Amar Cobardemente

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Discretamente, Phonsi se despidió de su grupo de amigos y fingiendo su mejor sonrisa social, ocultando su temor y confusión, se paseó por el jardín, siguiendo los pasos en dirección de donde vio salir a Freda y Laurie, en su búsqueda sintió una mano que le detuvo el brazo.

- Lord Ascort- lo llamó una voz dulce, Phonsi se giró hacia la voz.

Charlotte se sobresaltó tan pronto llamó al chico, se había apresurado, era evidente que no era quien buscaba.

- Lo lamento milord, lo he confundido.- se disculpó Charlotte avergonzada de verse tan desesperada.

Phonsi dirigió una amigable sonrisa.

- Pues no está del todo confundida, efectivamente soy "Lord Ascort", mas no creo ser aquel al que busca...- Phonsi hizo una leve reverencia. -... Alphonse Ascort, tercer hijo del Duque de Willinburg.-  se presentó Phonsi.

Charlotte lo observó discretamente, mismo cabello rojo y rizado, piel pecosa y ojos púrpuras pero con un aura mucho más amigable, su cabello era más corto, el listón apenas si sostenía todos los mechones de su cabello, y aunque muy parecidos, Alphonse tenía rasgos más redondeados, menos angulares y agresivos como los de Albert, la chica concluyó que los genes eran muy buenos en los varones Ascort, pero sin duda la oscuridad que rodeaba a Albert lo hacía más atractivo.

- Charlotte Gastrell-

- Un placer Señorita Gastrell...- Phonsi dudó por un momento.- ... infiero que es a mi hermano a quien usted busca...- Charlotte se sonrojó, Phonsi asintió levemente.- ... yo también lo estoy buscando, por favor, regrese usted con sus parientes, cuando encuentre a Albert me aseguraré de indicarle que la busqué, confíe en mi palabra.- aseguró Phonsi connuna leve sonrisa que tranquilizó a Charlotte, la rubia le dirigió una tierna sonrisa y una reverencia antes de marcharse.

Con un suspiro, Phonsi volvió a su misión.

Recorrió por varios minutos las zonas más alejadas del jardín, hasta que dio con la puerta al comedor de servicio, estaba parcialmente abierta y una leve luz se vislumbraba al interior.

Alphonse se acercó vacilante, no sabía qué encontraría ahí, en el mejor de los casos a su hermano.

La sorpresa fue agridulce, suspiró con alivio cuando al abrir la puerta se encontró con Albert, con la ropa desarreglada, el cabello suelto y la mirada perdida en la flama de la vela frente a él.

- Al, viejo, no sabes, te estuve buscando por toda la casa...- comenzó Phonsi con un intento de animosidad en la voz, pero Al lo interrumpió.

- Era ella Phonsi...- dijo Al con voz apagada, Phonsi sabía perfectamente a lo que se refería, él mismo la había visto, se mordió el labio inferior con gesto abrumado, temía lo que pudo haber pasado.

- Lo sé, la vi...-

- Yo sabía que era ella...- volvió a interrumpir Al, parecía estar pensando en voz alta más que conversando con su hermano. -... lo supe desde que la tuve en mis brazos, se sentía, olía a ella, no tenía dudas, quise hablar con ella, de todo, de nosotros, del futuro, si había alguna señal de esperanza, indudablemente ella sabía que era yo, no fue coincidencia, fue premeditado, un plan cruel, Alphonse...-

Phonsi, ligeramente ansioso se acercó a Al.

- ¿Qué pasó, Al?- preguntó Phonsi temeroso.

Los ojos de Al se mantenían clavados en el fuego con una mirada herida.

- Me llevó hasta dónde ella quiso, se burló de mi debilidad y escupió en mi vulnerabilidad, me quitó el título de hombre y me convirtió en la más inmunda alimaña con su sola mirada de odio que me atormentará cada noche de mi vida...-

Phonsi no se atrevió a hablar, sólo lo dejó terminar, con cada palabra su voz se quebraba y sus ojos se inundaban enbuna tristeza infinita.

- ¿Qué es lo que hice para merecer su desprecio?...- se cuestionó Al, un segundo después soltó una única risa burlona para sí. -... por supuesto, amarla cobardemente, no la elegí a ella pero tampoco me desprendí de su corazón, ella eligió por los dos, ¡que amable!, me invita a odiarla para poder decirnos adiós, ¿y qué si no puedo hacerlo?, ¿le fallaré de nuevo?, sólo espero que ese Laurent Shaw se la lleve lejos, tan lejos que no pueda ver como le vuelvo a fallar.-

Phonsi no daba crédito a lo que veía y escuchaba, estaba abrumado, aterrado, desde siempre su hermano había sido el ancla de los hermanos, Albert era la primera y más efectiva línea de protección de los cinco hijos Ascort, el más fuerte, el más digno, el pilar, el escudo, la cabeza, y verlo ahora así, desarmado, derrotado, por primera vez le hacía notar su propia debilidad, su propia vulnerabilidad, estaban expuestos, y por primera vez, sintió el peso del escudo que Al cargada día a día en sus propias manos.

Tembloroso, posó una mano en el hombro de su hermano que escondió su rostro entre sus manos, ahogando leves sollozos que trataba de contener.

- Tenía que pasar, la realidad llegaría, si no era por ella, sería por alguien más, y es un buen momento, hoy inicias una nueva vida, la fiesta afuera justo eso está celebrando.- señaló Phonsi.

Al pareció volver a conectarse con la realidad, se pasó la mano por la cara tallandose los ojos y mejillas.

- Cierto, padre nos está buscando de seguro.-

Phonsi vio como su hermano parecía tratar de levantar torpemente las pieza rotas de su corazón.

- Aún no nos busca, tómate tu tiempo.- aseguró Phonsi maldiciendo  ser incapaz de dar mayor consuelo a su hermano mas que tiempo.

Al se volvió a vestir y peinar mientras veía el comedor donde varias veces compartió momentos con Freda, incluso el último, para sus adentros se despidió y se prometió no volver a entrar ahí.

- Creo que ya quedó.- dijo Al con tono melancólico.

Phonsi lo analizó, acomodó algunos detalles de su traje y asintió.

- Ahora sí, tengo una idea.- informó Phonsi con un leve brillo pícaro en los ojos, Albert esbozó una ligera sonrisa, conocía esa mirada, era la misma de cada ocasión en la que Phonsi hacía alguna travesura para escaparse con amigos o encubrir bromas.

Al esperó la idea de su hermano.

- Le diré a madre y padre que estás ligeramente ebrio de lo divertido que nos la hemos pasado, para que apresuren el discurso del pastel y puedas irte a la casa, no pueden enojarse contigo por pasarla bien en tu cumpleaños.- las ideas de Phonsi siempre eran peligrosas y ahora lo haría pasar por un descuidado borracho.

Pero Al no se lo negó, rió levemente, las intenciones de Phonsi eran buenas y ciertamente deseaba estar solo, mientras caminaban de regreso, la mirada de Phonsi le indicaba que había algo más.

- ¿Qué es?- cuestionó Albert al chico, Phonsi se sonrojó dudando de si era prudente mencionarlo, aún así lo hizo.

- Charlotte Gastrell te estaba buscando.- informó Phonsi, se sentiría culpable de no pasar el recado, Al frunció el ceño.

- ¿Quién?-

Phonsi apretó los labios al ver que Al no recordaba el nombre de la hermosa chica con la que había bailado, además no era el momento para eso.

- No importa, yo me encargo, tu descansa.- Phonsi sacudió la mano al aire para no darle importancia al asunto.

La Dama del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora