Carta N° 2

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"Yo me he enamorado de la forma de ser más no de su cuerpo, ¿Entonces, por qué dicen que me he equivocado?" Y lo sé, porque se trata de un varón, y más si lo consideran mi hermano. Yo también caería en lo extraño. "¡Tantos hombres por escoger y eliges a Meindert!" Hace años también hice la misma pregunta, resignado a una posible confusión, debido al cariño que nos teníamos.

Es un amor que no logro evitar, por mucho que los estime a ustedes... Quisiera que por una vez estuvieran en mis zapatos... Hubo algunos años que traté de buscar el amor en otros hombres. ¿Y sirvió de mucho? Para nada. No me pagaron con la misma moneda. Yo requería solo de tiempo para comprender su forma de amar, aunque pésima, porque les interesaba el sexo antes de un beso, una palabra llena de ternura...

¿Y qué había de mis intereses?

Necesitaba de un compañero dispuesto y reservado. Que tuviera los mismos fracasos en el amor... Y es entonces que caigo rendido al encanto de Meindert. Siempre estuve maravillado con él, y cómo no si fue justo mi salvador entre la tempestad, el defensor de quienes me hicieron daño con insultos y pedradas... Desde ese día nos hicimos inseparables. Meindert necesitaba de un espíritu aventurero como el mío.

Alguien que lo animara a salir de esa zona de confort.

La época era cruda, no tenía valor para decirle... Tuve miedo de su rechazo, del desprecio, por eso lo mantuve cerca con amistad... Pero el corazón no miente, seguía ardiendo como un sol, no aguantaba la incertidumbre. Dijo que debía morir en el intento... Es por eso que bebí y se lo terminé confesando una noche. Pretendía besarlo, conocer el tacto de su boca... pero Magno nos descubre, a medias.

Interpretó el forcejeo y los gestos a una pelea.

Esa madrugada nos llama a su oficina. Estuve dispuesto a mentir, todo por el miedo a la reacción de MG... pero Meindert se adelanta a denunciar mi gusto por los hombres. Eso le cae como balde de agua fría. No hizo falta que respondiera. El silencio habló en mi lugar... Me obliga a empacar y salir de inmediato de España. No pude defenderme, estaba más atento con la desilusión, el descaro de la persona que supuse elegir.

"¿Qué te hizo pensar que yo te amaba?"

Suiza era un nuevo panorama. La rehabilitación, para hacerme cambiar de parecer, un poco difícil. Así como ese lugar es libre, los ricos tienen las de ganar. El dinero manda. Magno pagó por un maestro particular, todo para cambiar mi manera de amar. Me hizo estar cerca de señoritas, las cuales llegué a ser amigo suyo. No sentí atracción física, solo lástima al escuchar sus historias. Todas eran presas de las adicciones y suicidio.

Y si, tuve que aparentar... El odio que Meindert me hizo padecer, sirvió de impulso para salir adelante con la pérdida de la pierna y el diagnóstico de una enfermedad. Sufrí el deterioro de la segunda, las secuelas... Volví a tener esperanza cuando viniste a visitarme, Theo. Fuiste el primero en estar enterado de la amputación... Estaba tan avergonzado, pero en tus palabras encontré consuelo.

"Significan las batallas que ganamos."

Con el buen comportamiento, convencí a Magno de ir a visitarlos. Tenía curiosidad de dónde vivían y era de ustedes el tiempo que estuvimos incomunicados... Todo iba a la perfección, sino fuera porque lo vi de nuevo. Estaba seguro de mi fortaleza, pero por otro lado era vulnerable en su presencia... Y lo recuerdo, probé un trago de ese vino, un miserable trago para olvidar la amargura, no obstante, resultó mal.

Acabé contestándole mal a Mandrú.

Una mala impresión, quedando con el papel de "el hermano problema."

Atravesamos diferencias, obstáculos, para llegar a amarnos como es debido... Cada circunstancia, encuentro, nos alejaba, regresaba a encontrarnos cara a cara... No me arrepiento de haberlo besado en la mejilla. Fui imprudente, sabiendo que apenas volvía la confianza en los dos, pero no hice caso. Nadie se ha podido resistir a la persona amada... Y agradezco cada obstáculo, porque sin ellos, jamás hubiéramos sido tan dichosos.

Nunca nos hubiéramos dicho "te amo."

Al escapar con Luke, se dio cuenta de lo que en verdad estaba perdiendo... Volvió a mis brazos como un indefensa ave, desplumado y con las alas lastimadas... Estaba cansado, algo ebrio... Bailamos un poco hasta caer exhaustos sobre la cama... Acabados de llegar a Barcelona, nace "Vindert", con la intención de derrocar a los Cross. Estuvimos a nada de perder la vida en la isla de Inquisidores, pero los planes salieron a la perfección.

Es injusto cuando la vida te empieza a sonreír, cuando crees que ha llegado la recompensa a todo lo sufrido... y a la vez estaré agradecido, y en otra maldiciendo al destino... Meindert empezó a enfermar. En su estado me confiesa que todo este tiempo sentía lo mismo por mí, solo que las experiencias y los malos ratos lo hicieron preso de la desconfianza... Lo usaron y desecharon en cada relación.

Yo le demostré lo contrario, con detalles, atenciones, música... yo no quería obligarlo a nada. No me importaba el sexo, cuando hacer el amor se demuestra en múltiples formas... Fue tan corto el tiempo que lo tuve en vida. No es lo mismo creer que está vivo en cualquier parte del mundo, haciendo lo que le plazca, a saber que está hecho cenizas... Esto me consumió en la mayor de las tristezas.

No soporto su muerte y que pertenezca a las memorias del ayer... Estaba irritable, más de lo normal, y puede ser justificante la enfermedad que me consume... Jamás voy a negar el amor que le profeso, aunque tenga en contra al hombre que me considera hijo. Nunca le contesté sobre como nos descuidó, su manera indiferente y prepotente ... Aunque sea, tengo derecho de recibir su aceptación por única vez.

Pero a quién debo mil disculpas, es de nuevo, a Theo. Sé lo duro que fue para él mantenernos respirando. Ayudar a un puñado de huérfanos a encontrar protección y un cálido hogar... Lamento no pensar con claridad entre tanto desorden. ¿Qué fuera de mí sin todos ustedes? Llenan cada espacio vacío de la casa, cada recuerdo y pensamiento... A dónde sea pienso en cada uno. Nunca olvido sus rostros.

Theo, agradezco que fueras quién me nombrara Vincent. Para mi abuelo solo era un niño, un pequeño... Para otros un demonio, un perro... Tú me diste ese nombre. A todos nos elegiste uno... La inmortalidad nos obligó a ocupar identidades que no eran la nuestra, haciendo que la amistad entre Meindert y yo pasara de largo, jugando a ser otra persona... Eso nos llevó a aparentar, dejar para luego este puro sentimiento.

Y ese sentimiento volvió a resucitar, cuando yo decidí volver a verlo.

Demian está muerto... No hay mucho por hacer, pero hay varias víctimas que requieren justicia. Joseph, la persona que ubiqué un mes atrás, es víctima de pedofilia. Tiene la idea de volver con su agresor sexual. Este le ha lavado la cabeza, al punto de creer que lo ama... Está en peligro. No logra entender lo grave que es... y si se los cuento, es porque quiero confesarles a dónde iba sin despedirme.

... Ahora no puedo pensar con claridad. Aún no veo la luz al final de túnel, que me indique conciencia. Quiero que entiendan que voy a morir. Hagan lo que hagan, en cualquier instante, voy a perder la batalla. Nadie está preparado, y quiero que ustedes sean lo contrario a mí. Nunca dejen de descuidar a otros solo un simple vacío. Yo estaré bien junto a Meindert, así como ustedes cuando lean esta carta.

Y cómo última petición, no quiero que arriesguen su vida, salvo si intentan hacer daño a los que quieren... Manténgase unidos, sean cómplices los unos con otros... No salgan de casa enojados. La ira no nos hace pensar bien, solo acrecenta el peligro. No sean como los tercos de Meindert y yo. Al primer espanto y querrán volver a casa, a la comodidad de su habitación y pasatiempos.

El mundo no los merece.

"Uno para todos y todos para uno."

Cambio y fuera.








Symphony [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora