MEINDERT
Amanecer en una habitación ajena causa profunda extrañeza.
... Y más cuando encuentras a lado a esa persona inesperada.
Pude haberme ahorrado los comentarios, pero daba menos el lugar donde fuera.
Me acababa de dar una ducha y estaba a nada de un pie de la puerta giratoria, pero tampoco hacía mucho irme o quedándome. Por un lado deseaba hablar con la hermandad cuando antes, sobre el asunto del exterior... pero olía a alcohol, estaba golpeado, y podrían creerme o no.
Además todos deben estar divididos respecto a la libreta azul.
Al salir del elevador, encontré a una pareja. No esperó a decir lo amable que era por hacerle compañía, pues su padre estaba ausente. ¡Magno vivía con él! Vincent puede cuidarse solo, aunque era muy extraño que lo vigilaran desde afuera. Hasta pareciera que algo grave hubiese ocurrido.
Daba lo mismo el lugar donde fuera.
Siempre iba a mirar el techo y a dormir. Prendía y apagaba la televisión. Buscaba algo que comer en la nevera. Seguía sin estar listo. Acostado en línea horizontal. Durmiendo con la luz prendida. Sintiendo arañazos. El pecho comprimido. Despertando con los hombros pesados...
Vincent estaba sin estar, un fantasma, porque no lo veía hacer acto de presencia. Dormía en la segunda habitación. A veces escuchaba pasos, hablaba consigo mismo, la radio sonar a todas horas... Supongo que aquella distancia significaba paz o resguardo.
¿Habrá ocurrido algún otro problema?
Triste por volver a Suiza. Cautivo. Ese es el caso, no otro más. ¿Cuál problema? Yo era esa piedra en el zapato, asi que transcurrieron meses desahogados. Por tonto yo sufrí el riesgo, busqué peligro... Vincent solo se la vivía con mis problemas, ni siquiera era gay, o algo por el estilo.
Todos pagamos por nuestros errores.
Algo pasa sobre mi pecho a toda velocidad. Le acompaña el sonido de un cascabel. Es como una especie de sombra, alucinación, sin embargo, se trata de un simple felino... Y si, en verdad una sombra, debido al color del pelaje. Arriba del buró me muestra ojos amenazantes.
—Quiere devuelta su cama... pero no le tomes la palabra, es la costumbre.
Así que esto es culpable del insomnio durante...
No decidía si sorprenderme o despreciar al animal. Este se va a descansar triunfal en el regazo de su amo. Creo no haber visto a Vincent más atento como ahora. Hablándole en un tono si de un bebé se tratara. Convirtiendo a la bestia en un niño obediente.
Aunque nada importa cuando la mascota es prioridad de tal felicidad.
Me ha traído té. Estoy obligado a recordar mi sitio con la hermandad cuando bebo manzanilla. Mi lugar seguro. Apenas una semana y siento que con Luke solo fue una pesadilla... La desesperación solo pudo realizar algo asi de desastroso. Tan terrible como para beber licor hasta borrar huella.
Nada que mantenga con Luke inolvidable, más el mismo vacío de cada día.
Quisiera volver el tiempo.
—Separar nuestros caminos fue un grave error.
—Vamos de nuevo con arrepentimientos.
—No, no me refiero a la huida a Quebec, sino después de vender el auto.
—El dinero te correspondía, y punto.
—Hablabas siempre de Giuseppe... ¿Qué pasó con los planes a futuro?
—Resultó ser peor de lo mismo.
—Por eso los ojos tristes.
—Te equivocas... Hace años que sucedió —Se deja caer sobre la cama. Estira los brazos. Gruñe —¿Y qué tal con Luke Geller?
—Desastre.
—¿Y qué beneficio obtuviste?
—Temo que ninguno.
—A esta instancia, acepto pagar por caricias.
—¿Tan bajo has llegado?
—Hasta el momento no he recibido una muestra sincera, a excepción de mi querido gato.
—Te conformas con tan poco.
—Habla con el ejemplo, estimado.
Hechos no palabras.
¿Pagar caricias? Verdad de mal gusto. En Magno es costumbre. En Vincent la ruina emocional y física... Giuseppe perdió un buen partido. Cuando se refería a peor de lo mismo, es porque lo lastimó de sobremanera. Desconozco el motivo.
Quisiera volver el tiempo para encararlo.
Adhiero mis labios a los suyos. Ya no importa si es en la mejilla, sino que desborde afecto... Andaba en busca de saciar la sed en un manso río, mirar mi reflejo en su espejo cristalino... Es como si besara una fría roca. Labios secos, inertes, desinteresados...
Lo entiendo, pues fui responsable de malos ratos.
Que valga la pena el error del que voy a arrepentirme.
—Guardo la carta dónde confirmas un hasta nunca.
—¡Los planes cambian como ocurren!
—¿Entonces, por fin admites que nuestros encuentros no son mera casualidad?
—Aún llevo dudas... pero si parece que el destino nos obliga a un mismo camino.
—Por supuesto... ¿ Y también admites que el beso significa resignación?
—¿No es suficiente con mostrarte lo arrepentido que estoy?
—¿Tienes idea de cuánto pesar obtuve en Suiza..? Te perdono si admites que solo es culpa lo que sientes por mí.
—¿Y dejarte ganar a base de más mentiras? Verte a la cara, tener que sufrir con ese beso quemando mi mejilla, pensando en recuerdos de antaño... no lo vale.
—Vete, por favor... No es correcto.
—¿Qué no es correcto?
ESTÁS LEYENDO
Symphony [Gay]
Romance#IMAGINARIOS 0 Con el arribo del hermano problemático, Meindert comienza a perder serenidad. Le incómoda la idea de poder dormir bajo el mismo techo y compartir la mesa... ¿Pero, cuál es el motivo? ¿Por qué siente necesidad de fumar más de lo habitu...