Epílogo

376 19 2
                                    

Al y Freda caminaban por las aceras de Ilenis, sucios, con sus trajes de bodas, con los transeúntes mirandolos con disgusto y vergüenza.

- Entonces, ¿a dónde vamos?- preguntó Freda.

- Honestamente, no tengo idea, lo que sí es seguro es que a mi casa no.-  confesó Al.

- ¿Porqué no?, no quieres enfrentar a tu padre.- aseguró Freda.

- Creo que ya no tengo padre, o casa, o apellido, cuando nos casemos, ¿qué apellido debo usar?, ¿Mason o Kilkenny?- cuestionó Al.

Pada ser una broma, Al parecía muy serio al respecto, Freda tampoco estaba muy segura de donde refugiarse, solo un lugar le vino en mente.

La cafetería de Celia estaba casi vacía, al menos nadie les juzgaría si paraban ahí un momento.

Celia vio a freda entrar, y no creía lo que veía, asombrada la recibió con un abrazo, no dudó en ofrecerles té y algunas galletas para que descansaran, se sentó con ellos y escuchó con detalle la historia de ambos en los últimos años.

Varias horas después, un carruaje se detuvo frente a la cafetería, Loulou y Ben bajaron de él y entraron para encontrarse con Celia y la pareja.

Loulou abrazó a su hija.

- Fue una locura lo que hicieron, ambos, fuimos a buscarlos a la mansión del Duque, ¡pero qué reapuesta más rara nos dio! - comenzó Loulou aún desorientada.

- "Sólo tengo un hijo, Alphonse." - repitió Ben con la mirada fija en Al, algo apenado.

Al asintió.

- Supongo que al fin puede decirlo con seguridad.- Freda tomó su mano.

- Entonces Freda no será Duquesa.- indicó Ben con severidad.

- Me temo que no, milord, no puedo ofrecerle a Freda nada más que mi vida, pero tenga por seguro trabajaré incansable para darle a Freda lo mejor.- dijo Al decidido.

Freda frunció el ceño.

- No necesito lo mejor, llegue aquí sin nada, estar contigo es lo mejor que puedo pedir, el resto será trabajo de ambos, lo siento, milord, por no ser la heredera que me solicitó, estoy segura de que Laurie seránun digno representante de la familia Kilkenny. - dijo Freda firme al brazo de Al.

Ben relajó el gesto tenso en una sonrisa traviesa.

- ¿Cómo podría Laurie ser mejor que mi propia hija?, o bueno, mi futura propia hija.- anunció Ben, Loulou se quitó un guante y dejó a la vista el anillo de diamantes.

- Planeabamos decirte después de la boda.- confesó Loulou.

Freda sonrió ampliamente y abrazó a la pareja en felicitaciones.

.....

Phonsi, Auguie, Agnes, Ada y un pequeño bebé pelirrojo en sus brazos saltaban incómodos dentro de un carruaje, el camino enpedrado era el peor que hubiesen cruzado en su vida, Saemforg era un pais hermoso, pero todo era tan rústico, parecían estar en un pueblo enorme comparado con la metrópoli que era la zona alta de Ilenis.

Los hermanos estaban uno más mareado que el otro, alabaron a la Luz cuando al fin se detuvieron frente a las puertas de una escuela internado, donde varios niños corrían al cuidado de varias nodrizas.

De repente sintieron que sus amplios vestidos y traje de príncipe resplandeciente era demasiado para el sitio donde estaban.

Estaban absortos con el ruido y el alboroto de aquel lugar que no notarin cuando salieron a recibirlos hasta que los llamaron.

La Dama del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora