Dumbledore había llegado después del almuerzo y a Harry le había costado toda su capacidad fingir que estaba emocionado por irse, como normalmente debería estarlo, y tuvo que concentrarse mucho en la idea de volver a pasar tiempo con sus amigos y con Sirius para recordar que ir a Grimmauld Place tenía algunas ventajas. La señora Weasley se preocupó mucho por él en cuanto llegó, prácticamente apartando a todos los demás, e hizo un gran alboroto dándole una comida enorme y diciendo que Harry debería comer bien, ya que parecía haber perdido algo de peso. Era ridículo, ya que Harry sabía perfectamente que no había perdido peso y que, de hecho, había engordado un poco, aunque tenía una buena cantidad de músculo magro gracias a su entrenamiento. Estaba agradecido de haber tenido la precaución de no comer nada a la hora de comer, aunque la vista de toda la comida pesada que la señora Weasley le ponía delante aún le revolvía un poco el estómago después de la comida sana que Dobby les había preparado durante las vacaciones. Recibió algunas miradas de extrañeza cuando después pidió un poco de fruta en lugar de zamparse el pesado pudín que le habían puesto.
Dumbledore se había quedado a comer y no sorprendió su vaguedad al hablar de por qué Harry había sido convocado de repente a la casa, afirmando que ya era hora de que Harry pasara algún tiempo con sus amigos y mencionando algo sobre el aumento de la actividad de los mortífagos y que tenían que tener cuidado, pero no mencionó absolutamente nada sobre Peter o el Profeta. Sirius estaba visiblemente furioso en el otro extremo de la mesa y Harry sólo podía suponer que tenían instrucciones estrictas de no decir nada al respecto.
Cuando terminó de comer, Harry se levantó de la mesa diciendo que quería instalarse en su habitación y Ron y Hermione le siguieron, alegando que querían ponerse al día. En cuanto llegaron a la habitación de Ron y Harry, Harry sacó la varita y lanzó el hechizo muffliato que el Señor Tenebroso le había enseñado antes de marcharse.
-Así no tendremos que preocuparnos de que nadie nos escuche-, dijo Harry con una sonrisa.
-¿No te preocupa que avisen al Ministerio si empiezas a hacer magia?-. preguntó Hermione.
-Bueno, asumo que Dumbledore detendría cualquier cosa mientras yo esté aquí de todos modos, de lo contrario se activaría cada vez que alguno de los adultos hiciera algo de magia-, respondió Harry, -pero Lucius Malfoy me tiene cubierto de todos modos aparentemente. He estado haciendo montones de hechizos durante el verano y no he oído ni pío-.
-¡Has visto a Lucius Malfoy!- exclamó Ron en voz alta sólo para que Hermione le suah.
Harry se rió entre dientes. -Está bien Hermione, no se le oirá pero sí, vino y se ocupó de los Dursley-.
-¿Creía que habían muerto en un accidente de coche?-. preguntó Hermione.
-Esa es la historia oficial, sí-, dijo Harry. -No sé exactamente lo que pasó y, para ser sincero, no quiero saberlo. Pero todo fue idea del Señor Tenebroso. Al parecer, había descubierto cómo eran y no estaba muy contento con ellos y decidió castigarlos-?
-¿A tu primo no?- preguntó Ron.
Harry negó con la cabeza. -No. El plan había sido castigar bien a Dursley, creo, pero se disculpó por su comportamiento, así que pedí que se le perdonara. Creo que al final salió bien, sobre todo porque así pude quedarme un tiempo en Privet Drive-.
-Parece como si estuvieras disgustado por venir aquí-, se rió Ron.
-No te ofendas, pero en realidad lo estoy-, suspiró Harry. -No porque no pueda pasar tiempo con ustedes, pero la verdad es que ha sido bastante divertido salir con Dudley sin que estuvieran sus padres, resulta que es un tío estupendo. Además no hay forma de que pueda ver al Señor Tenebroso mientras estoy aquí-.
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DEAR VOLDIE
FanfictionCon los exámenes acercándose y Umbridge con más poder que nunca, Harry está al límite de sus fuerzas, así que decide intentar escribirle una carta a Voldemort, en un esfuerzo por detener las pesadillas/visiones que, sin duda, no significan absolutam...