Capítulo 55

455 78 1
                                    

Harry volvió en sí, sólo para darse cuenta de que no podía moverse. Estaba desnudo y tenía los brazos y las piernas atados a los postes de la cama. Se preguntó brevemente si había tenido una pesadilla y estaba de vuelta en la mansión Riddle. Por desgracia, Albert, o más bien Dumbledore, apareció y Harry supo que estaba en problemas.

-¡Agata! ¡AGATA!- Gritó Harry.

-Tut tut, Harry. ¿De verdad creías que me tomaría la molestia de ponerte en esta situación si pensara que nos podrían molestar tan fácilmente?-. Dumbledore rió maliciosamente.

-¡Desátame ahora mismo!- exigió Harry.

-Harry, creí que te gustaba que te ataran-, sonrió Dumbledore.

-¡Tú no!- espetó Harry.

-Eso sí que es cambiar de opinión-, suspiró Dumbledore. -No hace mucho estabas más que feliz de estar conmigo. Al parecer, la poción de amor ya ha hecho efecto. Supongo que tendré que aumentar la dosis en el futuro-.

-¡Me has estado dosificando una poción de amor!- exclamó Harry.

-¡Por supuesto!- se burló Dumbledore. -No iba a dejar las cosas al azar después de haberte seguido hasta aquí. No fue fácil seguirte la pista y no iba a dejar que te me escaparas de las manos después de tanto esfuerzo. Quién sabía cuándo tendría otra oportunidad así. Sólo te vi salir de Grimmauld Place una vez en todo este tiempo. Podrían pasar años antes de que volviera a suceder-.

-¡Entonces me estabas siguiendo!- Harry se quedó boquiabierto.

-Sí-, se rió Dumbledore, -y me ignoraste por completo todo el tiempo. Por suerte, no eras muy sutil sobre lo que mirabas o con quién te comunicabas, así que no fue difícil seguirte hasta aquí. Pensar en la forma perfecta de presentarme a ti me costó un poco más, pero por suerte oí tu conversación gracias a esas maravillosas orejas extensibles que hicieron los gemelos. Eso me dio una gran idea para despertar tu curiosidad. Después de todo, siempre has seguido todos los misterios que te he planteado-.

Harry frunció el ceño y luchó contra sus ataduras.

-¡Vete a la mierda!- Bramó Harry.

-En realidad, Harry, mi muchacho, el plan es follarte a ti-, sonrió Dumbledore. -Sinceramente, nunca se me había ocurrido antes y podría darme una patada por no haberlo pensado. Y pensar que ya tenías unas inclinaciones tan maravillosas. Me mata que Tom llegara a ti primero. Podría haber sido yo quien te hubiera cogido por primera vez, entrenándote para que aceptaras de buen grado mi polla cada vez que me diera la gana. Y también me lo habrías suplicado, ¿verdad, pequeña zorra?-.

-¡Nunca!- Harry gritó. -¡Nunca habría hecho eso contigo!-.

Dumbledore levantó una ceja inquisitivo. -¿No lo habrías hecho? ¿No recuerdas lo desesperado que estabas por llamar mi atención en aquellos primeros años? ¿Cómo solías estar pendiente de cada una de mis palabras como si yo fuera una especie de ser omnisciente? Si pudiera hacerte girar la cabeza con un poco de poción de amor ahora, cuando me odias, piensa en lo que habría hecho cuando me amabas-.

-¡Era sólo un niño entonces!-.

-Es cierto-, suspiró Dumbledore, -probablemente por eso no pensé en ello en aquel momento. Sin embargo, siempre tuve la sensación de que llegarías a ser un hombre muy apuesto. Puede que entonces no lo hicieras por mí como ahora, pero sólo habría tenido que esforzarme durante un par de años y estoy seguro de que habría encontrado la forma de levantarlo incluso entonces. La idea de azotarte el culito mientras me suplicas que te pegue más fuerte es muy atractiva-.

-¡Nunca haré eso!- rugió Harry. -¡Incluso si me das toda la poción de amor del mundo!-.

-Yo no estaría tan seguro de eso-, rió entre dientes Dumbledore. -Claro que eso tendrá que esperar un poco. Después de todo, dijiste que querías una familia, así que, siendo el compañero amable y cariñoso que soy, voy a dártela-.

DEAR VOLDIE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora