Capítulo - 3

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TJ / En el aula A

Lunes 28 de agosto - 8:36

Primer día de clase, y primera trastada del curso. Sí, he sido yo el de los posits. Bueno, pero no lo he hecho solo, esto ha sido obra de los Lions, el equipo de béisbol del insti. Estuvimos todo el verano haciendo la tontería esta de las etiquetas, y esta noche nos hemos colado en el colegio para pegar cada posit en su taquilla correspondiente.

Yo tengo la etiqueta del rompecorazones, como no; mi mejor amigo Leo tiene la del deportista; y mi otro mejor amigo, Bryce, la del sarcástico. A Cassie, mi mejor amiga, le han puesto la de la puta, y hablo en tercera persona porque yo no tuve nada que ver con su etiqueta, ya que no me gustó mucho lo que le pusieron.

En fin, todo esto ha causado un gran desmadre, lo mejor que se puede pedir para empezar mi último año en el Harvey.

...

Ahora toda mi clase está en nuestra aula, la A, bueno mejor dicho casi toda mi clase, porque faltan algunas personas. Ally, la empollona de la clase está afuera haciendo de guía a una chica nueva que han metido en nuestra clase, Melanie he oído que se llama. Y Cassie, que se sienta a mi lado, como todos los años, tampoco está, probablemente ya está haciendo de las suyas...

- Oye tío, ¿Cassie no ha regresado? - me pregunta Leo, que se sienta justo delante mío.

- ¡Eso, eso! ¿Qué está haciendo? - habla Bryce que se sienta al lado de Leo.

- La verdad es que no tengo ni idea, la última vez que la he visto ha sido en los pasillos, estaba con Dylan, el de la otra clase. - les informo en voz baja, para que nuestra tutora no nos oiga hablar.

- Pues a lo mejor se estarán liando, o vete tú a saber. - se ríe Bryce.

- Seguramente. - añade Leo, mientras se acomoda su pelo rubio.

Todos nos reímos, y nuestra profe, Miss Jenkins nos fulmina con la mirada.

- A ver, los del fondo, ¿nos podéis contar de qué os reís, y así nos reímos todos? - coloca sus brazos en forma de jarra mientras nos regaña.

- De nada, de nada... Lo siento, profe, no volverá a ocurrir. - le respondo poco arrepentido.

- Espero que así sea. - como de costumbre, siempre tiene que tener la última palabra.

Tras este aviso, oigo una pequeña carcajada, que proviene de la fila de al lado. Es Klaus, el puto pringado ese que no logro quitarme de encima. ¿En serio ha tenido huevos de reírse de nosotros? Este tío no sé quién se ha creído que es...

- ¿Y tú de qué te ríes, idiota? - no tengo que alzar mucho la voz, ya que él también está sentado al fondo de la clase solo que en otra fila.

- De la pena que das. - se atreve a contestarme.

- Pero, ¿tú te has visto? - me río en ironía. - Tú sí que das pena, chaval.

- Que sí, que sí... Lo que tú digas. - mi comentario no le afecta y eso me provoca así que decido tirarle mi calculadora.

La calculadora ha llegado a su hombro con fuerza, y el moreno, al sentir el dolor del golpe, ha reaccionado mal.

- ¿Pero qué coño haces, imbécil? - me grita y toda la clase especta la escena.

- ¿Se puede saber qué te ocurre ahora a ti, Nikolaus? - dice la Miss Jenkins, a quién se le está agotando la paciencia.

- ¡Que TJ me ha lanzado su calculadora! - dice mientras me mira frunciendo el ceño.

- ¿Es eso cierto, Theo? - me pregunta la profesora dando un largo suspiro.

- Sí, ¡pero ha empezado él! ¡Lo juro! - me excuso.

- Bueno, no quiero saber más del tema, Nikolaus y Theo James, hoy os quedáis de cinco a seis en el instituto castigados. - nos comunica nuestra tutora que se la ve bastante cabreada.

- ¡Pero si yo no he hecho nada! - se levanta Klaus de la rabia.

- Mira, ¡tú cállate que esta tarde no tienes planes! Bueno, ni hoy ni nunca. - me río de mi propio comentario. - ¡Pero yo tengo entreno con los Lions! ¡No me puedes hacer esto, profe!

- Los Lions me importan un comino, ¡y no repliquéis más, o el castigo se alargará! - nos deja claro la señora. - ¿Entendido?

Los dos asentimos con la mirada baja y no volvemos hablar hasta que se termina la clase ya que a ninguno quiere un castigo peor.

Red RouletteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora