Capítulo 29

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Decir que las clases de fabricación de varitas de Harry habían ido bien podría ser un poco exagerado. Había pensado que las clases en Hogwarts habían sido muy exigentes, pero ni siquiera Severus era tan estricto como la señora Gregorovich. Lo entendería si hubiesen llegado al punto de fabricar varitas de verdad, ya que estaba seguro de que sería un proceso muy delicado lleno de todo tipo de posibles problemas, pero, hasta ahora, había sido casi todo teoría, para consternación de Harry. Tampoco podía evitar la sensación de que sus años en Hogwarts le habían dejado lamentablemente poco preparado para el mundo real.

Harry se las había arreglado para obtener un EE en Herbología a nivel de O.W.L., pero eso era aparentemente casi inútil, ya que se había ocupado principalmente de cultivar plantas, no de cosecharlas, e incluso entonces casi sólo había cubierto la mitad de las plantas que podían usarse para núcleos de varita, pero al menos eso era más de lo que las lecciones de Hagrid sobre Cuidado de Criaturas Mágicas le habían enseñado sobre animales mágicos, que esencialmente no era nada relevante para su estudio actual. La señora Gregorovich se había sentido bastante consternada por la falta de conocimientos básicos de Harry, razón por la cual se había negado en redondo a supervisarlo en la recolección de ingredientes hasta que alcanzara lo que ella consideraba un nivel adecuado. En consecuencia, Harry se había puesto a estudiar todas las noches la guía que ella había escrito para intentar ponerse al día lo más rápidamente posible, un acto que al Señor Tenebroso le parecía hilarante pero que Remus había aplaudido aunque, para ser franco, Harry podría haber prescindido de la sugerencia de Sirius de que se estaba convirtiendo en un grasiento sabelotodo.

Al menos ésa había sido la reacción inicial de Sirius ante los nuevos hábitos de estudio de Harry, pero cuando éste afirmó con orgullo que había poca diferencia entre la magia curativa y algunas de las peores maldiciones.

-Eso es absolutamente basura-, había bramado Sirius antes de volverse contra el Señor Tenebroso. -Creía que no ibas a adoctrinarlo-.

-No lo hago-, replicó el Señor Tenebroso, con un tono acerado en la voz. -No tengo nada que ver con el trabajo de Ágata aunque sé que esa idea no es extraña en ciertas culturas del mundo-.

-También tiene sentido-, insistió Harry. -Piensa en el hechizo que usaste el año pasado para eliminar la infección del Polvo de Wartcap-.

-Ese hechizo no es oscuro en ningún sentido-, resopló Sirius. -Lo único que hace es eliminar el Polvo Wartcap y si no lo hubiera hecho probablemente habría perdido el uso de la mano, al menos eventualmente-.

-Sí, pero el hecho de que te refieras a ello como una infección del Polvo Wartcap implica que el Polvo Wartcap está vivo-, señaló Harry, -que es una enfermedad o un parásito que hay que matar para que te mejores. Pero las bacterias, los virus y los parásitos son seres vivos, así que un hechizo para matarlos debe provenir de un lugar similar al de un hechizo para matar a cualquier otro ser vivo. No necesariamente el mismo, pero sí similar-.

-¡Matar una infección no me convierte en un mago tenebroso!-. resopló Sirius.

-No-, convino Harry, -del mismo modo que un león no es malvado por matar a un ñu para alimentarse o un ñu no es malvado si consigue matar a un león que lo ataca-.

-Precisamente-, asintió el Señor Tenebroso. -Todo depende de la intención. Recuerda que un simple encantamiento cortante puede ser mortal si se dirige a la garganta de una persona y que el cómico maleficio de piernas gelatinosas puede romperle el cuello a alguien si se lanza mientras baja unas escaleras o camina junto a un acantilado. La idea de que usar un hechizo concreto es lo que te convierte en "oscuro" es extremadamente estrecha de miras y siempre he sentido cierta curiosidad por saber por qué Dumbledore insistió tanto en esa idea-.

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