

Ji Mingxia no podía usar su teléfono y no tenía papel, lápiz ni tarea, por lo que estaba un poco aburrido en las montañas, pero no podía importarle menos porque tenía que preocuparse por Yu Ning.

Pasaron dos días en un abrir y cerrar de ojos y Yu Ning estaba mejorando poco a poco. Ji Mingxia se calmó gradualmente y finalmente durmió profundamente esa noche.

En su sueño, las estrellas caían del cielo convirtiéndose en miles de puntos de luz. Como una peregrinación, convergieron de todas partes del mundo y luego comenzaron a acercarse a él.

Ji Mingxia sintió vagamente que esta escena era algo familiar. Los puntos de luz se acercaban cada vez más a él, y justo cuando estaba desconcertado, un gemido de dolor reprimido surgió repentinamente de su lado.

Ji Mingxia se despertó sobresaltado y giró la cabeza para ver a Yu Ning acurrucado por el dolor, su cuerpo temblando incontrolablemente.

Como si estuviera bajo fuego, la sangre en su cuerpo hervía debajo de su piel, y cuando alcanzó su límite, la piel de Yu Ning comenzó a abrirse centímetro a centímetro. La sangre fluía lentamente, tiñendo instantáneamente a Yu Ning de rojo. 

Ji Mingxia jadeó y se abalanzó para ayudar a Yu Ning, no se atrevía a tocarlo fácilmente y solo podía pronunciar su nombre con ansiedad.

—Estoy... estoy bien —Yu Ning estaba convulsionando de dolor. Soportó y logró levantar la cabeza y lentamente tranquilizó a Ji Mingxia.

Sin embargo, en el siguiente instante, sus ojos se agrietaron levemente y sangre fluyó de ellos, goteando sobre el dorso de la mano de Ji Mingxia.

La sangre cálida cayó sobre su piel y la mano de Ji Mingxia tembló. Sintió que se mareaba mientras todo su cuerpo entraba en pánico.

—No podemos seguir así, tengo que encontrar a alguien que te salve, tengo que salvarte... —murmuró Ji Mingxia.

No podía pensar más. Se levantó aturdido y caminó por instinto. 

Una voz en su interior seguía diciéndole que podría salvar a Yu Ning si seguía caminando.

Tan pronto como Ji Mingxia se levantó, la energía a su alrededor sintió su movimiento y el viento giró a su alrededor de una manera extraña.

Yu Ning apretó los dientes y extendió la mano, tirando del dobladillo de la camisa de Ji Mingxia. 

—Mingxia, no te vayas.

Ante el tirón de Yu Ning, Ji Mingxia instantáneamente recobró el sentido.

Al ver que Yu Ning todavía estaba en el suelo y soportando el dolor, Ji Mingxia se apresuró a regresar a su lado y dijo en voz baja:

—Está bien, no me iré, me quedaré aquí.

Fue solo cuando escuchó la voz de Ji Mingxia justo al lado de su oreja que Yu Ning se calmó y lentamente lo soltó.

Ji Mingxia rápidamente tomó la mano de Yu Ning. Sus articulaciones mostraban signos de hematomas y Ji Mingxia no se atrevía a moverse, solo podía quedarse al lado del otro.