Symphony [Gay]

🎻 Capítulo 45 | Tulipanes y Melodías

VINCENT

Estuve buscando una casa para alquilar, solo por quince días. Ya estábamos hospedados en el hotel, pero no como quisiera. Estaba cansado de la urbe. A los dos días salimos para conocerla. En un papel le escribí la dirección a Tim, por si estaba interesado en hacernos una visita.

Y había cumplido otro deseo de mi lista; la casa al pie del canal. En todo el trayecto Meindert se comportó incrédulo. Cuando subimos al bote que nos llevaría al otro lado. Le comenté sobre Italia. Dijo que nunca lo conocía. Jamás se movió de España cuando nos separamos.

Le prometí que, si la vida me dejaba oportunidad, yo mismo se lo enseñaba.

Mozarella, un buen vino, y carnes rojas... ¡Qué tiempos, cuando comía de todo!

La casa rústica y hogareña. Justo en la nostalgia, sonando como un anciano fatigado, remembrando su juventud. Los que comparan el silencio con amargura están equivocados. Qué más daba estar ebrio y terminar la fiesta en un punto final.

Muerte.

Es que prefiero la soledad, mi monotonía, entre otras banalidades. Preparar una cena ligera mientras Meindert, en el jardín, observa con detenimiento las luciérnagas. Llamarlo. Cortar el pan. Servirle té. Charlar. Despedirnos para dormir.

Sin importar los problemas.

El miércoles salimos a pasear en bicicleta. Nos íbamos riendo de las caídas del pasado... Contando las cicatrices en cada sesión... Lo que falta es seguridad y equilibrio. Nada de piernas flojas y temerosas. Dar un poco de esfuerzo en el impulso.

Por un momento parece firme en el pedal. Domina el manubrio. Va en círculo con una sonrisa de oreja a oreja. Ha conquistado el terreno. Prueba el sabor de la victoria... pero, tan pronto acrecenta la confianza, también lo agrio de la derrota.

La bicicleta cae al canal. Meindert se levanta como si nada hubiera ocurrido. No puede ignorarlo tampoco, pues su pantalón está roto. Lleva una raspada en cada rodilla. Los tropiezos lo han hecho inmune a cualquier dolor. No sale queja de sus labios... más solo para agradecer mi paciencia.

Yo su tenacidad.

Tim vino a alcanzarnos en el parque de tulipanes. Estaba apenado por no responder las llamadas. Explicó que tal retraso se debía al contrato. Había sido un éxito y esa noche fue de copas. A eso viene la resaca y... Lo entiendo. No hay más que añadir.

Ha dicho que le dé aviso. Continúa interesado en conocer el próximo aterrizaje... Yo he ganado desinterés. Algo de arrepentimiento... Bélgica nunca estuvo tachada en el mapa, mi mapa, pero ahora ocupa un espacio en mis prioridades.

¿Hace cuándo quería ser detective?

El resto de los días los disfruté capturando instantáneas... Tomando desprevenidos a Meindert y Tim... Visitando el museo Van Gogh y a cenar en diferentes restaurantes... Considero fascinante el arte, siendo un medio de salvación.

Mis respetos a la música.

La noche, antes del último día, revisa un tercer expediente. Señala a Richard, quién busca a Joseph, el infante que abusó en 1993, a la edad de 10 años. En la actualidad aquel niño es un hombre de 25 con una hija de 4. Meindert dispone ser barrera en contra de ese depravado.

—Nosotros fuimos salvados de niños, pero no todos corren la misma suerte... Ahora viven tratando de ser adultos.

Me rascaba la cabeza al escuchar tanta perversidad... Arrebatarle la inocencia a un pequeño. Debe tener la cabeza infestada con retorcidos pensamientos... Pobre de la esposa y los hijos, sin tener idea de su padre, un pedófilo activo desde los 17.

—Los Cross aseguran que Los Crin son una secta que deben eliminar con justicia divina... A causa de la inmortalidad, creen que juegan a ser Dios.

—Nadie tiene derecho de matar en nombre de su religión. ¡Además los conocemos de toda la vida!

—¿Y por qué cada cinco meses Magno visita el reino de brujas?

—¿Dudas de la familia que nos acogió?

—Nos inculcó el bien, sin seguir a la mayoría. Los brujos practican artes oscuras, ritos, maleficios... por eso dudo.

—Ha de visitar a su otra familia.

—¡Los absolutos herederos son Margarito y Mandrú!

—Disculpa la locura.

—¿No es acaso él quién odia los malos entendidos..? Quiera o no, jamás podrá tapar el sol con un solo dedo.

Soy incapaz de ir en contra del hombre que considero padre.¿Será que se esconde en ese porte distinguido y lleno de principios? Pero, dentro de esa coraza, yo obtuve benevolencia... Su mano franca estuvo para mí.

Me niego a imaginarlo en esas reuniones, sosteniendo el cuchillo, derramando sangre, partícipe de violaciones y tortura... Disfrutando del dolor ajeno, traficante de armas y drogas... ¿Es por eso que nos mantiene fuera del ojo público?

Soy incapaz.

🍂🍁🍁🍁🍂

Brujas, Bélgica.

De brazos cruzados, observando lo que ofrecía el parque Minnewater.

Sabía lo mal que la estaba pasando. Puede que en su cabeza fabricara mil planes, pero no para llevarlo a cabo con la fuerza de 300 hombres. En estos casos se debe mantener la distancia, cuidarse la espalda...

Ya le había dicho que yo estaba dispuesto a encarar a Magno... pero las palabras las arrastró el viento.

El castillo resguardado por guardias. Las personas que entraban y salían de el ya nos eran sospechosas, incluso las de la calle. Me sentía observado, incómodo, frágil... Lo detenía en sus arranques de venganza. De su parte recibía empujones y malas palabras...

"¡No estorbes!"

Éramos humanos. Siempre tengo en claro las palabras de Theo... "Ser inmortal no es sinónimo de indestructible."

¿De nuevo llegamos a esto?

Es su fragancia, su mirada transparente... Dulce... La manera penosa cuando advierte que lo miro de más... Eso hace que lo perdone, sin embargo, a las circunstancias, solo es un consuelo, producto de mi imaginación.

Necesita que alguien le recuerde lo extraordinario que es, que no soportaría perderlo en un intento fallido... Que hay situaciones donde es mejor irse...

Que nos tenemos el uno al otro, fuera de peligro.

No obstante, este último empujón es tan fuerte.

"¡Inútil, no estorbes!"

Me hace caer de espalda. Pierdo sensibilidad... La noción del tiempo. Un policía corre al labor de levantarme. Quiere mandar refuerzos. Excuso. Ha sido culpa mía el tropiezo. Le muestro la prótesis.

La preocupación hace de anestesia y voy a buscarlo. Pude resolverlo al hallarlo en Minnewater, con ayuda de la intuición, y no en la cárcel o desaparecido, como creí al principio. Entre el puño de gente le distingo. Va cruzado de brazos.

El cuerpo comienza a doler. A recordarme que soy humano y necesito reposo. Me acuesto pecho tierra, debido a la sorpresiva caída. Bélgica no es lo que quiero. Cada vez el caso se pone turbio... El miedo se apodera del ambiente... Nos saca lo peor de nosotros.

Me ha dividido entre odiar a mi padre o mantener su aprecio.

Si seguir o respetar mi condición de salud.

A lo menos Tim ha sacado provecho del viaje.