Las semanas siguientes pasaron muy deprisa. Sirius y Remus terminaron pronto el plano de la casa, lo que permitió a Harry pasar unas cuantas noches con el Señor Tenebroso, así como algunas mañanas y una tarde gloriosa. Dobby había conseguido arreglar la electricidad de la mansión del Señor Tenebroso y Dudley había aparecido como el diamante que era y le había proporcionado al Señor Tenebroso un teléfono móvil, lo que significaba que organizar sus pequeñas citas había sido pan comido. Sus amigos habían estado en su habitación unas cuantas veces cuando había vuelto y Harry sólo les había sonreído sin arrepentirse. Hermione y Ginny sólo habían sacudido la cabeza ante las travesuras de Harry, pero Ron siempre había mirado a Harry con curiosidad. Pronto, sin embargo, llegó el momento de plantearse el regreso a Hogwarts. Harry aún no había recibido oficialmente su carta, por lo que no debía saber lo que ocurría, aunque Sirius había entrado en su habitación cuando la señora Weasley llevó a los demás a recoger sus cosas del colegio.
-No está bien-, resopló, de un lado a otro de la habitación de Harry. -No puede impedirte ir al colegio-.
-Técnicamente no puede-, sonrió Harry. -Puedo escapar fácilmente a través del retrato-.
-Yo que tú no contaría con eso-, dijo el retrato de Phineas Nigellus al aparecer en el marco de la habitación de Harry. -El viejo chocho está en la chimenea hablando con Severus mientras hablamos diciéndole al actual director que no asistirás este año. Está siendo deliberadamente impreciso sobre el motivo, alegando que tienes lecciones importantes que aprender, pero lo dice como si se tratara de algún tipo de entrenamiento. Severus me ha enviado a ver cómo estás, así que no puedo tardar, pero yo que tú no me fiaría de ir a Hogwarts-.
-No pasa nada, señor, de todas formas no pensaba hacerlo-, sonrió Harry.
-¡No lo pensabas!- exclamó Sirius. -¿Pero qué hay de tus N.E.W.T.?-.
Harry se encogió de hombros. -¿Qué pasa con ellos? He decidido no hacerme auror y desde luego no voy a conseguir otro trabajo en el Ministerio, así que ¿para qué necesito los N.E.W.Ts.?-.
-Los sanadores también necesitan los N.E.W.T.-, señaló Remus.
-Cierto y admito que consideré esa carrera-, admitió Harry, -pero, con Dumbledore siendo el pesado que es, pensé que también podría ir en otra dirección y el Señor Tenebroso ha estado buscando cursos de aprendizaje para mí-.
-Entonces, ¿hacemos oficialmente una pausa?- preguntó Sirius.
Harry se quedó pensativo un momento. -Supongo que sí, ya que Dumbledore me está forzando un poco la mano y de ninguna manera me disculparé con esos idiotas-.
-¡Bien!- Dijo Sirius asintiendo con la cabeza. -¡Y puedo decir sinceramente que ya era hora! Esa arpía me ha estado volviendo loco. No hizo nada durante la última guerra mágica porque estaba demasiado ocupada pariendo gazapos y apenas ha hecho nada esta vez a pesar de que todos sus hijos están en el colegio, pero sigue pavoneándose como si fuera la dueña del lugar, menospreciándome porque cumplí condena en Azkaban aunque sabe que era completamente inocente-.
Remus asintió. -Actúa como si fuera la lugarteniente de Dumbledore, pero su única cualificación parece ser que es la que sigue a Dumbledore más ciegamente. Incluso Moody tiende a someterse a su autoridad-.
-Precisamente-, resopló Sirius. -Entonces, ¿cuál es el plan?-.
Harry frunció el ceño. -¿Qué plan?-.
-Tu plan para lo que vas a hacer ahora que no vas a asistir a Hogwarts-, explicó Remus.
-Oh, um, yo, er, realmente no tenía uno-, Harry hizo una mueca de dolor y Remus suspiró, sacudiendo la cabeza. -¿No podemos quedarnos aquí? No es como si básicamente no pudiera ir a ver al Señor Tenebroso cuando quiera-.
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DEAR VOLDIE
FanfictionCon los exámenes acercándose y Umbridge con más poder que nunca, Harry está al límite de sus fuerzas, así que decide intentar escribirle una carta a Voldemort, en un esfuerzo por detener las pesadillas/visiones que, sin duda, no significan absolutam...