La Condesa Kilkenny había sido una mujer respetada desde su nacimiento, la hija mayor de una de las mejores familias de Isveria, descendiente de héroes de guerra, se casó, como muchas, por deber, con un temperamento y un carácter único e impetuoso, demoró en sentar cabeza, la presión y los prejuicios pudieron más que ella y se convenció, después de algunas decepciones amorosas, que no habría hombre que la amara cual era, por lo que resultó más sencillo para su resignado corazón aceptar casarse con el prospecto que su madre preparó.
Un Conde, apacible, de sonrisa ligera, ajeno a lo que se decía de ella, soñador, sumido en una fantasía creada por su mente como escape de su vida real, muchas veces, la Condesa tuvo que bajar a su esposo de las nubes para asegurar su protección y la de su familia.
Con el tiempo, los Condes comenzaron a interesarse el uno en el otro, aceptaron lo que los hacía diferentes y lograron una comunión poco usual en matrimonios arreglados, hasta que un día llegó su hijo mayor al mundo, Benjamin, y un par de años después recibieron a su segunda hija, Caroline, ese segundo embarazo resultó una pesadilla para la Condesa, pero cuando escuchó el primer llanto de Caroline creyó que todo había acabado, pero no.
La salud de Caroline siempre fue delicada y a sus 10 años, la niña cayó en un estado deplorable del cual no se pudo recuperar, la pérdida de Caroline empeoraron el estado mental del Conde, y ppcos años después murió sin poder reconocer a su esposa o hijo.
En Benjamin recayó toda responsabilidad por su madre y su casa, sin tiempo para llorar, Benjamin creció responsable y siempre ocupado, a diferencia de su madre, se casó por amor, con una joven de buena cuna, lograron casarse y vivir unos años de inmensa felicidad, hasta que una mañana se encontró el cuerpo de aquella joven en las orillas del océano, al borde de un risco de la casa de campo de los Kilkenny.
El cuerpo ya estaba carcomido por la intemperie, y fue Benjamin quien encontró el cuerpo cuando regresó de un viaje de negocios, en sociedad no se dio detalle de la muerte de la esposa de Kilkenny, pero la realidad había sido más atroz de lo que madre e hijo podían soportar.
La esposa de Benjamin era propensa a caer en melancolía cada que su esposo salía de viaje, mas se recomponía una vez Benjamin llegaba y la colmaba de abrazos, pero esta vez, la melancolía fue más allá, y en la soledad de la casa de campo, la mujer decidió terminar con ese pesar, pero no terminó solo con su vida, sino que la autopsia reveló que la mujer tenía seis meses de embarazo, del cual ni la Condesa, ni Benjamin tenían conocimiento, impactante fue la imagen cuando el médico forzó un parto postmortem, como si extripase alguna clase de mal, y envolvió el cadáver semiamorfo de una niña para presentarlo a sus familiares antes de enterrarlo junto a su madre.
Aquella imagen privó del sueño a Benjamin, y sumió en profundo horror a la Condesa, cada uno lidió con su tristeza a su manera, la Condesa se encerró en su casa, y Benjamin dejó de trabajar tanto como pudo y se dedicó a viajar, cada vez, lo más lejos que pudo.
La Condesa recordaba eso mientras era testigo de como semana tras semana, Freda mejoraba en sus habilidades de piano, y de otros conocimientos de señorita de sociedad, su cabello oscuro y si piel morena eran similares a los de su difunta nuera, a quien con el tiempo comenzó a maldecir por que una cosa era terminar con su propia vida y otra myy distinta había sido llevarse a su nieta con ella a la tumba, una nieta que en ese momento tendría la misma edad de Freda.
Una nieta que fácilmente pudo nacer en el anonimato del campo, pues Benjamin y su esposa ya tenían varios meses viviendo en la casa de campo sin contacto con otros familiares antes del suceso, y nadie sabía la realidad del embarazo ni de la muerte de aquella niña.
Ni ella ni Benjamin volvieron a hablar del tema, tampoco nadie preguntó, la familia de la nuera de la Condesa se desterraron de su vida y convenientemente se mudaron a Cardos sin intenciones de volver.
Los familiares de la Condesa ya habían comenzadona rondarla, paea poder despojarla de todos sus bienes una vez ella no pudiera defenderse, incluso le habían mandado un sobrino para que la "cuidara", Laurie no era malo mas no les daría el gusto de dejarles su dinero a la única manzana buena del árbol podrido, Laurie no sería nunca su heredero legítimo.
Fue aquel día que esa muchacha se tropezó con ella cuando en su mente brotó la idea, tenía la edad, tenía la apariencia, y con poco tiempo de conocerla, la convenció, sería su mayor obra de caridad, ayudaría a Freda y sin saberlo, Freda la ayudaría a ella.
Un Heredero legítimo.
Y con eso, se desharía de aquella gente indeseada, aseguraría su buena vejez, y levantaría de nueva cuenta el apellido Kilkenny.
Pensó la Condesa mientras Freda tocaba el piano para ella.
- ¿Has hablado con el joven Ascort?- preguntó la Condesa aprovechando que Laurie se había retirado del estudio.
Freda negó con la cabeza, ya habían pasado varias semanas, incluso meses, desde su último encuentro con Albert, estaban a un fin de semana del cumpleaños del chico, y ellos seguían sin dirigirse la palabra, al contrario de lo que ocurría en la casa Kilkenny, ahora tenía mayor familiaridad con la Condesa y comenzaba a desarrollar cierta amistad con Laurie.
- No hablamos a menos que sea necesario, le llevo el té, saludo, me despido, pero nada más, tiene varios retratos en su escritorio, ya está eligiendo esposa, tiene ahora libros ya no de moral y deber, sino de reflexión y duda.- señaló Freda sin dejar de tocar.
La Condesa rió.
- Cree que es estoico y misterioso, pero es tan transparente como el agua con el que preparo su té.- se burló Freda con cierta molestia.
- Y aún te sigue importando.- dijo la Condesa en voz baja, Freda la miró con el rabillo del ojo.
Freda suspiró.
- Pero determina, ¿te importa en realidad o sólo es la costumbre de creer que te importa?, piénsalo Fifi.- la Condesa acarició un mechón del cabello de Freda antes de dejarla sola en el estudio.
Si Freda se quedaba con los Ascort aún era por Albert, si la Condesa la quería para ella, debía sacarle a Albert Ascort de la cabeza y el corazón.
**NOTA: FELIZ AÑO NUEVO!! Espero la hayan pasado increíble, les deseo que todos sus deseos se cumplan este año, les agradezco por continuar acá en este rincón de wattpad y noveltoon, mucho éxito y mucha felicidad!! 💖🎉**
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La Dama del Duque
RomanceFreda llegó a la nueva residencia del Duque Ascort decidida a ganarse la vida para ayudar a su familia, sin imaginar que su labor más complicada será lidiar con el hijo del Duque, Albert