Harry sabía que recluirse solo en su habitación debía ser una especie de castigo, pero en realidad distaba mucho de serlo. Antes, cuando había estado en Grimmauld Place, a Harry le había preocupado hacer ciertas cosas por si podían ser vistas, al menos por la señora Weasley. Ahora, sin embargo, aquella puerta estaba sellada para que nadie pudiera ver el interior, lo que significaba que, en esencia, podía hacer lo que quisiera. Una de las primeras cosas que hizo fue llamar a Dobby y pedirle al elfo que le ayudara a reorganizar la habitación y a traer más cosas de Harry de Privet Drive. El pequeño elfo no tardó mucho en poner las cosas a un nivel adecuado e incluso la propia habitación parecía sentirse un poco más luminosa, perdiendo parte de su atmósfera opresiva, como si supiera que no entraría ninguna persona indeseable.
Harry había hecho que Dobby ampliara su cama para convertirla en una cama de matrimonio, ya que había aprendido a apreciar el tamaño extra durante el verano, además de traer su bonita ropa de cama. Se había traído unas lujosas sábanas de mil hilos, pues le encantaba cómo se sentían en la tienda, y había sido terrible para su sueño volver a las viejas y ásperas que estaban en la cama de aquí y tenía toda la intención de hacer que Dobby se las llevara también a Hogwarts para él. Harry también había traído su altar de Privet Drive y lo había colocado debajo de la ventana para poder ver fácilmente la luna y celebrar los ritos que quisiera, y Dobby había colocado algunas estanterías cerca para llenarlas con sus libros. Kreacher incluso había tenido la amabilidad de traerle algunos libros de la biblioteca Black que, al parecer, la señora Black había pensado que Harry podría encontrar interesantes.
Dobby había convertido la otra cama en una mesa con sillas y, a la noche siguiente, Kreacher trajo a Sirius y Remus para que se reunieran con Harry para comer. Había una sartén chisporroteante de pollo y verduras, así como wraps y diversas salsas e incluso un plato de nachos. A Sirius se le caía la baba.
-Nunca había visto nada igual-, dijo, tomando asiento en la mesa con impaciencia.
-Dobby descubrió un libro de cocina mexicana y decidió experimentar-, dijo Harry con una sonrisa mientras Remus se unía a ellos.
-Bueno, Molly nos tiene a Sirius y a mí a raciones y está vigilando esa cocina como un halcón-, le informó Remus.
Harry se encogió de hombros. -Siempre son bienvenidos a acompañarme a comer. No creo que Dumbledore contara con que Kreacher realmente nos ayudara y definitivamente no sabe nada de Dobby-.
-Lo cual es bueno, pero tenemos que mantenerlo así-, advirtió Remus. -No estaría bien dormirse en los laureles y arriesgarse a que Dumbledore imponga algo que en realidad sería un castigo para ti-.
Harry sonrió. -Eso es definitivamente cierto. Incluso sin los elfos domésticos, en realidad no estoy confinado en esta habitación, ya que Phineas dijo que puedo usar el retrato para ir a Hogwarts si quiero. La única razón por la que aún no lo he hecho es porque me preocupa que Dumbledore se dé cuenta si salgo de la habitación de algún modo, ya que siempre parece saber dónde estoy, incluso cuando me escondo bajo la vieja capa de invisibilidad de papá-.
-Oh, no te preocupes por eso-, se rió Phineas Nigellus, entrando en escena. -A Dumbledore le gusta promover la idea de que de algún modo lo sabe todo, pero no son más que trucos de salón. Como director, podía comunicarse con los retratos, y por eso sabe cuándo los alumnos salen por la noche. Por eso la mayoría de nosotros nunca tuvimos que preocuparnos de que los profesores patrullaran y Severus sólo solía hacerlo, y pedir ayuda a Argus, porque no se fiaban del viejo chiflado. En cuanto a tu capa, antes de dártela estuvo jugando con ella y descubrió que podía usar un hechizo revelio para ver dónde estaban las cosas, incluso debajo de ella. Practicó mucho y ahora puede hacer el hechizo sin palabras, así que tendrás que tener cuidado cuando esté en la casa, ya que es probable que pueda saber cuánta gente hay en la habitación, pero por lo demás no deberías tener problemas-.

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DEAR VOLDIE
FanfictionCon los exámenes acercándose y Umbridge con más poder que nunca, Harry está al límite de sus fuerzas, así que decide intentar escribirle una carta a Voldemort, en un esfuerzo por detener las pesadillas/visiones que, sin duda, no significan absolutam...