- No podría con la culpa de que algo le sucediese por yo ignorar su llamado. – respondió Phonsi en un suspiro.
Charlotte suspiró.
- Lindas palabras de un casanova. – sonrió Charlotte.
- ¿Quién le ha dicho a usted que yo soy un casanova? – preguntó Phonsi algo avergonzado.
- Todos lo saben, Albert es el perfecto heredero y usted el hijo libertino, o, ¿acaso negará que visita el club de caballeros para escabullirse por la puerta trasera con señoritas desconocidas? – dijo Charlotte ligeramente divertida, Phonsi enrojeció.
A Charlotte le agradaba Phonsi, era tan guapo como Albert, peo a diferencia de su hermano, Phonsi tenía una chispa que lo hacía más agradable, más alegre, Al era demasiado elegante, demasiado serio, demasiado perfecto, como una ilusión, ante los ojos de Charlotte, Phonsi era más humano y le hacía sentir más cómoda.
- Una dama como usted no debería estar enterada de lo que ocurre en el lado privado de los caballeros. – dijo Phonsi en voz baja.
- Que conveniente, ¿no lo cree? – se mofó Charlotte, Phonsi suspiró.
- ¿Qué necesita? –
- Bert no sabe que estás aquí, ¿cierto? – Charlotte infirió dado el gesto de culpabilidad de Phonsi.
- No, y no me agrada que esto siga ocurriendo cuando usted es su prometida. – dijo Phonsi en un tono acusatorio.
Charlotte suspiró con frustración.
- Y es como su prometida que lo llamo. –
Phonsi frunció el ceño para encubrir su nerviosismo.
- Necesito saber quién es Freda Kilkenny para mi prometido, hoy fue una velada muy extraña y no soy ciega, así que o me hablas tú o… - Charlotte comenzó con tono amenazante.
Phonsi se acercó a la defensiva.
- ¿O qué? – preguntó el pelirrojo.
La dulce mirada divertida de Charlotte se ensombreció.
- Cancelaré mi compromiso con Albert alegando que me ha sido infiel con Freda Kilkenny desde que llegó a la ciudad, y que toda su familia lo ha protegido. - resolvió Charlotte.
- Eso es mentira, ¡y lo sabes! –
- Aunque así fuera, la manera en la que se miran me daría la razón… y lo sabes. – continuó Charlotte con seguridad.
Phonsi sintió que la piel se le erizaba, sabía que era verdad, y ahora la imagen de su familia estaba siendo amenazada.
- Dime todo lo que haya pasado entre Albert y Freda Kilkenny. – exigió Charlotte nuevamente.
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La Dama del Duque
RomanceFreda llegó a la nueva residencia del Duque Ascort decidida a ganarse la vida para ayudar a su familia, sin imaginar que su labor más complicada será lidiar con el hijo del Duque, Albert