Unos días después, Harry estaba desayunando con Sirius, Remus y el Señor Tenebroso cuando un búho real de aspecto oficial se abalanzó y dejó caer una carta del Ministerio delante de Sirius, para luego volver a volar rápidamente. Sirius parecía curioso al romper el sello, pero se puso mortalmente pálido y empezó a temblar después de leerla.
Harry lo miró y frunció el ceño. ¿Qué pasa, Sirius?-.
Sirius abrió la boca para contestar y luego se puso de un extraño tono verde, se llevó una mano a la boca y se alejó corriendo de la mesa.
Remus miró hacia la puerta por la que había salido Sirius, con una expresión de preocupación en el ceño, y luego leyó la carta. -Parece que el Ministerio no le concede a Sirius el indulto automático y le ha fijado un juicio para la semana que viene-.
Harry se quedó boquiabierto. -¡No pueden hacer eso! El Señor Tenebroso demostró que Peter había estado vivo hasta hacía poco y declaró que había sido él quien le había dado la información sobre mis padres-.
-Por desgracia, la carta afirma que han salido a la luz nuevas pruebas que demuestran que Sirius estuvo trabajando con Peter todo el tiempo-, suspiró Remus. -Van a convocar un tribunal del Wizengamot en pleno para oír el caso y dictar sentencia-.
-¡No pueden hacer eso!- exclamó Harry.
-Desgraciadamente sí pueden-, dijo el Señor Tenebroso, -y apostaría mi vida a que Dumbledore está detrás de esto-.
-¿Pero por qué?- se quejó Harry.
-Para intentar que vuelvas al redil-, replicó el Señor Tenebroso. -Sirius es tu padrino, así que es tu tutor legal, lo que significa que, mientras esté libre, tienes todo el derecho a quedarte con él. Si lo volvieran a encarcelar o, peor aún, le dieran el beso, Dumbledore volvería a ser tu tutor y tendría plena potestad sobre tu bienestar hasta que cumplieras diecisiete años-.
Harry palideció. -Pero, ¿y Remus?-.
Remus negó con la cabeza. -Si estuviera casado con Sirius podría haber luchado por ser tu tutor si no fuera porque soy un hombre lobo. Es por eso que no pude ser nombrado padrino en primer lugar, ya que somos considerados criaturas a los ojos de la ley y, como tales, no aptos para cuidar a un niño a los ojos de la ley-.
-¡Eso es horrible!- jadeó Harry.
Remus se encogió de hombros. -Así son las cosas. La mayoría de los magos consideran que los hombres lobo no son mejores que los animales salvajes-.
-Ya has visto algunos de los cambios que quiero introducir-, añadió el Señor Tenebroso. -Hay una razón para ello-.
-Lo sé-, suspiró Harry, -y sabes que no estoy de acuerdo con cómo están las cosas. Ojalá pudiéramos hacer algo al respecto-.
-Tal vez podamos si conseguimos que Sirius sea indultado oficialmente-, sugirió el Señor Tenebroso. -En este momento tenemos que permanecer escondidos para que Dumbledore no intente maniobrar legalmente para que vuelvas a sus garras alegando que Sirius es un criminal buscado. Si podemos eliminar esa amenaza, entonces será posible que empieces a salir a la luz pública e intentes hacer cambios. Haré que Lucius lo represente en el juicio, el hombre conoce bien la ley, y también liberaré fondos para que pueda estudiar la posibilidad de conseguir una segunda silla. Dumbledore tiene algo bajo la manga, algo que lleva meses planeando, pero por desgracia tenemos poca forma de saber lo que puede ser, así que sería bueno que pudiéramos reaccionar con rapidez ante cualquier cosa que pueda surgir-.
-De acuerdo-, suspiró Harry. -Gracias-.
El Señor Tenebroso soltó una risita. -No hace falta que me des las gracias, Harry. Con un poco de suerte podemos ganar esto y será otro golpe para Dumbledore además de que los pondrá a ti y a Sirius en una muy buena posición. Sería estúpido por mi parte no hacer todo lo posible por ayudar-.
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DEAR VOLDIE
Hayran KurguCon los exámenes acercándose y Umbridge con más poder que nunca, Harry está al límite de sus fuerzas, así que decide intentar escribirle una carta a Voldemort, en un esfuerzo por detener las pesadillas/visiones que, sin duda, no significan absolutam...